Piernas

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🌸

—¡Eiji! —Al escuchar su nombre el joven tritón volteó a ver emocionado a quien lo llamaba.

Eiji no podía creer que su amado Aiden había aparecido, después de tanto tiempo sin él, sentía como su corazón latía de la emoción.

En un ataque de euforia se lanzó a los brazos de Ash y comenzó a llenarle la cara con besos, el rubio a no saber cómo reaccionar ante tan repentina acción del otro, solo dejo que lo besara y abrazar. Después de un rato el tritón dejó de besar al humano y solo se quedó entre su brazos mientras contemplaba su rostro con alegría genuina.

—Dime Ash, ¿ Donde está Aiden? —preguntó sin que de su rostro desaparezca esa sonrisa que tanto le gustaba al rubio.

La sonrisa de Eiji hacía que Ash se enamore más de él, quería  tener la fuerza de voluntad para poder tomarlo entre sus brazos y alejarlo de todo el mundo; quería ser lo suficientemente valiente para tomarlo y besarlo hasta que se olvide de Aiden, quería gritarle que se olvide de alguien que ya hizo su vida y nunca pensó en él ni en un solo instante, quería hacer tantas cosas pero lo único que atinó a decir fue la verdad, la dura y triste realidad.

—Eiji...Aiden hizo su vida. —Desvió la mirada l decirlo.

Esperaba que aquella revelación lo desilusionar y que por fin se diera cuenta que su amor no era tan importante para el otro como lo era para él. 

—¡Y que! —Ash lo miró sorprendido— Era más que lógico que hiera su vida, después de todo es la naturaleza humana.

El rubio había quedado mudo, no sabia que decir lo único que pensaba era el por qué demonios Eiji era tan comprensible.

—Eiji, él te olvido —bramó molesto.
—Como estas tan seguro de que me olvido, acaso el te lo dijo —le dijo con una seriedad que helo la sangre de Ash. 

La cara de seriedad que le dio Eiji al decirle aquello le congeló todo el cuerpo, ciertamente no le preguntó a su abuelo si había olvidad a al tritón, ni siquiera le preguntó sobre él, sabía en  su corazón que su abuelo no lo había olvidado, porque si hubiera hecho no le hubiera dicho sobre "la sirena", su abuelo era un enigma. 

—¡No lo sabes verdad! —sonríe—. Esta bien Ash, ¡Quiero ir a verlo!

La declaración del tritón lo había sacado de órbita, era comprensible que Eiji quisiera ir a ver a su amado, pero no estaba preparado para ello, no todavía.

—Por supuesto, pero no te aseguro cuando lo podré traer, ya sabes va ser complicado pero lo traeré hacia ti —sonríe, no quería hacerlo,en definitiva no quería.

—No entiendes Ash —la sonrisa que Eiji le da le desconcierta un poco—.  Yo voy a ir hacia él, así que prepárate me tendrás que guiar.
—¿Como? —la pregunta se quedó en el aire ya que el tritón lo cayó con un dedo en sus labios.
—Ash, no Aslan —sonríe tímidamente—, tú  vas a ser el primer ser humano en ver esto.

Eiji se tiró al agua ante el asombro del humano, después de uno minutos sale a la superficie estirando su mano para que Ash la tome y lo ayude a salir. Ya estando fuera del agua, el rubio se da cuenta que este ya tiene lo que lo hacía parte pez.

—¡Eiji! —la parte inferior ahora era la de un ser humano como cualquier otro—. ¿Como?
—Todos los tritones podemos separar nuestras cola, pero es algo muy doloroso —dice con una mueca de dolor en su rostro, se lo veía cansado. Era obvio que el separar su cola lo había agotado de sobre manera.

True love has no kindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora