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章 25

El corazón de Taehyung comenzó a latir vertiginosamente al sentir la mano de Jungkook pasearse por su vientre, dándole caricias.
Era un gesto bonito y cariñoso, pero eso no era lo que le ponía nervioso; lo que pasaba es que el que Jungkook tocara precisamente esa zona le ponía mal.
Estaba delgado pero no en forma que digamos. Su pancita era para nada llena de cuadros como Jungkook u otros chicos del instituto, su cuerpo era delgaducho y... flácido.

¿Qué quería decir? Bueno, básicamente que era ¿blando? ¿Tierno? Literalmente, era un blanducho. Tuvo una tabletita cuando en sus 13 vivía jugando y saltando de aquí para allá aún viviendo en el pueblo, pero la ciudad hizo que se volviera un chico para nada fan del deporte y comilón. Y es que a Taehyung le encantaba comer, ¿a quién no? Solo que su metabolismo era lento y apenas engordaba, así que no tenía problema con eso.
Claro que, ahora le daba vergüenza su baja forma, a comparación de la de su novio.

—Jungkook... No... —tomó su mano y la apartó de allí lentamente.

—¿Qué pasa?

El mayor negó.

—Nada, es que, estoy cansado.

Evidentemente Jungkook no le creyó.

—¿Qué te pasa hyung?

El castaño miró hacia otro lado.

—Taehyung...

Pero seguía sin dirigirle la mirada.

El menor bufó, crujió sus dedos y cuando Taehyung menos se lo esperaba estaba siendo torturado por un Jungkook que lo atacaba con cosquillas.

—¡Noooo, para Jung-!¡Gkhk...!¡Detente!—dijo empezando a llorar de la risa mientras intentaba apartarlo de encima suyo fracasando en el intento.

—No voy a parar hasta que me digas qué te sucede.

—¡Jungkjjgjgjc...!¡No tiene gracia!¡... No me hagas cosq-quillaaaas!—lo apartó con la fuerza que pudo y saltó de la cama escapándose por las esquinas de su cuarto, por el cual era perseguido por Jeon.

—TaeTae lindo... No puedes escapar, estás entre la espada y la pared... O más bien entre Jungkook y las paredes en este caso.—dijo soltando una carcajada por la estupidez que se le ocurrió.

Taehyung rió airadamente.

Vaciló de un lado a otro a su novio intentando escapar de él, pero fue acorralado en una esquina.

—¡Te tengo!

Jungkook puso sus dos brazos a los laterales de Taehyung colocando las manos en la pared, y empezó a llenar el rostro del mismo con besitos.

—¡Kookie!—se quejó riendo por la ternura del menor.

—Vamos bebé, dime qué te preocupa.

El castaño miró hacia el suelo, y suspiró. No quería contarle a Jungkook su repentino complejo. Nunca le importó demasiado su apariencia física pero al lado de la persona que le gustaba le era inevitable pensar en ello, por eso se sentía intimidado por lo que su propio cuerpo pudiera provocar en los pensamientos ajenos.

—No me gusta... Mi cuerpo.—dijo en un susurro.

—¿Eh? No te oigo bebé...

Taehyung volvió a suspirar, tratando de calmarse.

—No me gusta mi cuerpo. Mi... Mi barriga, mis brazos... ¡Estoy flácido! No estoy en forma como tú u otros chicos. Y no puedo no sentirme mal. No sé qué pensarás al respecto, no quiero dejar de gustarte porque no estoy tan "bueno" como creías. Lo siento.—dijo casi con la voz rota al final, mientras hacía un puchero y su mirada se mantenía fija en sus pies.