Era sábado, estaba en casa leyendo algunos libros sobre nociones básicas del Derecho, después de todo no podía entrar totalmente en blanco cuando estuviera en la universidad, ya faltaba poco para que eso pasara. El sonido de mi wordly logró hacer que me saliera de la interesante lectura.
—Thomas, ¿estás ocupado? —decía el mensaje de Fiorella.
—Nop... ¿quieres salir? :) —respondí.
—Ven a mi casa.Esa petición directa era algo extraña de su parte.
—¿Estás bien? :o
—Claro, solo ven, ¿sí? :3
—Lo haré, no hay problema.Mis padres no estaban, papá tenía que dar una conferencia titulada "Las repercusiones del pesimismo filosófico de Arthur Schopenhauer en la sociedad actual". Particularmente, la filosofía de Schopenhauer me parecía muy interesante, debía darme un tiempo para leer más sobre él. En cuanto a mamá, estaba haciendo doble turno en el hospital y probablemente volvería a las 21 horas. No creí necesario dejar alguna nota, pensé que no tardaría tanto. Llegué a su casa y toqué la puerta, Fiorella misma fue la que atendió.
—¿Pasa algo?, Fiorellí?
—Vamos a caminar, ¿sí?
—Bien...
—¿No vas a preguntar por qué, bobo?
—Espero a que lo digas...
—Ay... te odio —dijo en tono de broma.A lo lejos se veían unos niños jugando en el Parque, construían castillos de arena en el arenero; pero estos se caían al poco rato, me causaba algo de gracia su situación.
—¿Qué estás mirando? ―dijo Fiorella.
—Lo siento... lo siento... ¿decías?
—Es que... mi padre quiere presentarme a su nueva pareja... y bueno... yo...
—Jajaja...
—No es gracioso, no te rías, Thomas.
—Perdón... pero no creo que eso sea motivo para qué estés algo tensa.
—No quiero ver a esa mujer, es... es...
—La novia de tu padre...
—Sí, pero... no creo estar lista para ver que papá reemplazó a mamá.Debían ser como las 6pm, el sol todavía estaba tan presente que tuve que cubrirme con la mano porque me fastidiaba en los ojos. Después de todo, el sol recién se ponía hasta casi las ocho cuando era verano.
—No lo tomes así, él no quiere reemplazar a nadie.
—No lo sé... no quiero conocerla ahora.
—Vamos, creo que deberías ir a casa ahora y hablar con tu padre.
—Papá no está, es por eso que yo te abrí.
—Oh, rayos.
—Salió a verla, y me dijo "No me esperes, Fio, cierra bien la puerta"
—Ambos sabemos dónde van a terminar.
—Lo sé, pero ¡no puedo creer que se le ocurra que me podía quedar sola! ¿Acaso no le importo?
—Tienes 17 años, Fiorella, ya no eres una niña. Supongo que él lo está empezando a aceptar.
—Pues... creo que me estoy comportando como una niña ahora.
—Pues sí —Asentí con la cabeza.Fue una de las pocas veces en las que Fiorella se comportó así, en realidad me parecía muy tierna, empezaba a entender que quizá ella pensó lo mismo cuando me comportaba algo inmaduro con ella, a pesar de que había cambiado mucho, a veces se me escapaba. Fuimos a su casa a cenar, me dijo que no quería estar sola, no tenía ningún problema en acompañarla.
—¿Entonces?, ¿qué ordenamos?
—Pizza... bobo —respondió ella.
—¿No está muy pequeña para eso, señorita Rhadison?
—Jeje... payaso...Esperamos a que llegara la pizza y luego vimos una película. La película era algo antigua, de los años cuarenta o por ahí, eso era mucho antes de que yo naciera.
ESTÁS LEYENDO
Pesadilla ígnea
AbenteuerThomas Taylor se levanta una mañana en un escenario inesperado, con sus padres muertos y su ciudad en caos. Conforme vaya avanzando en su lucha por salir de una isla repleta de aterradoras criaturas, conocerá a otros como él que le servirán de aliad...