Capítulo XIX: Legado de sangre

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Tras horas de espera, Levria se levantó y cerró el libro, siendo que nos habló a todos en voz alta, indicando que en lo profundo del castillo había un arco capaz de asesinar guardianes, el cual tenía un gran poder mágico, pero el libro por ahora iba a ser inútil, ya que es de magia muy avanzada la cual ella no puede usar. Todos nos emocionamos con respecto a la existencia de una arco como ese, per luego nos preguntamos donde podría estar, hasta que recordé el arco que me dio Honteo, siendo que lo saqué instantaneamente y se lo di a Levria.

- El arco de Victoria -Decía ella sorprendida al verlo- Pero lo debe de recibir aquella capaz de usar un arco como este -Decía ella mientras se lo entregaba a Agatha-

- Es un gran honor tener esto -Decía Agatha muy sorprendida-

Mientras hablabamos con respecto al arco y el libro, vimos como Lain se acercaba al agua y la veía fijamente, siendo que avisó que el lago se estaba llenando cada vez mas y mas, el indicó que cuando creciera, nos aferraramos a Fish para que nos llevara a un lugar seguro. Logramos irnos tras la subida del agua, siendo que la serpiente nos llevó a una caverna oculta bajo el agua, la cual llevaba a una salida. Cuando logramos salir del lago, Lain se despidió de su serpiente mascota y siguió con nosotros.

- ¿Ahora que haremos? -Preguntó Lain mientras creaba una esfera de luz-

- Tenemos que ir a la atalaya del norte, desde ahí podremos lanzarle una flecha al horrible señor de ellos, y así acabaremos con la cabeza de la serpiente -Ella decía con motivación, siendo que era contagioso-

Continuabamos caminando mientras llegabamos a un pasillo e intentabamos llegar a la torre. "Todos tienen algo de especial, Agatha es experta en la arquería y los animales, Levria es una elegida que al parecer tiene mucho dinero, Lain es un excelente hechicero, Elene posee una gran habilidad con los animales y las trampas, y yo no tengo nada de especial, soy solo un peso muerto", esto es lo que pensaba mientras caminabamos, siendo que me sentía plenamente inútil entre ellos, como algo innecesario. Tras una caminata, llegamos a la inmensa torre, a la cual subimos lentamente mientras apreciabamos como alrededor del castillo todo era atacado por onagros, arietes, dragones y proyectiles varios. Al terminar de subir, intentamos ubicar a Lord Eryus, el cual se postraba sobre el trono de su torre. Apenas le encontramos, Agatha disparó su flecha, la cual iba en forma directa, aunque de la nada se detuvo en el aire, notamos como la flecha se volvía polvo, y Lord Eryus nos miraba fijamente de una forma amenazadora, siendo que tomó a uno de la cara a uno de los caballeros que estaba a su lado, se veía como el caballero se movía y retorcía del dolor, pero como algo se drenaba en el, como algo se extinguía. Lord Eryus nos lanzaba unos proyectiles parecidos a un fuego con un color negro muy oscuro, el cual iba en dirección directa hacia nosotros. El fuego impactó apenas llegó a nosotros, pero tristemente una de las esferas iba en dirección completa a Levria, pero Lain le dio un empujón que hizo que ella cayera al suelo, pero el fuego impacto directo contra el, dejandolo gravemente herido. Lain escupía sangre en cantidad, mientras todo su cuerpo estaba quemado y su brazo... su brazo ya no estaba. Todos desesperados nos acercamos a el e intentamos calmarle, hacíamos esto mientras Levria buscaba desesperada en el libro algo, mientras ella decía "Lo vi en alguna parte, lo vi en alguna parte". Al cabo de unos segundos, Levria dijo "Ajá" y puso sus manos sobre las heridas de Lain mientras ella conjuraba algo que leía en el libro, siendo que notabamos como sus quemaduras desaparecían poco a poco. Lain logró curarse casi por completo (Ya que tristemente el brazó no se regeneró). Elene y Agatha lloraban felices al lado de Lain, mientras Levria estaba sentada al frente de el mientras sonreía al ver que estaba bien, yo mientras solo veía fijamente por una abertura a Lord Eryus, el cual se veía mas atemorizante. 

Agatha y Elene decidieron dormir en unas escaleras, yo decidí dormir en la parte superior de la torre, y tanto Levria como Lain durmieron en la zona de vigía. Desde donde estaba, yo solo veía las estrellas, las cuales me recordaban lo que pasó en el lago subterráneo. Mientras apreciaba el cielo estrellado, escuchaba como Levria y Lain se hablaban entre si, contaban chistes malos, anécdotas simples pero graciosas sobre sus vidas, y se daban alagos entre si, aunque algo que se puede destacar entre lo que dijeron.

- Gracias por haberme salvado... -Decía Levria con un tono preocupado- Pero lamento lo que te pasó

- Te debo agradecer a ti, si no fuera por tu habilidad con el libro, yo no estaría hablandote en este momento -Decía Lain mientras se reía levemente- ¿Como lograste realizar ese conjuro si no sabes de magia?

- Mientras leía el libro, noté como fue escrito por el primer Victoria, el cual fue el bisabuelo de mi bisabuelo. Decía que ese conjuro solo se podría decir por aquel que sea miembro de la familia, así que podría decir que es algo de sangre... -Decía Levria mientras hablaba alegre-

- Victoria, que apellido mas único -Decía Lain-

- No es una pellido como tal, es un apodo mas que todo. Y por cierto... eres muy valiente, se podría decir que tienes... ¿Un espiritu salvaje? -Decía ella mientras ambos reían-

- Espero que esto acabe pronto -Dijo Lain-

- Yo también espero eso -Decía Levria, y tras esto, hubo un gran silencio-


Levria Victoria y el bosque negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora