Capítulo 8: Mi aminovia

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No podía creer lo que Fiorella me acababa de contar, lo que tampoco podía creer era que existieran tipos como Ryan. Si alguna vez me lo encuentro....

Yo no soy un ejemplo a seguir tampoco, pero tenía en claro una cosa. "Hacer daño a una mujer sería como hacerte daño a ti mismo", esto no lo digo con tono machista, solo repito lo que dijo mi propia madre; esta frase se volvió uno de los mantras de mi vida. Más tarde descubrí que mi madre tomó esa frase de una película romántica, que se estrenó cuando ella apenas era una jovencita.

―Fiorella‚ hablemos mientras caminamos.
―No me has dicho a dónde vamos ―dijo ella.
―Es sorpresa‚ te aseguro que no vamos a ver el álbum familiar, jeje.
―Eso fue muy cruel.
―Lo siento‚ es que no sabía que decir‚ creí que te reirías.
―No lo vuelvas a mencionar.
―Oye‚ me sentí algo sensible por tu historia‚ es algo que no lo deseo a nadie, Fiorellí.
—¿Qué es eso de "Fiorellí"?
—La esencia de tu nombre pero con un sonido más bonito.
―Tú y tus cosas, jaja... de acuerdo.


Caminaba siguiéndome, sin saber que era a la casa de Vince. Le mandé un mensaje a mi mejor amigo para evitar algún contratiempo, esto tenía que salir perfecto.

―Preparen todo que yo distraigo a Fiorella‚ mándame un msj cuando estén listos ―decía el mensaje.
―Por fortuna los chicos siguen aquí‚ espero no hagan problema‚ yo te aviso ―respondió Vince.

Me frené en la esquina de la casa de Vince y me propuse entretener a Fiorellí. No se me ocurrió mejor manera que usar un truco algo barato.

―¿Te han dicho que tus ojos son hermosos? ―Fijé la mirada en ellos.
―Muchas veces‚ no sé que tienen los chicos con los ojos verdes.
―Los verdes son los más hermosos que existen.
―Como sea‚ no te pongas demasiado cursi.
―Y tu cabello es demasiado lindo‚ Fiorellí ―Acaricié su cabello.
―Bueno, me hace sentir especial‚ no es muy común. No es para tanto.
―Ni que decir de tus labios ―Me acerqué más a ella.
―¡Ay, ya!‚ Thomas‚ ya es suficiente.
―¿Segura? ―La tomé de la cintura, nuestros labios estaban casi pegados.
―Ya déjame‚ tú no eres así‚ estamos en la calle‚ ¡Thomas!

Sonó mi wordly. Por suerte, porque se me acababan las ideas. Me separé de ella como si nada y me miró extrañada, sus ojos verdes brillaban de una manera especial ese día.

―Solo estaba haciendo tiempo.
―¿De qué hablas?, ¿tiempo para qué?
―Para esto...

Empezó el asunto para el que todos practicamos por casi un mes. La letra era algo así:


Mi aminovia(6)

Yo no suelo hacer esto,
yo soy más de la poesía,
y de la buena...

Tampoco es que con la guitarra
sea muy bueno‚ pero lo intento.
Entonces me miras así...
y mi corazón hace big bang.

Reunámonos en el parque
para hablar de temas divertidos, controvertidos...

No sabes cómo me gusta
acariciar tu cabello,
es casi un sueño.
Entonces te pones a hablar
y mi corazón hace big bang.

Tus ojos verdes y tu cabello rojizo,
solo incisos de mi amor macizo. Cierra los ojos,
y escucha como mis labios formulan una oración,
una cursi cuestión
¿Fiorellí quieres formalizar?

Quédate conmigo,
superemos el infinito,
como novio; si quieres, amigos.

Sueños‚ metas y mil ilusiones
y todas comienzan con la F.
Caminos‚ destinos...
y algunos desatinos...
y todos terminan en ela...

Pesadilla ígneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora