🥀 [Tu Me Perteneces] (Omegaverse)

[ST]Capítulo 9: - Sospechas -

- ¡Por fin! ¡Los 7 pecados capitales se han reunido después de dos años! - presento con la voz elevada, Meliodas. Quien se encontraba sirviendo algunas jarras con cerveza algo espesa pero muy popular por el lugar.

Todos estaban riendo, al igual que comiendo la comida que fue preparada especialmente por Ban. Estar de nuevo en la taberna le traía demasiados recuerdos, desde que piso la puerta principal hace años, como cuando la dejo volando para nunca mas volver o por lo menos eso creía. Ahora estaba envuelto en un lío, aquel se había acostado con su cuñado, con el esposo de su hermana, aquel hombre que en un momento lo odio. Solo estaba tratando de no pensar en el tema, por qué lo que estaba algo alejado de los demás mientras estaba recostado en chastiefol. Veía a todos, la mayoría había cambiado. Ahora Diane estaba con Elizabeth, al igual que su capitán con Gilthunder, cosa que le sorprendía demasiado. La única cosa que no había cambiado era la relación entre su hermana y Ban, aunque si se le podría decir "relación".

Tomó fuerzas de voluntad para volar donde ellos y sentarse en una de las sillas de la taberna y recostar su cabeza en la mesa mientras suspiraba. Hubiera deseado que Helbram estuviera en ese momento, pero, lo malo que no pudo ir por asuntos que ya le contaría mañana.

- Sr King ¿No quiere una jarra? - preguntó la tercera princesa de Lionés mientras tenía una bandeja con jarras de cerveza. Al escuchar su voz levanto su cabeza para mirarla.

Aquel solamente asintió con la cabeza para coger de la bandeja una jarra de madera que contenía cerveza. Lo posicionó en la mesa para sonreír un poco, agarrar con cuidado del mango de la jarra y beber el líquido que contenía. Wow, hace tiempo que no tomó. que Pensó el castaño.

Allí, mientras conversaba con una de las chicas, se disponía ha beber un poco aunque sabía exactamente que estaba pasando con su hermano, el no era así, a menos que este pensando algo que lo atormentaba . Solo decidió seguir tomando ¿que podía hacer? tal vez necesitaba estar solo por unos momentos. Sus pupilas se dilataron al observar la escena, que estaba al frente de ella, no entendía, tal vez era producto del alcohol o que su imaginación le jugaba una mala - muy mala - pasada.

- ¡idiota! ¡quítate! están personas - aquel trataba de quitarse de encima a un borracho albino, quien se había lanzado encima de el castaño y quedado algo adormilado.  - Tonto, apártate.

Solo reía por lo bajo por el comportamiento de su amado hada, aunque sabia que estaba haciendo mal estar en esa posición en esos momentos, pero cuando esta borracho, hace  lo que realmente desea en ese momento. Algo similar con lo de decir la verdad.

La rubia que observaba todo, se froto sus delicados ojos para luego abrirlos y encontrarse a un oji-miel gritándole a su querido esposo, no entendía ¿Qué estaba pasando? Todo era muy raro para ella, solo volteo para mirar a una pareja quien se encontraban abrazados. Aunque al principio no le parecía aquella relación, se fue acostumbrando a aceptar su linda relación de las dos, sabia que para el amor no había ninguna barrera, puedes amar ya sea la persona de tu mismo genero o viceversa después de todo, las únicas barreras que se cruzaban en tu camino, eran tu mismo. 

- Me siento muy feliz - comento una albina quien sonreía con sus dos ojos cerrados aun siendo abrazada por una castaña unos centímetros mas alta que ella.

- Me alegra que ustedes dos se amen mucho - la sonrisa mas dulce había logrado plasmarse en su rostro.

- Mmmm, no se si quieras voltear Elaine - su voz era algo temblorosa.

Sin hacer caso o al menos la recomendación de una de sus mejores amigas, hace exactamente lo que no debería. Ya estaba sospechando, no era normal la actitud de esos dos y lo sabia. Todo se había vuelto totalmente raro cuando se encontraron con su hermano.

Un beso fue depositado en la frente del mas pequeño en altura.

- Te vez tan adorable - dijo a carcajadas.

- Idiota - murmuro por lo bajo tratando de ir donde Meliodas para escaparse del albino.

- Eh, ni lo pienses enano - de su chamarra lo agarro evitando que saliera volando - no querrás interrumpir al capi que esta bien feliz tomando con ese caballero sacro -

- ¡Suéltame¡ - una vez mas grito.

Quisiera que nunca me hubiera encontrado con mi hermano. Pensó una hada observando la escena