Cap 41: La manada de los Criseida

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Cap 41: La manada de los Criseida

Louis y yo habíamos caminado un tiempo.

Louis: -Nuestra manada se llama los Criseida, es el nombre del grupo que formamos como familia. Somos lobos grises, no pertenecemos a colores amarillos, rojos o marrones, no, nosotros somos lobos grises y variamos en tonos como negros y blancos. Claro a diferencia de los lobos rojos.-

-¿Lobos rojos?- pregunté, pensando que había otra manada.

Louis: -SI, los lobos rojos son los lobos de las montañas del norte, somos rivales desde generaciones anteriores, los lobos grises no nos juntamos con los marrones, son muy diferentes a nosotros, son mas aislados que nosotros, casi nunca se meten en problemas pero si se los ve merodeando por nuestros territorios lo mas probable es que comience una dura batalla que puede durar semanas-

-Pero que tienen de diferente- pregunté con asombros –Si son lobos como ustedes-

Louis: -Los lobos no somos como las personas, ustedes no lo entienden por que no luchan por un territorio o una comida, ustedes lo tienen todo fácil y si nos dejamos vencer moriríamos de hambre y nuestra raza desaparecería- . Sinceramente me pareció algo lógico pero muy raro.

-          Y como se llama la manada de los rojos-

Louis: - Los Munchcris, no son de fiar-. Estaba segura que decía que no eran de fiar, pero no los conocía y si eran rivales dudo que unos pudieran hablar bien de los otros.

Pasamos de un lugar a otro del bosque, hasta que llegamos a una parte que yo no conocía del bosque. Louis puso sus dos manos a los costados de su boca y aulló como un perro, seguro para llamar a los Criseida.

Escuché unas pisadas que venían a toda marcha y eran potentes y grandes. Me giré para ver detrás de mí y sentí como una gran bola de fuerza saltó sobre mi cabeza y cayó al otro lado levantando grandes cantidades de tierra, me voltee de nuevo y había otros mas, lobos enormes, podría jurar que algunos mucho mas grandes que Louis, casi el doble de grandes, pero otros eran de una altura mas pequeña, cachorros seguro. Venían ladrando y rodeándome con esos dientes grandes, me apegué a Louis, pero cuando me acerqué a el sentí una bola de pelo largo y áspero, Louis estaba transformado en lobo, me estaba cuidando de los otros que me miraban con ojos profundos y confusos. Es verdad todos eran lobos grises, como Louis, aunque el guardaba un pelaje con tonos amarronados, pero discretos.

Sentí como Louis se comunicaba mediante ladridos y gruñidos potentes, se mostraban los dientes y se relamían las encías para parecer aún más atemorizantes.

De repente todos callaron, cuando se acercó un lobo descomunal y grande, un lobo negro de vivaces ojos amarillos, el doble de grande que Louis, una bestia increíble, mas potente que los demás que bajaron tímidos las orejas y se hicieron aún lado al verlo, vi como se acercó a mi y a Louis, impotente mostrando altamente su pecho y con la cabeza y orejas en alto, pero no gruñía.

Louis se interpuso delante de mío. A diferencia de los otros no se mostró atemorizado, se quedó allí parado, solo cubriéndome, apenas dejándome ver para que el lobo negro no me hiciera nada. El más grande impuso un discreto gruñido y se dio media vuelta, dejándome a mi y a Lou allí. A pesar de todo el lobo negro que debía de suponer el jefe me había aceptado o al menos yo pensaba eso, pero me contenté por que no esperaba esa reacción.

Los lobos se dieron media marcha y Louis me empujó despacio con su hocico para que los siguiese, pero tenía miedo, estaba atemorizada por que en un principio intentaron atacarme o mostrarse dominantes, pero Lou no dejo que me dañaran, no dejó que yo me sintiera muy incómoda. Era muy extraño, al caminar con lobos estos de vez en cuando se gruñían o ladraban, pero el el mayor (el lobo negro) los detenía haciendo que se sometieran, entre tanto estudiaba el comportamiento de estos animales, o mejor dicho personas salvajes. Entre tanto caminábamos uno de los lobos que caminaba a la par de todos se acercó despacio y agachó su cabeza para dejarse acariciar pero el mayor volteo y de un salto se acercó y le gruñó intensamente, con un estruendo descomunal, me asusté mucho, no dejaba que un lobo se me acercara por ahora, solo Louis.

Narra Louis:

Me había detenido para llamar a mi manada. No me esperaba que llegaran tan pronto, de seguro avían olfateado el olor de ___ mucho antes y la estaban buscando cerca, y cuando los llamé no dudaron en recurrir. Yo ya les había hablado de ___.

Pero como cualquier lobo tímido, confundido o precavido no tardaron en mostrarles los afilados colmillos, gruñirle y rodearla para atacar si era necesario, por eso me convertí en lobo cuanto antes si había que poner a algún compañero en su lugar, obvio les gruñía y mostraba los dientes igual para que no se acercasen mas de lo pedido, ya que me prometí que no le pasaría nada a mi lado.

Hellboy: - Basta, déjenlo, es una orden, atrás- dijo nuestro Lider que se acercó rugiendo y ladrando a todos que obvio se echaron al suelo y se volvieron sumisos, yo también podría haberlo hecho pero debía cuidarla y no me dejé presionar, adopté una posición firme, mientras mantenía a ___ detrás de mí.

Hellboy: -Que coraje- Dijo disgustado y gruñó por lo bajo, pero me perdonó por esta vez aunque muy de vez en cuando lo hace – Vamos- dijo dándose media vuelta y llamando al resto de la manda para que lo siguiéramos, seguro a casa, la casa del lobo, es una cabaña bastante grande donde nos juntamos normalmente para comer, compartir, o sirve de pequeño hospital o dormitorio, etc.

Narras tu:

Luego de tanto andar, me dolían mucho los pies pero me atemorizaba subirme en el lomo de Lou y no lo hice, ni pensarlo mejor dicho. Llegamos a una Cabaña hermosa, era bastante grande, se sentía el olor a carne asada de adentro, una señora salió una señora de al menos unos 70 años era canosa, pero se notaba que su color natural era un color negro, por que su piel parecía trigueña, tenía unos ojos negros muy penetrantes y brillantes. Los lobos se estaban mordisqueando y jugando entre ellos, entre tanto muchos gruñidos insoportables que retumbaban haciendo un barullo que lastimaba mis oídos. La señora gritó y todos callaron, agachándose o sentándose, estos mismos se hicieron una fila en la entrada, mientras la señora sostenía bermudas en sus brazos. Acomodados iban pasando uno por uno al interior de la casa para vestirse e ir a los dormitorios para vestirse y salir como unas personas corrientes, entre ellos llegó el turno de Lou que agarró una bermuda entre sus dientes y entró despacio en la casa desde ese tiempo no lo vi mas.

Cuando iba a entrar igual la señora me detuvo y me dio unas calzas, una blusa blanca y unas botas de cuero negro.

Xx: - ¿___, verdad?, Soy Anís, Lou no para de hablar de ti desde el primer momento que te conoció- rió un poco –No te asustes, pronto le diré a ese perrucho Louis que te cuente todo. Antes de entrar escuche un montón de pisadas que se amontonaron en la puerta, un  montón de niños pequeños, como de 5 a 12 años salieron de la casa, todos, niñas y niños, muy distintos pero con grandes sonrisas dibujadas en sus rostros, estaban felices de verme, pero me asusté un poco por que se amontonaron en la entrada sin dejarme pasar eran como una maza.

Anís: -Les dije que se quedasen adentro, así no se los recibe a los invitados, pedazo de mocosos, me están hartando todos sálganse que la chica tiene que ir a vestirse, la ropa que tiene está muy sucia- Todos se asustaron un poco y se salieron de en medio, eran un montón, como 14 o 17 todos juntos me dio un poco de impresión, pero no de asco si no de cantidad, esa era la cantidad que podía ver en una escuela  pequeña o un orfanato.

De repente gritaron que se sentían muy encerrados y arrollaron a toda marcha para la puerta, todos juntos pegaron un salto y en pleno aire cayeron como cachorros de lobo, solo que bastante grandes, como del tamaño de un perro labrador, pero mas anchos y fornidos todos de colores grises. Había un barullo tremendo de nuevo de cachorros gruñendo jugado y tirando de colas y orejas al otro con sus dientes, eran una ternura pero eran enormes, no como unos cachorritos tiernos, no estos eran gigantes con patas y pelo.

Anís: -¡¡Malditos, la única razón por la que están acá es para que leguen a sus hermanos, no para jugar o perder el tiempo, adentro y a sus habitaciones ahora!!- grtó la señora enfurecida a lo que todos entraron con la cola entre las patas, pero se tornó una estampida cuando corrieron todos a las piezas para hacer una carrera, eran simpáticos. Esperaba que Louis me lo explicara pronto

Media Luna (One Direction Y TU) La mansión y el bosque SaworttDonde viven las historias. Descúbrelo ahora