Media Luna (One Direction Y TU) La mansión y el bosque Sawortt

Cap 42: Nosotros los Criseida

Cap 42: Nosotros los Criseida

Al entrar la señora me dijo que subiera a la habitación de las niñas para cambiarme, estaba casi al final del pasillo en la planta alta. Antes de eso en el centro de la cabaña había una mesa gigantesca, se notaba que aquí vivía una gran familia de lobos, el olor a pan y carne era una delicia, también el olor a vino tinto, que delicia, me moría de hambre, pero la mesa estaba vacía de comida, aún no era la hora del almuerzo y solo la llenaban unas copas, y platos. En las paredes colgaban cuadros antiguos, lo que me pareció extraño y es común en las cabañas es que en las paredes no colgaban astas, o cabezas de animales como trofeo de caza ¿Se debía al amor de la naturaleza?. Las paredes eran todas de madera, pero algo me atrajo mucho la atención una parte de la pared estaba llena de huellas de manos y ocupaban un gran espacio, me acerqué y me di cuenta que esto no era  pintura, era sangre seca, pero era hecho a propósito, ¿Se habrían mojado las manos en sangre para dejar su marca en la pared?. Esto se lo preguntaría  Louis, le preguntaría muchísimas cosas esta vez.

Ya sin más subí por las escaleras, eran de madera vieja, un poco astillada y deslucida. Dio a un angosto pasillo y divisé la puerta de las niñas y niños, ya que las niñas tenían una muñeca de trapo e hilo colgada en la puerta y estaban en el fondo a la derecha y los niños tenían colgado un pedazo de hasta de ciervo estaban en el fondo a la izquierda, seguro que Louis dormía allí junto a sus compañeros y algunos niños. Toqué la puerta y me abrió una chica muy blanca, rubia y de ojos marrones, muy linda y tenía pecas en sus mejillas, pero algo flaca, me recibió con una linda sonrisa, tenía dientes blancos y el pelo suelto, pero ni un gramo de maquillaje, aunque yo tampoco.

Xx: -¿Debes ser ____? Mucho gusto soy Tina, pasa adelante, si necesitas cambiarte…- dijo viendo la ropa que sostenía en mis brazos-Pasa al fondo-. Dicho eso entré y todos callaron, dándose la vuelta al verme, había chicas como de unos 15 a 19 años y otras que tenían de 5 a 12. Era un pasillo largo, lleno de camas puestas para cada chica. De sábanas blancas, y humildes, había un terrible olor a perro, y yo lo sentía por que seguro era la única humana aquí.

Xx: -¿quién es esta?, esta no es un lobo- dijo una con cara de repugnancia, de unos 15 años, de pelo corto y negro, parecida a Anís, pero mucho mas joven.

-Em soy ___- dije con la cabeza gacha, tenía miedo de que no me incluyesen, pero ¿cómo es que Tina me conocía?, seguramente algunos sabían que yo vendría y el único que pudo hablarles de mi fue Louis.

Tina: -No te sientas incómoda, es solo que… bueno no sos cómo nosotras, eso se nota y no sabían que vendrías, pero ya se van a acomodar, no acostumbran a ver humanos muy frecuente- dijo dándome un leve empujón para que me fuera a vestir. Me fui hasta el final, viendo a los costados a todas las chicas y niñitas que me miraban  raro, incluso una nenita de 5 me sacó la lengua. Tenía mi propia cama, que me habían preparado, esta noche iba a dormir con ellas, pero seguro dormiría con un broche en la nariz, el olor era demasiado denso y se juntaba con la humedad, era pesado y me disgustaba mucho, no me quería imaginar la habitación de los hombres, encima todos andaban descalzos, no es que me incomodara eso, pero es algo distinto, a mi nunca me dejaban andar descalza en estos días de frío, me podría enfermar, pero supongamos que los perros no usan zapatos para caminar, entonces los medio lobo tampoco.

Me cambié, esta ropa me quedaba perfecta, pero mi pelo estaba hecho un nido de aves, estaba todo enredado, eran un asco. Sentí que se acercó una nenita como de 4 o 5 años, con un cepillo en la mano y me lo extendió, se notaba tímida al dármelo y dijo.

Xx: -Ten, para tu pelo- dijo con esos ojos azules que tenía y un pelo de color negro, era muy bonita y me enterneció, llevaba un vestido blanco largo hasta sus rodillas. Le dije muchísimas gracias y se fue hasta su cama. Estuve como media hora desenredando mechón por mechón y tenía un revuelto de nervios que me volvían loca y sentía que atrás las perras esas, literalmente perras no dejaban de hablar mal de mí, eso me enfurecía aún más.