Capítulo XVII: La belleza de los diamantes

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Tras un largo rato estando recostados boca arriba, yo decidí levantarme e inhalar profundamente mientras veía una inmensa flora a mi alrededor.

- ¿Estamos en el bosque? -Pregunté con gran duda-

- No, estamos en el jardín -Decía Elene mientras se levantaba y estiraba-

Decidí caminar en dirección al pasillo mas cercano, siendo que Elene se levantó y me miró confundida. Tras acercarme al pasillo, me asomé por una ventana y vi a los alrededores, viendo que efectivamente, los terroríficos caballeros seguían afuera. Elene se acercó a mi por la espalda, y me dio un abrazo con fuerza en el cuello. Esta me abrazaba y susurraba cosas, pero yo estaba muy concentrado mientras pensaba en lo sucedido con Honteo y aquel dragón. Tras un momento, vi el risco por el cual tristemente cayó Honteo. Al quedarme viendo ese lugar por un extenso rato, vi como salió el dragón que cayó junto a Honteo, este dragón había sobrevivido, y mantenía la espada en su cabeza. Yo di una vuelta y lancé a Elene contra el suelo, cayendo yo sobre ella, intentando evitar que el dragón nos vea.

- Hey, hey, si quieres ser rustico, solo dilo -Decía ella con un tono enfadado-

Yo ignoraba sus palabras, siendo que me mantenía atento por cualquier ruido provocado por el dragón. Este lanzó una potente llamarada contra el jardín, dando a entender que esta zona estaba desprotegida. Me levanté y cargué a Elene, mientras corría por los pasillos.

- Puedo caminar por mi cuenta, y no ignores lo que digo -Decía ella, quien seguía con un tono enfadado-

Tras seguir corriendo por un largo rato, noté como el dragón volaba a un lado del pasillo mientras metía la cola en el pasillo, causando un gran desastre. Todo quedó en ruinas, y esta cola nos alcanzó tristemente, siendo que caímos en dirección al risco. Al caer, llegamos de nuevo a un lago subterráneo. Empecé a nadar hasta una orilla mientras tomaba a Elene, para luego descansar ahí.

- ¿¡POR QUÉ ME IGNORAS Y ME HACES ESTO!? -Decía ella con gran enfado, mostrando una mueca-

- Lo hago porque me importas, y tengo miedo a que te suceda algo grave -Dije, mientras inhalaba y exhalaba con dificultad-

Elene cambió de cara tras escuchar lo que dije, siendo que se sonrojó y me miró fijamente. Tras ver por un rato a un nuevo techo con una apariencia estrellada, noté como algo se movía a gran velocidad bajo el agua, a su vez notaba como algo caía desde la superficie. Vi al gran dragón, el cual se posó en una pared mientras me veía. También vi como la criatura submarina de antes, salió del agua mientras montaba su inmensa apariencia de serpiente, siendo que encendió su luz y gritó con fuerza. El dragón se abalanzó en mi dirección, a la vez que la serpiente se abalanzó contra el dragón.

Elene y yo nos cubrimos tras una roca, mientras apreciábamos el gran combate librado entre esas dos inmensas bestias. El dragón lanzaba llamaradas en gran potencia contra la serpiente, siendo que esta entraba en el agua para apagar las llamas. La serpiente le daba cabezazos al dragón, siendo que este aveces perdía el vuelo. Fue una batalla sin descanso, siendo que la serpiente constantemente permanecía bajo el agua. El dragón se prendió en llamas y cargó contra la serpiente, la cual se elevaba, la serpiente aguantó el ataque del dragón, y prosiguió a morder su cola. La serpiente tenía aprisionado al dragón, manteniendole inmóvil, empezó a girar alrededor del dragón, aplastandole lentamente. Tras aplastarle, la serpiente dejó caer el cadáver sin vida del dragón, mientras esta gritaba y aclamaba su superioridad ante el dragón. Elene y yo decidimos huir para luego llegar a una hermosa cueva con diamantes y cristales incrustados. Yo caminaba mientras apreciaba esto, y un río con un color fucsia fosforescente. Decidí sentarme en una roca y ver todo a mi alrededor, mientras Elene se alejaba de mi y hacía algo. Tras un rato, ambos proseguimos nuestro camino y llegamos a unas escaleras en circulo que subían.

Después de subir las escaleras, noté un gran pasillo el cual se me hacía bastante familiar. Tras continuar por el pasillo, llegamos a la cueva que da entrada al campamento que había organizado Honteo. Antes de abrir la puerta, Elene tomó mi hombro y medio la vuelta, para luego ofrecerme un diamante.

-Feliz cumpleaños -Decía ella mientras sonreía de gran manera -

-Gracias... -Aunque no me guste recordad mi cumpleaños debido a que siempre lo celebraba con mi hermano y mi resto de familiares, ¿Como me podía negar a ella?-

-Supongo que ya deben de ser como las siete u ocho de la mañana -Decía mientras permanecía con su inmensa sonrisa-

-Gracias, significa mucho viniendo de ti -Dije mientras le daba un fuerte abrazo-

Levria Victoria y el bosque negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora