Capítulo 14: Cómo desearía. Parte 2

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Me dolía que todo el mundo me protegiese mientras ellos arriesgaban sus vidas. Intenté idear formas de ayuda, pero , hasta ese momento, no se me ocurrió ninguna. Solo podía apretar los dientes y aguantar.Vigilando la batalla, vi que el muro de tierra seguía aguantando, ninguna de las flechas había sido capaz de atravesarlo. Fijándome en Durden, vi que su mano derecha estaba en dirección al muro de tierra mientras mantenía un flujo constante de maná para evitar que se derrumbase. Él abrió una pequeña abertura en mitad de muro para poder ver a mi padre y como los arqueros se dispersaban, intentando escapar.- Madre Tierra, presta atención y responde a mi llamada. Atraviesa a mis enemigos. No dejes ni uno vivo.[Ruptura en estacas]Después de un breve momento, una docena de estacas empezaron a emerger del suelo hacia los arqueros. Aunque unos poco pudieron esquivarlas, muchos de los bandidos fueron empalados, sus gritos solo duraron un par de segundos antes de morir.Se veía que Durden estaba claramente agotado a causa de ese hechizo: su mandíbula estaba apretada mientras gotas de sudor le caían por su cara pálida.En ese momento me di cuenta de que mi madre había sacado una varita. Sus dedos temblorosos titubeaban antes de que sacudiese su cabeza y la metiese de nuevo en su vestido. En lugar de la varita, ella me abrazo más fuerte.Aparte Helen, que se había vendado la herida de su pantorrilla, no había nadie mas herido de nuestro grupo. Afortunadamente y gracias a la armadura de maná de Helen, la flecha no se había clavado profundamente: cuando la vendó, ya había parado de sangrar, durante todo este tiempo mi madre tenia una mirada, que era una mezcla de preocupación y paranoia, No podía evitar darme cuenta de que su mano seguía intentando coger la varita de su vestido, aunque en el último momento decidió dejarlo donde estaba. Sus ojos no se quedaban mirando a un sitio, siempre miraba de un lado y a otro, intentando detectar algo que se pudiera hacernos daño.Aunque al principio estaba a un poco confuso, los descarté, concluyendo mentalmente que, debido a que hacia mucho tiempo que no era una aventura, no como mi padre simplemente no estaba acostumbrada a situaciones como esta.La batalla estaba es su apogeo. El grupo de bandidos no había sospechado que cada uno de los miembros de nuestro grupo, podría ser un mango competente. Por ese error de cálculo, todos los luchadores cuerpo a cuerpo estaban muertos, los únicos vivos eran los cuatro magos y un par de arqueros desperdigados en la huida.Jasmine seguía teniendo problemas con el pervertido de la cadena, pero la arrogancia de su cara había desaparecido debido a un par de hendiduras y cortes que en su cuerpo, de las cuales goteaba sangre.Adam estaba ocupado con un potenciador con dos espadas. Su estilo de lucha me recordaba a una serpiente, con sus ágiles maniobras y sus rápidos ataques.Adam podría ser considerado como uno de los raros potenciadores elementales de agua.Reforzando el mango de su lanza para ser flexible, sus ataques era una mezcla de impulsos rápidos y golpes fluidos. La batalla parecía estar a su favor; el potenciador con dos armas tenia heridas que sangraban abundantemente y desesperadamente intentaba parar la avalancha de ataques.Lejos de la batalla de Adam, un tronador golpe captó mi atención. Mi padre había sido lanzado contra los restos de lo que quedaba del hechizo [Muro de Tierra] y luchaba por levantarse mientras la sangre goteaba por las comisuras de sus labios.- ¡¡Papá!!-¡Cariño!Corrí fuera de la barrera de viento, arrodillándome frente a mi padre, inmediatamente, mi madre me siguió. Podía ver el terror escrito en su cara mientras nerviosamente decidía que podía hacer.No sabia porque ella no le estaba curando, puede que porque ella ta asustada, pero justo cuando iba a decírselo, mi padre interrumpió.¡Tos! - Alice, escúchame. No te preocupes por mi, si ahora mismo usas un hechizo sanador, ellos se darán cuenta de lo que están intentando hacer y se esforzaran mas en capturarte. ¡Si lo descubren, estarán dispuestos a sacrificar mucho más! - su voz era un leve susurro.Después de temblar de duda, mi madre sacó la varita y empezó el cántico. Podía que su tartamudeo era causado por ver a su marido herido, pero por alguna razón, parecía que ella casi.. Tenia miedo de usar la magia.Después de darse por vencido intentando convencer a su mujer, padre se giró hacia mí.-Art, escucha atentamente. Tras activarse el hechizo sanador, ellos van a intentar a toda costa capturar a tu madre. Después de que me haya curado lo suficiente, voy a enfrentarme al líder e intentar ganar un poco mas de tiempo. Creo que puedo vencerlo, pero no si tengo que preocuparme en protegerles a ustedes. Coge a tu madre, vuelve por la carretera y o pares; Adam les despejará el camino.- ¡Papá, no! me quedo contigo. ¡Puedo luchar! ¡Me viste! ¡Puedo ayudar! - La madurez me esquivó. Parecía que ese momentos, realmente estaba actuando como el niño de cuatro años que era en el exterior, pero no me importaba. No iba a dejar atrás a mi familia, a quien había llegado a querer, ni mis amigos con los que, e esta ultima semana y media, había creado un vinculo. - ¡ARTHUR LEYWIN, ESCÚCHAME! - mi padre gruño. Esta era la primera vez que escuchaba así su voz; el tipo de voz que uno solo usaría como medida desesperada.- ¡Sé que puedes luchar! Por eso te estoy confiando a tu madre. Protegerla a ella y al bebé que lleva dentro. Los alcanzaré cuando todo haya acabado.Sus palabras retumbaron en mi cabeza como trueno. Protegerla a ella y proteger al bebé que lleva dentro...

El Comienzo después del FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora