Media Luna (One Direction Y TU) La mansión y el bosque Sawortt

Cap 56: Un largo camino a casa

Cap 56: Un largo camino a casa

Allí estábamos los 4. Caminando y recorriendo un largo camino a casa. Con los sentidos atentos, listos para cruzar las montañas, que había sido una dura elección, pero no íbamos a volver a cruzar el Hela. Esta vez tomaríamos un camino más largo, lo habíamos elegido cómo atajo, pero definitiva no era  un atajo. Era más escarpado, cansador, pero menos peligroso. Nadie había tenido una gran idea para sobrellevar el camino, ni siquiera nuestro fiel guía, habíamos elegido una de las poquísimas opciones que teníamos en mente, y esta había sido una de las opciones provisorias. Otra de las incalculables definitivas que dábamos a escoger era la idea de seguir la orilla del Hela hasta encontrar una abertura angosta, la cual pudiéramos cruzar para pasarnos al otro lado: Pero sería una opción bastante absurda, la tentación del río hubiera hecho que termináramos ahogándonos, luego de ser consumidos en tentaciones, o tal vez sin imponer resistencia nos hubiéramos tomado una buena siesta eterna.

Allí estábamos los 4. La montaña a unos metros, listos para cruzarla y pasar del otro lado, las cumbres estaban bañadas en nieve, árboles y algunos yuyos. Tenía muchísima hambre, estaba delgada y me rugían las tripas.

Liam: -Louis, será mejor que te quedes cómo un lobo-. Este otro lo miró extrañado – Yo no puedo, soy demasiado ancho y grande… Un animal en el grupo podrá ayudar a cargar a ___.-

-Puedo cruzarlo a pie-

Louis: -Liam tiene razón, te cansarás mucho, es mejor que permanezcas sobre mi-

-Se preocupan demasiado por mí- dije con expresiones de súplica.

Fuchs: -No ___, no vas a cruzarlo sola, no tenemos cuerdas, ni armamento, ni arneses cómo los humanos para cruzar las montañas. Nos tenemos a nosotros-

Liam: -Podes caerte-

-Pero si no estoy sola- Miré ojeando las expresiones de cada uno.

Louis: -No hagas de esto un drama- Sonó algo duro.

-No quiero que siempre estén cuidándome cómo una niña pequeña-

Louis: -Actúas igual que una- Esa palabras sonaron ofensivas en mi defensa.

-¿Por qué siempre buscas pelear conmigo?- Esta vez soné con enojo.

Louis: -¿Por qué siempre queres llamar la atención de todos?- Estábamos uno enfrente del otro, nos mirábamos con odio y repudio, a lo que antes había sido cariño y hermandad.

Liam: -Ya no me interesan sus opiniones. Quiero lo mejor para ti ___. En cuanto Louis, podrías actuar un poco más maduro-

Louis: -Creo que soy demasiado maduro, cómo para aguantar berrinches y caprichos.-

La cosa se estaba poniendo un tanto seria. Había tensión en el aire y todo gracias a una tonta discusión comenzada por mi, aunque no era tiempo de lamentarse. Tenía un gran orgullo y no me dedicaría a disculparme con nadie en aquel momento. Pero Fuchs irrumpió en nuestra disputa de manera saltante.

Fuchs: -¡Estamos al pie de una importante guerra, y lo mejor no es discutir!...- Todos lo videamos resotar en el suelo, exclamando y clamando. –Entiendo que son los nervios…-Suspiró -Pero no podemos dejarnos llevar por malas energías. Se han dado cuenta que discuten por una estupidez- Me ojeó a mi –Lo que hacemos lo hacemos por ti ___, y si no aceptas nuestras ofrendas, entonces terminarás con un brazo quebrado o aún peor.-

 -Haberlo dicho antes- Estiré mis brazos tratando de conseguir desahogarme, también suspiré y bostecé. ¿Había sido el hambre la causante de esto?.

Louis: -Te lo dijimos.- Bufó este, pero pronto Fuchs lo cayó con un chitido. Yo lo fulminé con la mirada y cara de pocos amigos.

Liam le palmeó el hombro a Lou y le extendió la mano para que le diera la ropa. Este fue directo detrás de un pino gigante y algo alejado. Sólo escuchamos la voz agonizante y dolida cuando sus extremidades empezaban a agrandarse y a llenarse de pelo, luego esa voz se transformó en un atemorizante rugido de lobo. Pocos segundos luego trajo la ropa restante en sus fauces y se la extendió a Liam con el hocico. Este las tomó con desagrado, pues estaban algo babosas. Y se las ató. Los pantalones en la cintura, la musculosa blanca de Lou se la ató en el cuello, así cómo una capa, pero más ridícula, y pues Louis prefería caminar descalzo cómo cualquiera de sus familiares, no fue necesario arrastras zapatos también.