El vínculo-Editando

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Aiden

Estoy más jodido en cuanto a mis sentimientos de lo que creía. Cada vez que Kiara me mira reacciono, ya me había acostumbrado a ello, pero ahora mi cuerpo reacciona aun más cuando siento que me toca. Lo sentí la noche en la que me quedé durmiendo en su habitación. Cada vez que me toca, siento como una descarga eléctrica recorre todo mi cuerpo. No voy a mentir, se siente de maravilla, pero eso de estar enamorándome de ella cada vez más me está pasando factura. Quiero interpretar sus gestos como señales de que ella siente lo mismo por mí, pero no estoy seguro de ello al cien por cien.

Ahora mismo me siento genial teniéndola casi acostada sobre mi espalda mientras avanzamos en dirección al lugar que quiero enseñarle. El lugar se ve mucho más bonito cuando hay luna llena, pero con la luna que hay hoy también tiene su encanto. No le dije el lugar y Kiara tampoco preguntó, al principio creí que le daba igual, pero por los latidos de su corazón sé que se muere de ganas por saber dónde la llevo. El lugar se encuentra en lo más profundo del bosque, dudo mucho que alguien sepa de su existencia, y eso es algo que lo hace aun más especial. Tengo la ligera impresión de que si lo llega a conocer más gente, éste perderá su encanto de alguna forma, a veces es mejor mantener en secreto este tipo de lugares para que puedan seguir siendo obras de la naturaleza.

Noto como Kiara se pega un poco más a mí. Podría haber traído una cazadora para dejársela, pero en aquel momento no tenía pensado traerla aquí. Ella lleva una cazadora que parece abrigarla, pero hasta yo siento que cuanto más cerca de las montañas estamos, la temperatura es más baja. Empiezo a correr a más velocidad, aunque no pienso darlo todo, no quiero que le pase nada a Kiara.

Cuando ya estamos a escasos metros me paro. Kiara se despega un poco de mi y mira hacia delante. No creo que pueda ver mucho a pesar de que la luz de la luna ilumina un poco el paisaje. Me agacho y ella baja. Una vez abajo me transformo. Me gusta la emoción que desprenden sus ojos cada vez que lo hago, sucede en ambos cambios, se queda fascinada al verlo y eso hace que sienta calidez en mi interior. Kiara me mira sonriente.

- Ya casi estamos.

La cojo de la mano. Está algo más fría que la mía. Antes de que empecemos a caminar me sitúo delante de ella cogiendo sus manos entre las mías. Siento como su cuerpo se estremece ante mi tacto, pero me regaño por ver señales donde no las hay. Acerco nuestras manos a mi boca y las caliento con mi aliento. Cuando termino la miro.

- Gracias.

- Para la próxima traeré una cazadora, unos guantes y un gorro, me olvidé que aquí hace más frío que en Rocky Cave.

- Vale.

Vuelvo a cogerla de la mano y empezamos a caminar. Minutos más tarde nos encontramos ante lo que se parece a una ranura entre las montañas. La miro y veo que observa todo con mucha atención. Sabía que nunca había estado aquí. Entramos.

- No veo nada.

Cierto, no tiene mi visión, me siento como un idiota al no haberme percatado de ello.

- Sube a mi espalda.

Me pongo en posición de sentadilla para que pueda subir. Enreda sus piernas en mi cintura y se sujeta de mis hombros. Coloco las manos en sus muslos para que no se caiga. Cuando empiezo a ver la luz al final del túnel me paro y Kiara baja. Ahora que puede ver se adelanta y sale. La sigo.

- Vaya- dice sorprendida al ver el panorama que tiene delante de ella.

Se trata de un lago. A simple vista y de día no parece gran cosa, pero con la luna iluminándolo parece como si se tratara de un lugar lleno de magia. La miro y por su expresión sé que está maravillada con el lugar. Como dije antes, se trata de un lago entre montañas. Los bordes de éste están adornados con rocas de diferentes tamaños y formas. Ahora no se puede apreciar, pero de días este lugar está lleno de flores y pájaros, mariposas y algunos animales de pequeño tamaño, un verdadero paisaje.