Fin

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Los días pasaron, la relación de Eiji y Ash poco a poco se fue fortaleciendo, todos los días se veían nuevamente en las rocas en punta, aunque Ash le había dicho al tritón que podía quedarse todavía en la casa de su abuelo, el tritón declinó la oferta alegando que tener piernas era muy doloroso y si seguía en la casa no estaba seguro de prestarle la suficiente atención a él ya que muy probablemente querría estar con Aiden, puede estar muy emocionado con su alma gemela, pero Aiden era Aiden.

Yut y Shorter partieron a EE. UU. unos días después de la sinceridad de Ash y Yut. Aunque en un principio Shorter quiso romperle la cara a su mejor amigo por haberle roto el corazón al más joven, no pudo, Yut le había confesado que ellos no se querían como este creía, que lo mejor era terminar su relación antes de que se vuelva más tóxica de lo que era.

Yuuri nunca se enteró de que Eiji era un tritón, así que el día después de que Ash se haya ido junto al otro hombre, le preguntó si todo se había solucionado y si era así donde se encontraba Eiji. Ash solo le pudo decir que las cosas de ahora en adelante irían bien y que ya no tenía que preocuparse tanto por él, que ahora que Víctor había regresado de su viaje ya podía pasar más tiempo con su hijo y dejar su trabajo. Yuuri solo trabajaba cuando Víctor se encontraba de viaje ya que encontraba el trabajo entretenido, ciertamente nunca le gustó dejar a Chiko solo pero este encontraba muy feliz con los cuidados de su niñero Dai, se podría decir que el pequeño tenía un crush con este.

Barabara por otra parte si se enteró de la verdadera naturaleza de Eiji, su amado padre le había narrado su historia de juventud, en un principio no lo creía, para ella el mundo en sí ya era loco pero no tan loco, y saber que su padre estaba enamorado de un ser marino y peor aún que su hijo lo esté en la actualidad hacía que su cabeza duela a mil, pero una parte muy pequeña de sí lo creía.

Aiden por su lado era feliz, su hija había estado haciendo algunos papeles para vivir en Japón junto a él, su nieto también hacía lo mismo y siempre le contaba lo que hacía en su día a día con Eiji. De joven Aiden no creía que algún momento de su vida viviría para ver a todos sus seres amados sonrientes y felices.

El pueblo que se encontraba en la costa, que estaba tan acostumbrado a oír a la "sirena" cantar con melancolía, aún se les hacía difícil aceptar que ahora cantaba muy feliz, todavía temían por las supuestas represalias que tomaría el Dios del océano.

….

Con el tiempo que se iba como agua en las manos, un cinco de mayo Aiden Callenreese murió con una radiante sonrisa, a su lado se encontraba su hija y en sus brazos se encontraba el más joven de sus nietos, Allen, sentado en una cilla a su otro lado se encontraba el que una vez fue uno de sus más grandes amores Eiji, mientras abrazaba con fuerza a su hijo mayor, Ray, que lloraba desconsoladamente. 

Lo último que Aiden vio en vida fue la sonrisa de su querido nieto, Aslan, que en un susurro le decía que lo quería y que espera que en su otra vida encuentre a quien más lo amó.

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2020 ⏰

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