Inglés || Fillie

18

No había noche en que no mirase aquel anillo que había encontrado hace sólo unos días.

Al mirarlo, no podía evitar imaginar como hubiese sido su vida si nada de lo que causó que ella se haya ido hubiese pasado. Estarían felizmente casados, viviendo los tres en una linda casa y amándose justo como lo habrían prometido.

Había esperado tanto ese momento para que, al final, todo se fuese a la basura. Definitivamente, odiaba a Madison con todo su ser.

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El celular comenzó a sonar, logrando despertar a la castaña. Soltó un bufido y, aún con los ojos cerrados, intento buscar lo que sea que estuviese sonando. Cuando lo encontró, sólo lo tomó y respondió la llamada.

—¿Qué no tiene nada que hacer? Estoy durmiendo.

—Tranquila, Millie. Soy Finn.

—¿Por qué llamas tan temprano? El sol aún no sale.

—Mills, son las doce, el sol salió desde hace varias horas —dice Finn, riendo —. Creí que ya habrías despertado, lo siento.

Ella abre los ojos y al mismo tiempo se pone de pie. —Mierda, es verdad —mira la cama, Addy ya había despertado y seguramente Sophia también.

—Puedo llamar más tarde, si quieres.

—No, está bien. ¿Querías decirme algo? —preguntó, mientras ponía la llamada en altavoz para poder acomodar la cama.

—Es acerca de las clases de inglés de Addy, jamás pusimos una fecha para comenzar con ellas.

—Mierda, tengo la cabeza en otra parte —dijo, mientras acomodaba las almohadas —. ¿Hoy es sábado?

—Sí.

—¿Te molesta si comenzamos hoy? Me había olvidado por completo de eso, aún no tengo nada preparado, pero podemos comenzar con algo fácil.

—Por supuesto, Millie. Tranquila, estoy seguro de que todo saldrá bien —dijo —. Entonces, ¿las espero aquí?

—Creo que sí.

—¿Quieres que vaya por ustedes?

—No creo que sea buena idea, además, no es tan lejos.

—¿Caminarán? —pregunta.