El Odioso De Los Park [ChanBaek]

Capítulo cinco

Era bastante tarde, más específicamente la 1:04 de la mañana, amaneciendo el día en el que el matrimonio Park regresaban a su país.

Su habitación de hotel estaba en total oscuridad y con relajante silencio, la luz de los fuegos artificiales afuera se infiltraban por el gran ventanal iluminando el angelical rastro de BaekHyun. Quien dormía profundamente produciendo esos lindos sonididitos de perrito que ChanYeol comenzaba a amar.
El más alto de los dos no estaba dormido, más bien estaba demasiado entretenido admirando la carita de su pequeño, para tener una mejor vista, se acercó más al cuerpo contrario hasta dejar algunos centímetros de separación.
Su mano se elevó lentamente hasta posarse en su mejilla, acarició su pómulo con su dedo pulgar, después se encargó de retirar los mechones de cabello que cubrían parte de su rostro. Acarició sus párpados cerrados, su nariz, sus cejas, su frente y por último sus labios.

Una pregunta se metió en su cabeza. «¿Cómo es que tu no tenías ya a alguien más?» pensó.

Es decir, para ChanYeol, BaekHyun era el hombre perfecto, además de ser guapo, adorable y tener un cuerpo de envidia, era muy inocente, sensible, amable, atento y gentil. Era dulce, era... su BaekHyun

«¿Y qué? Ahora estoy yo, y él es mío... y...»

Y cualquiera podría darse cuenta de las maravillas que BaekHyun tenía, intentarían quitárselo... Y JongDae tenía tanta razón.
Rozó la naricita del rubio con la suya y dejó un pequeño beso sobre ésta. Rodeó a BaekHyun con sus brazos y logró quedarse dormido.

-¡ChanYeol! ¡Espera!- gritó mientras ChanYeol lo tenía agarrado de la mano demasiado fuerte corriendo en el aeropuerto. Su manita le comenzaba a doler

-¡BaekHyun! ¡¿Podrías correr más rápido?! ¡Vamos a perder el vuelo!- le dijo

-¡Tus piernas son demasiado largas! ¡Tú corres más rápido!- le reclamó -¡ChanYeol, me estás lastimando!

Justo cuando estaban a punto de llegar a su destino, un hombre igual de apurado que ellos, pasó en un rápido andar, chocó con el hombro de BaekHyun. Haciendo que se soltara de su esposo.

-¡Fíjate por donde caminas, amigo!- le dijo al hombre a la vez que abrazaba a BaekHyun de la cintura

-¡¿Qué fue lo que hice?! ¡Más bien dile a éste idiota que no corra!- ChanYeol soltó a BaekHyun y tomó al tipo del cuello de la camisa llamando la atención de la gente alrededor

-¡Éste idiota es mi esposo! ¡Y TÚ-

-ChanYeol, vámonos ya- susurró jalando de su sudadera -Sueltalo, ya pasó

-¡Si alguna vez en mi vida, vuelvo a encontrarte! ¡Pasarás un mal rato!- gritó mientras era arrastrado por BaekHyun hacia el avión. Sin quitar su fruncido ceño, se aplastó en el asiento viendo por la ventanilla y cruzando los brazos. Gruñó molesto por aquel hombre y se golpeó a si mismo en la cara repetidas veces «Dile a ese idiota... ¡Agh! ¡Idiota tu verga!»

-ChanYeol- lo llamó una dulce voz

-Dime, BaekHyun- dijo sin parar con lo que hacía, osea, golpearse

-Gracias... Pero no debes pelear con desconocidos... Yo... No quiero que salgas lastimado, ¿Ok?

-Entiendo, pero...- dejó de hablar gracias al aviso en inglés anunciando que el despegue estaba por suceder. Se acercó a su pequeño chico y abrazó su cabeza acariciando su cabello mientras empezaban a separarse del suelo -Sólo yo puedo llamarte idiota, idiota

-De acuerdo- susurró mientras ChanYeol lo soltaba

De nuevo en su amada Corea, habían recién salido del aeropuerto, compraron agua y frituras para comer, sus brazos estaban entrelazados y la cabeza de BaekHyun recargada en el hombro de ChanYeol, sin decir nada, así era «perfecto» pero ellos no lo sabían. Continuaron un rato con su pequeño paseo por el lugar cuando BaekHyun divisó muchas figuras conocidas. Ellos no tardaron en reconocerlo.