Capitulo 10: ¡Que comience el viaje!. Parte 2

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Después de atarme en mi mochila a la espalda, con mis libros y un par de tentempiés, y poner mi espada de madera a mi cintura, agarre la mano de madre y seguí a mis padres al encuentro de sus ex compañeros de grupo.

Aunque de vez en cuando había escuchado acerca de ellos, nunca visite la casa mientras ellos estaban ayudando a reconstruirla, por lo que seria la primera vez que nos conoceríamos.

La información que escuche de mis padres acerca del grupo, Cuernos Gemelos, Consistía en lo siguiente:

Helen Shard: Mujer potenciadora, especializada en arquearía mágica.

Adam krench: Hombre potenciador, cuya arma principal era la lanza.

Jasmine Flamesworth: Mujer potenciadora, especializada en celeridad (Velocidad) con dagas dobles.

Angela Rose: Mujer conjuradora, especializada en Magia de viento.

Durden Walker: Hombre conjurador, especializado en Magia de Tierra.

Llegamos a la posada en Ashber, en la que se estaban hospedando, y les vimos fuera, en la parte delantera, cerca de los establos.

Mi padre, exclamó mientras abrazaba a sus ex compañeros.

- Amigos, quiero presentarles a mi hijo ¡Arthur! Vamos Arthur, ¡Preséntate!

Me presente al tiempos que hacia una semi reverencia y les miraba.

- Hola. Mi padre me ha contado de grandes cosas acerca de los miembros de los Cuernos gemelos. Gracias por viajar con nosotros a Xyrus. Estaremos bajo su cuidado.

- JA,JA,JA ¿Qué es esto? ¡Vayas modales! Rey, ¿Seguro que es tu hijo?

El que respondió fue Adam, el portador de la laza. Mirándolo de cerca, parecía del tipo energético y hablador. Era un bastante guapo, tenia pelo rojo brillante atado en una coleta desordenada, casi como una llama, y un par de mechones de pelo afuera de su coleta. me acordaba a un vagabundo. Sus ojos eran brillantes y casi parecía que siempre se estaban riendo. Aunque lo primero de lo que me percaté, fue de la cicatriz que cruzaba su nariz llegando a ambas mejillas.

Sentí como alguien me levantaba.

-Ooooh... ¿No es una preciosura? Reynolds, deberías estar contento de que no se parezca a ti.

Aleje mi cara lejos de lo que se sentía como una trampa mortal de gomaespuma antes de que me ahogase en esos enormes pechos. Tío era guapa. Quiero decir, aunque no era tan guapa como mi madre, tenia aura de "Princesa real" con su pelo rubio y ondulado y esos radiantes ojos verdes un poco caídos.

Justo cunado mis manos estaban a punto de rendirse y mi cara a punto de entrar en las colinas abisales gemelas, un par de manos fuertes me agarraron por la mochila atada a mi espalda, luchando para alejarme de esa mujer tan bien dotada.

- Angela, le estas haciendo daño - gruño una voz grave.

Allí estaba yo, colgado como un gato incapaz de moverme, agarrado por el pescuezo mientras su madre le llevaba.

Mis ojos se quedaron mirando fijamente al gigante.

Con más de dos metros de altura y material atado a su espalda, al gigante cuidadosamente me bajó al suelo y amablemente me colocó la ropa.

Que gentil.

Me imaginé a mí mismo sobre sus hombros, como un caballo. Le miré y mis ojos se abrieron más mientras reflexionaba.

Tenía unos ojos muy pequeños, sus cejas se inclinaba hacia abajo, dándole un aspecto inocente en comparación con su enorme cuerpo, el cual una vez estirado pasado de los dos metros. El pelo negro, corto y desalineado de su cabeza completaba a su aspecto de perro peludo.

Quitando el polvo de mi ropa, me giré para ver a la mujer que parecía algo más joven que el resto. Tenia un pelo negro y liso, semi recogido atrás con un lazo rojo, ojos semi abiertos y labios secos, haciendo que pareciese alguien muy tosco.

-Mmm - asistió ligeramente, y se dio la vuelta.

Mis ojos se fijaron en ella mientras se alejaba dirección al establo. Vi dos dagas cortas atadas a su cintura, justo encima de las caderas.

El ultimo miembro del grupo de los Cuernos Gemelos era Helen Shard. Ella palmeó ligeramente mi cabeza y me sonrió de forma agradable. La palabra que usaría para descubrir a la Srta. Helen seria aguda. Sus ojos agudos, nariz respingona aguda, Finos labios rojos, y u pecho plano. casi como un chico, con su pelo largo hasta los hombros, fuertemente atado atrás. No podía evitar quedar hechizado por su atmósfera carismática. Ella parecía emitir un "Si lo creemos podemos hacer cualquier cosa" por cada poro de su cuerpo que casi la hacia brillar. Vestida con una liviana armadura de cuero cubriendo su tors... Quiero decir, pechos, y un arco y flechas atadas a su espaldas, no podía evitar comprarla con un elfo, pero rápidamente abandoné ese pensamiento después de ver sus orejas redondeadas.

Con la ayuda de un poco de maná fortaleciendo mis piernas, me subí a la parte de atrás del carruaje , Últimamente, había conseguido usar mi mamá para fortalecer mi cuerpo. Por temor a ocasionales a mis padres un ataque al corazón mostrando demasiado, todavía no había conseguido comprobar lo que era capaz de hacer, pero cada vez se hacia más natural dirigir mi mamá a través de mis canales de maná, desde de que nuestro grupo terminase que cargar, en los dos carruajes que llevamos, todos lo necesario para el viaje, los atamos, lo que yo pensaba serían caballos. Pero resultó que este mundo tenía bestias de maná domesticadas para el transporte,llamadas Skitters. Estas lagartijas gigantes, con púas a lo ancho de espalda y garras potentes, eran monstruos de clase D, los cuales, cuando se trataba de viajar por terreno montañoso, eran mucho más eficientes para usar y más caros que los caballos.

¡Que comience el viaje!

Al anochecer, parecía que la lejana cordillera había doblado en tamaño. Me pregunté cuán grande sería la cordillera de la Gran Montaña cuando llegásemos a su base. No hay necesidad de decir, que estaba emocionado de salir de mi lugar de origen, el pequeño puesto de Ashber.

Finalmente paramos para acampar cerca de un pequeño cúmulo de rocas. Era un buen sitio, con las piedras bloqueando casi todo el viento y muchos trozos de madera de ramas caídas para usar en una hoguera.

La cosa que mas odiaba acerca de este cuerpo, es cuanto tiempo de sueño necesitaba. Dormí durante la mayor parte del camino y aún después de estar despierto durante un par de horas seguía sintiendo que se me cerraban los ojos.

Tras levantar un par de tiendas alrededor del fuego, mi padre y mi madre habían empezado a habar de los viejos tiempos con los cuernos Gemelos cuando Helen se sentó a mi lado y despreocupadamente dijo - He oído a tus papis que eres algo así como un mago genio... ¿ Es cierto que ya has "Despertado"?

Sin saber que responder, simplemente dije la verdad.

Ella empezó a preguntarme como me sentí cuando "Desperté" y de que color era mi núcleo de maná. En ese momento. un Par de oyentes curiosos se animaron cuando Adam preguntó - OyeReynolds, ¿ Te importa si pruebo un poco al pequeño Art?

Si hubiese podido intervenir, probablemente había dicho algo como, "Puede que una pelea simula con alguien de mi edad no sea una buena idea ya que en este punto, el mayor logro de un niño normal de tres años, seria subir y bajar las escaleras alterando los pies, caminar en círculos, y si realmente tuviera coordinación, balancearse durante unos segundos sobre un pie".

Pero aquí nadie piensa ese tipo de cosas.

Al principio, tanto mi padre como mi madre parecían dudar, pero confiando en su viejo camarada, mi padre simplemente dijo - De acuerdo, pero ten cuidado. Todavía no he tenido la oportunidad de enseñarle a luchar de forma adecuada. Hasta ahora solo hemos estado haciendo ejercicios suaves de fuerza y maná.

Adam se levantó de su asiento, improvisado de un tronco y miró alrededor hasta que encontró un pequeño polo con el que estaba satisfecho.

- Niño, ven aquí. Jaja,¡Veamos de qué estas hecho!

El Comienzo después del FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora