Capítulo VIII: La magia del bosque

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Mientras comíamos a gusto, todavía me inquietaba el saber que hacía este bar en medio de la nada, o incluso el como llegaron las personas que están adentro a este lugar, tal vez hayan llegado de la misma forma que nosotros. Seguíamos comiendo y bebiendo con gran gusto, llevábamos casi un día entero sin comer algo.

Veía como algunas de las personas del bar nos veían con desconfianza, otras tenía la mente perdida, y el cantinero solo le importaba su paga tras servir.

- Tenga su paga señor -Levria le dijo al cantinero mientras le daba la bolsa-

- Muchas gracias señorita -El cantinero se retiró a guardar la bolsa-

Contábamos anécdotas sobre nuestras vidas entre nosotros; algunas deprimentes, otras graciosas, otras serias, pero seguíamos hablando.

Todo el lugar tembló de gran manera, las bebidas vibraban, los candelabros se agitaban, y los ebrios se caían.

- ¿Que sucede? -Preguntó Elene-

- ¡Apaguen toda luz del lugar! -Dijo el cantinero-

Todos los que estábamos en el bar empezamos a apagar las velas y guardar todo objeto brillante. Tras hacer lo ordenado por el cantinero, este dijo:

- Manténganse en sus asientos, simulen que todo está normal

Todos le hicimos caso, y nos sentamos. Los ebrios se echaron a dormir, otros veían a la nada, y el cantinero limpiaba jarras.

La criatura que vimos el día anterior, entró junto a otros dos parecidos a el, estos caminaban y se retorcía, personas sudaban y se veía el nerviosismo en su cara tras ver a estos seres entrar. El cantinero seguía limpiando las jarras simulando que está todo normal, todo era una gran simulación. De la nada uno de los ebrios se despertó y levantó, gritó tras ver a estas criaturas, las criaturas se alarmaron y corrieron hacia el mientras se retorcían. Tomaron al ebrio y le insertaron el aparato de antes en el pecho, todos apreciamos como el ebrio empezaba a volverse una pequeña masa negra la cual quedó dentro del aparato, tras hacer esto las criaturas se fueron del bar.

- Ya pueden prender las luces -Dijo el cantinero mientras colocaba la jarra sobre la mesa-

- ¡Que eran esas cosas! -Preguntó Lain-

- ¿Están seguros de querer escuchar esto?

Todos afirmamos con un movimientos de cabeza.

- Bien..........

- Siglos atrás se libró la segunda batalla de Levria, una batalla donde decenas de reinos participaron, mientras que en la primera batalla los reinos lucharon contra un enemigo en común, en esta batalla este enemigo los convenció para que lucharan entre si. En esta guerra hubo traiciones entre reinos enteros, millones de vidas se perdieron, y reinos enteros cayeron. Tras esta batalla la mayoría de los reinos quedaron debilitados, y un ser de extremo poder se levantó entre los escombros, este ser invocó a los oscuros de la primera batalla de Levria, y arrasó con todos los reinos y sus supervivientes, era un ser despiadado el cual siempre ejercía su voluntad en todo el mundo. Casi un siglo antes el fue detenido por segunda vez por algunas personas, pero este no cayó por completo y se retiró. Antes de su segunda aparición, ciertos seres se elevaron mostrando sus poderes, seres como Lord Gramus, el señor de los insectos, Lord Tyrus, el señor escarlata, Sir Ongenzi, el señor de las tinieblas y el Emperador Cesarz, el emperador de los gigantes, todos ellos no poseían un poder comparable a este tirano, un tirano con el nombre de Lord Tarek, el emperador de los siniestros, un ser que dominó todo el mundo aún con el hecho de tener su poder reprimido. El cayó cuando los tiranos antes mencionados se unieron junto a otros guerreros de gran poder, Lord Tarek cayó, y dejó a sus esbirros por todo el mundo, su esbirro mas poderoso fue derrotado por aquel guerrero hace 10 años, pero al morir dejó a estos seres, demonios de la sangre, seres que se convirtieron en guardianes de las ruinas del antiguo castillo de Lord Tarek.

- Entonces ¿El castillo está en este bosque? -Pregunté-

- Exacto, por eso construí el bar, para aquellos aventureros que viajen con la esperanza de encontrar ese castillo -Dijo el cantinero-

- ¿Donde queda el castillo? -Preguntó Lain-

- Como dije, no muchos lo saben -Tras decir eso, su hermana le dio un leve golpe con la mano abierta atrás de la cabeza-

- Tonto, el ya lo dijo -Dijo Elene-

- Aunque se cree que puede estar al Sur -Afirmó el cantinero-

- Entonces debemos partir de una vez -Dije mientras me levantaba de la silla-

- No creo que sea la mejor idea, esos seres siguen por ahí, lo mejor es que se queden. Les puedo dar dos habitaciones gratis.

- Oh, cierto -Dije mientras me volvía a sentar desmotivado-

- Lo mejor es que continúen mañana -Tras decir eso, nos dio las llaves de las habitaciones y fuimos-

Tras subir unas escaleras, llegamos a las habitaciones.

- ¿Como lo repartimos? - Preguntó Lain-

- No me molestaría estar en la misma habitación que Adler -Dijo Elene mientras quedaba sonrojada-

- Eh....... -Me quedé sin palabras-

- Simple, una habitación para nosotras, y otra para ustedes -Dijo Elene-

Tras decir eso, nos repartimos las habitaciones y fuimos a las camas. Lain y yo escuchábamos como Levria y Elene hablaban y reían con fuerza, las paredes no eran muy gruesas al parecer. Lain y yo empezamos a hablar sobre lo que ya sabíamos acerca de la historia de todo el reino de Levria, y lo que nos dijo aquel señor. Mientras que yo sabía sobre la importancia de las bestias y ciertos guerreros en esta guerra. Lain sabía sobres las magias y hechiceros de la batalla en esta guerra. Además,Lain dijo que ansía en un futuro ser un hechicero de gran poder, imitando a los hechiceros Ladino y Alba. Por mi parte, yo solo deseo ser un aventurero mas, como mi hermano. Ahora, solo queda dormir y esperar al otro día para así partir. Aunque tengo una duda, ¿Qué era aquella luz que vimos hace un día?

 Aunque tengo una duda, ¿Qué era aquella luz que vimos hace un día?

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Levria Victoria y el bosque negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora