🥀 [Tu Me Perteneces] (Omegaverse)

[ST] Capítulo 2: - ¡¿Que hace el aqui?! -

Corría desesperado hacia su casa ¿Por que? Por el simple echo de estar huyendo de la persona que amaba y no poder admitirlo con total libertad, decirlo y gritarlo a los 4 vientos que estaba enamorado del esposo de su querida hermana menor, aunque claramente el quería negarlo de todas las formas posibles. Como pensando en su hermana y en el engañó al igual de las consecuencias que tendría si aquel aceptaba estar enamorado del albino, aunque aquello se suponía que debía haberlo superado de una vez por todas, pero al ver después de 2 años su maldito rostro burlesco, toda la ayuda que había tenido por parte de su mejor amigo, las palabras de apoyo y consuelo cada vez que lloraba el castaño...

Se había echado todo a perder.

Llegó a su casa cansado y con las piernas temblorosas. Sentía miedo, melancolía y sobre todo enojo, apoyándose en la puerta detrás de el se dejo desplomar y las lágrimas brotaban de sus ojos deslizándose con cuidado sobre las mejillas del oji-miel. Abrazo sus piernas mientras escondía su cabeza en ellas donde las lágrimas seguían brotando mostrando el sufrimiento de aquel hada, su dolor de volver a ver a la persona que amaba pero estando en brazos de otra persona, que no podía gritarlo y demostrarlo a todo el mundo.

Después de todo, su naturaleza era sufrir por el amor hacia un alpha, si aquel no podría formar una familia con algún alpha, se le consideraba inútil dentro de la especies de los omegas.

Despertó algo aturdido, no sabía cuantas horas se había quedado dormido en el piso apoyado en una de las puertas que había en esa casa de color café oscuro con pequeños trazos de color mostaza. Se frotó sus delicados ojos que en ese instante estaban tornados de un color rojizo producto de lo que había llorado, se paró con mucha dificultad que podía para caminar lentamente hacía su habitación la cual se encontraba algo cerca.Por un momento se digno a mirar el reloj que marcaba la hora “7:11”

Se alteró un poco por lo poco de tiempo que le quedaba y por lo que había dormido, rápidamente corrió a su baño para desnudarse completamente, abrir la llave y el agua caía  por su piel tan delicada y suave como el algodón. Se echo champú en la cabeza para resfregar. Pasó el jabón por su cuerpo después.

Minutos después aquel castaño ya estaba cambiado con aquella ropa que utilizaría para aquella fiesta que era muy común en la casa de su mejor amigo, era la casa mas grande de todo el pueblo que tenía como dos etapas, una la cual ya conocía y la otra era exclusivamente privado la cual ni el había podido ingresar. La única vez que estubo tan cerca de averiguar que era aquel lugar fue cuando Helbram intento mostrarle, pero desafortunadamente su madre llegó y se armó un gran lío para los dos chicos. Vestía un vestido ancho y muy largo, con aquellos mismos colores que su ropa de varón, justo con su peluca y una diadema blanco.

El timbre sonó haciendo un poco aterrorizar al castaño, pensaba que podría ser aquel que nunca mas quería ver, con el corazón acelerado y con temor en el mismo, caminó lentamente hacia la puerta principal y abrió la puerta. Soltó un suspiro pesado al saber que no era el albino.

- ¿Hasta cuendo vas a seguir fingiendo que eres una mujer? - pregunto el peli-verde al ver al oji-miel vestido de esa manera. Se apoyo en el marco de la puerta para soltar un suspiro de cansancio.

Había llegado corriendo por lo tarde que era para recoger a su mejor amigo por lo cual estaba algo cansado.

- Hasta que sea necesario - confirmo con una sonrisa King para luego cerrar la puerta de su casa y caminar junto con el otro rumbo a la casa del de cabellos verdosos.

- ¿Será aburrido como las anteriores fiestas? - quería asegurarse bien para salir mas temprano. Las anteriores iban adultos y adolescentes de la misma de edad de Helbram, pero los adolescentes no podían hacer casi nada.

- Pff Claro que no. Mi madre me permitió por esta vez hacer una fiesta aparte en la otra parte de la casa - comunicó con mucho entusiasmo - Ah y también no solo mi madre va a festejar el cumpleaños de la vecina, si no también que hay nuevos vecinos

- ¿Encerio? ¿Como son y quienes son? - empezo con las preguntas mientras seguían caminando.

- Mi madre no me dio muchos detalles que digamos, lo único que me dijo que era una pareja muy peculiar - realizo un ademán, claramente a el no le importaba quien sería los nuevos vecinos, lo único que le emocionaba era tener una fiesta aparte de los demás. - Aunque no se si ellos van a estar en nuestra fiesta o en la de mi madre.

¿Pareja inusual? ¿?

Llegaron a la parte trasera de aquella casa donde entraron con mucho sigilo, donde ya la música sonaba a tope, con ¿bebidas? ¿De donde se había sacado eso? Obviamente lo trajeron los otros chicos.

- Dijiste que esta reunión iba a ser a las 8 - cruzo de brazos algo disgustado por la mentira de su mejor amigo

- A ver, te dije a esta hora por que ¿Querias escuchar la charla hacia los chicos a cerca de la responsabilidad? - dicho esto el del frente solo nego con una sonrisa burlona. Para mirar por un costado de King   - ¡Hey tu! ¡¿Por que demonios trajiste bebidas?!  - se aproximo a dos chicos las cuales estaban bebiendo

Sentía que algo malo iba a pasar, su corazón se acelero de manera rápida mientras que olía un olor demasiado agradable para el. Suspiro para irse a donde los asientos y relajarse un poco, por que en ese lugar casi no había nadie. Su vista no era tan mala pero pudo jurar que lo había visto en ese instante. Solo avanzo hasta que alguien lo agarro del brazo haciéndolo retroceder apartándose al cuerpo de alguien.

No...el no era.

- Maldita sea Marcelo, dejame - forcejeo contra el agarre pero no podía, era demasiado débil.

- Ash Queen ¿Por que siempre eres así? - la elevo para de nuevo a pegarlo a el - Siempre estas con Helbram, dejame estar unos momentos íntimos contigo.

- ¡Ni en tus sueños bastardo! -

- Dejala.. - una voz seca pero firme se escucho en el ambiente donde estaban los 2 - Si no quieres que te mate.

- ¡Quien te crees tu! - soltó al castaño volteando para encarar al sujeto que estaba a sus espaldas - u-usted ¿Q-que hace aqui? B-Ban de los 7 pecados capitales...

- Largate ahora - palabras suficiente para que el pelirrojo saliera disparado del momento.

Lo agarró del brazo antes de que el castaño diera un paso.

- ¿A donde crees que vas? -