Una canción feliz

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Después de unos escasos segundo que había durado el beso, Ash se encontraba anonadado, no era normal lo que acababa de suceder y para su suerte Yuuri había ingresado a la habitación, solo para verlo  rojo como un tomate, a Eiji sonriéndole risueño y  a su amado esposo e hijo burlándose del pobre rubio.

—¿De que me perdí? —Fue directo hacia Ash y tocar su temperatura, quería comprobar si este no se encontraba enfermo.

—De lo que parece ser un reencuentro de amantes mi querido Yuuri —el hombre albino seguía con las burlas hacia el rubio. En cambio Yuuri miro a Eiji interrogante.

El tritón sabía que el japonés deseaba una explicación, no sólo de las palabras dichas por el pelícano si no que también quería que le explique porque se encontraba casi desmayado en la calle. Eiji estaba dispuesto a darle las explicaciones pero un rugido proveniente de su estómago lo hizo callar y enrojecer.

Yuuri les había preparado una deliciosa comida típica japonesa, mientras que Ash y Víctor halagaban la comida del japonés, Eiji se sentía nuevamente "celoso", él no sabía hacer lo que el otro muchacho si, nunca en su vida tuvo que aprender a cocinar como lo llamaban los humanos, el solo cazaba su comida y se la comía. El tritón tendría que pedirle amablemente a Yuuri que le enseñe "cocinar".

Luego de que hayan comido, Víctor dijo algo sobre hacer que Chiko dijera la comida y darle un momento para hablar, tomó su abrigo y el del pequeño.

Estando solo con el rubio y japonés, el tritón comenzó a sentirse nervioso, quería estar junto a Ash pero no sabía cómo, quería quitarse todas las sensaciones feas que tenía hacia Yuuri pero no sabía cómo, las sensaciones humanas eran tan complicadas pero quería intentarlo, no solo por él sino por el bien del rubio. El japonés los guió hasta un la pequeña sala, donde se sentaron, Eiji comenzó a ponerse nervioso, Yuuri le pregunta por qué se había desmayado en la calle, que porqué no estaba con Aidan, lo había atacado con muchas preguntas, el tritón se sintió mareado por todas ellas, pero aún así decidió contestar cada una de ellas con calma y tratando de ser preciso.

Luego de una detallada explicación, al japonés no le parecía convincente que Eiji solo haya querido buscar a Ash para hablar.

—Eiji, tengo una pregunta para ti. ¿Qué es lo que realmente sientes por Ash? —Yuuri no se creía lo que decía el otro hombre, él no puede creer que de la noche a la mañana a Eiji le cambien los sentimientos por su amigo, no iba a permitir que le siga haciendo daño a Ash.

—Él es mi alma gemela —desviaba la mirada, no le gustaba la forma en que lo veía el otro japonés.

—Te pregunte qué sientes por él, no que era para ti —un suspiro agotado escapó de los finos labios—. Eiji, dime que sientes por él, es lo mismo que sentías por el señor Aiden o el sentimiento es mayor.

Eiji no sabía qué contestar, ciertamente aun amaba a Aiden, sus sentimientos oír el hombre no cambiarían, a Ash lo quería no de la misma manera, no pude definir sus sentimientos por el rubio cuando el mismo no se entiende, pero sabe que por Ash la cosa es mucho más seria, sabe que si no está a su lado que si no intenta aferrarse a ese sentimiento to que está saliendo a flote se odiaría de por vida.

—Ash es mi alma gemela, lo que siento por él no lo puede explicar y mucho menos se puede comparar con lo que siento por Aiden —los ojos del tritón comienzan a humedecerse—. Nunca olvidaré lo que siento por Aiden, pero se que lo que siento por Ash es muy Real y quiero aferrarme a ese sentimiento, soñaré egoísta pero quiero sentir lo mismo que Ash, quiero que esté a mi lado, que me mire, que me mime, que me abrace, quiero todo de él. 

El rubio se había quedado sin palabras, nunca esperó escuchar tal confesión de Eiji, sabía muy bien que su amado tritón nunca cambiaría lo que sentía por su abuelo pero nunca esperó ser parte también de su corazón, era feliz muy a su manera.

—¡Ash! —Yuuri vio como el rubio se había puesto de pie y abrazó al otro muchacho.

—Eiji, te amo y no quiero que te aferres a mi solo porque pienses que me puedes perder —beso con delicadeza la frente del otro—. Nunca me iré de tu lado, aunque no me ames siempre estará junto a ti, así que por favor no te fuerces a corresponder mis sentimientos.

—¡Ash! —Eiji se aferró con todas sus fuerzas a los brazos del rubio y lloró como nunca.

Yuuri los dejó solo, ese era un momento íntimo para la pareja así que decidió ir en búsqueda de su esposo.

….

Después de haber estado un buen rato en la casa de la pareja, tanto Ash como Eiji decidieron irse a "casa". 

El rubio llevaba en brazos al tritón, a Eiji le dolían horrores las piernas, cualquiera que los viera pensaría que era una pareja de enamorados descaradas, pero no había nadie a esas horas de la noche. Fueron directamente hacia la playa, más precisamente donde se encontraban las rocas con pico, el lugar donde se conocieron.

Al llegar Ash sentó a Eiji en la Roca de siempre, ya sentado en el lugar el tritón comenzó a despojarse de la fastidiosa ropa que llevaba, al verse completamente desnudo no dudo ni un segundo y se lanzó al océano. Ash miró el agua por lo que le pareció una eternidad, se sentía ansioso pero toda tipo de preocupación desapareció cuando en el agua se vio a Eiji asomándose y sin esfuerzo alguno regreso a la roca, en ella Ash pudo por fin pudo volver la hermosa cola que le pertenecía a su alma gemela.

—En un principio ver esa cola me aterraba, pero ahora me parece la cosa más hermosa del mundo —comentó feliz.

—Mi cola es considerada por todo el océano como la más hermosa Ash, tienes el privilegio de contemplarla —la forma coqueta en la que le contestó al rubio, fue demasiado para el humano— Ash, ¿Quieres escucharme cantar? —la voz del tritón sonaba avergonzada.

Ash no dudó y afirmó con la cabeza. 

La voz de Eiji era hermosa, cuando el par se conoció fue gracias a la melodía triste que cantaba el tritón, pero ahora Eiji le iba a demostrar lo feliz que estaba con el rubio. La nueva canción hizo que la cara de Ash se ruborizó a niveles exagerados, esa canción Eiji se la cantaba a él y era una melodía feliz, lo que significaba que él lo hacía feliz.

Ash pensaba que podría morir en esos momento y no le importaría, solo porque Eiji era feliz.

True love has no kindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora