🍂🍁Astrid Lynn/ Evelyn🍂🍁 Cap. 8
Si obviamente estar en los brazos de Légosi me hacían sentir demasiado bien, pero tenía que aceptarlo no iba a ser lo mismo si desidia por completo estar con él.
Hasta cuándo sentí sus labios impactar contra los míos, intenté resistirme, quería gritarle llena de frustración y confusión, pero al mismo tiempo solo deseaba corresponderle y decirle que lo Amaba locamente, pero
Tenía que seguir fingiendo, a pesar de todo el desgaste físico y emocional que sentía, quería ver hasta donde era capaz Légosi.
Las cosas cambiaron cuando él pronuncio aquellas palabras, mi mente se congelo, mi ser quedo en shock, ahora sí que estaba al borde de la muerte.
Me permití por un momento recapacitar que Légosi no me amaba, es decir, me acababa de dejar caer de un acantilado que literal solo me llevaría a la muerte.
Sentí el aire golpear bruscamente con mi cuerpo, se sentía como golpes, el vértigo me consumía.
Por instinto, comencé a gritar y patalear a la nada como si eso pudiera de alguna manera salvarme de tal destino.
En un punto solo aprete mis brazos contra mi pecho, me coloque en forma fetal, hasta que sentí un pequeño bulto en mi muñeca, era el brazalete que Légosi me había colocado justo antes de tirarme, la sostuve fuerte, cerré fuertemente mis ojos, mis lagrimas se las llevaba el viento, todo pasaba en cámara lenta, dicen los Humanos que cuando estas a punto de morir, vez tu vida como una película, una película rápida, antes del deceso final.
Pero eso no funciona conmigo pues en teoría, yo nunca estuve viva, era lo que se considera energía, técnicamente yo era eterna.
Al momento de arrebatarme todo lo que yo era, mi inmortalidad, y traspasarme a un cuerpo físico, débil y mortal, pase a tener lo que muchos llaman vida.
Aunque si nos metemos en terminología Humana, seria más bien un Zombie, porque a pesar de esto, yo seguía siendo eterna, siempre y cuando tuviera energía, entonces no estaba muerta ni viva.
Conforme a la circunstancia aun no podía odiar a Légosi por completo, lo subestime demasiado realmente creo que siempre lo he hecho.
Creo que ahora comprendía un poco a los enemigos que me dedicaba a matar, es como cuando pierdes algo demasiado valioso para ti, y a parte tener que hacerte la idea de que ibas a morir y lo que perderás no es solo a alguien si no todo, todo lo que conoces, a lo que estas acostumbrado, es cuando te pones a reflexionar sin ningún sentido sobre toda tu miserable vida.
Y te das cuenta de que no cambiarias nada, porque todo te llevo hasta ese punto, y vaya que ahora lo entendía.
Ese era el caso aun sintiendo mi cuerpo caer, no me arrepentía de haber amado a Légosi, y si amado por qué como él dijo "Amaba", porque ahora ya estaba en duda eso, no me arrepentía de haber conocido a Légosi en ningún momento sabía que lo había dicho sí, pero solamente lo decía para dejar en claro eso o más bien para convencerme a mí misma de que así tenía que ser.
Pensé en absolutamente todo, incluyendo en el día en que Légosi me beso por primera vez, tan lindo y hermoso, esos días en los que Légosi no era así de frío conmigo y ahora era un total estúpido...
Llegó un punto en el cual del miedo que comenzaba a sentir, sentir como mis ojos me comenzaban a pesar, cada vez veía un poco más borroso hasta el punto de sentir un sueño realmente profundo, no sabía exactamente porque o más bien, si sabía, todo en ella incluyendo mental y sentimentalmente estaba destrozada al máximo, lo único que alcance a sentir fueron mis lágrimas ahora sí derramarse por mis mejillas y unas manos son teniendo mi cuerpo, de forma algo repentina.
Sentí un cálido cuerpo a mi lado, pero en realidad no podía decir nada, ni protestar, ni agradecer, estaba completamente sin fuerzas, mis sentidos se apagaron y quede profundamente dormida, y aunque esto estaba pasado mi corazón estaba latiendo a mil por hora, mis labios estaban secos, el cabello despeinado, sin importarme nada me deje desvanecer, todo se volvió negro.
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Maldición Eterna [Esta Historia Cambiará a VKOOK, PRÓXIMAMENTE]
RomanceAstrid Lynn era un Ángel, pero no un Ángel normal, tenía el puesto de Arcángel, una posición privilegiada entre ellos, pues eran los encargados de luchar contra Lucifer y Satán. Siempre ganaban, porque tenían de Comandante al Arcángel Legosi Haakon...