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Desde aquella llamada que había recibido de Sophia había estado algo impaciente y nervioso, hacía varios días desde esa llamada y la chica no se había aparecido en su casa desde entonces, ¿qué ocurría? Tal vez le había pasado algo

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Desde aquella llamada que había recibido de Sophia había estado algo impaciente y nervioso, hacía varios días desde esa llamada y la chica no se había aparecido en su casa desde entonces, ¿qué ocurría? Tal vez le había pasado algo.

Negó con la cabeza. No tenía que pensar en lo peor, tal vez, simplemente llamó por accidente y no lo notó, y tal vez, la pelirroja no había tenido tiempo como para ir a casa de Wolfhard. Sí, pensar en eso lo tranquilizaba.

[✰]

—Mills, tranquila. —Dijo Sophia. —Él está bien y, a pesar de estar preocupado, entiende completamente que tiene que darte un poco de tiempo.

La castaña únicamente asintió.

Sus ganas de verlo se habían ido en el momento que recordó la existencia de Addy, sí, era una mala madre por olvidarse de su hija. No tenía ningún problema por ver a Finn, no había problema si tan sólo no fuese madre, pero, en cuando él se esterase de Addy, odiaría a Millie por haberle ocultado la existencia de su propia hija, por haberla alejado de él y no haberle contado, siquiera, que estaba embarazada.

No podría ocultar a Adelaide por mucho tiempo, la pequeña tenía que saber que, después de todo, ella sí tenía un padre y que simplemente no lo conocía porque su madre jamás le había hablado de él y Finn tenía que saber que tenía una hija y que no tenía ni idea de su existencia porque Millie jamás le dijo que estaba embarazada.

Sería odiada por las dos personas que más amaba en el mundo, tenía que prepararse para ello.

[✰]

Pasaron tan sólo dos días desde que Millie había llamado a Wolfhard, las cosas no habían mejorado para la castaña y mucho menos para el pelinegro, quien aún estaba impaciente por ver a Millie.

Brown no se veía del todo bien y Sophia lo había notado, así que había intentado hacerse cargo de Addy durante esos dos días, lo cual, no fue para nada complicado, la pequeña podía parecerse a Finn físicamente, pero no era hiperactiva como el pelinegro. Adelaide podía pasar horas observando a la pequeña Blanca dormir o simplemente sentada en un sofá mirando televisión, cosa que Finn no podría.

La mañana había pasado con rapidez, eran las 2 de la tarde y Millie recién bajaba a desayunar. No pudo dormir durante toda la noche y cuando el reloj marcó las 6 de la madrugada, sus ojos comenzaron a cerrarse.

Millie, ¿todo bien? ¿Cómo te sientes? —Preguntó la pelirroja al notar que la chica bajó la escaleras.

Estoy bien. —Sonrió. —Lo siento, me dormí tarde y hace poco que desperté.

Inglés || FillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora