Kiara
- ¿Qué tal el fin de semana?- pregunta Emma mientras vamos a clase.
- Un asco, entre la exposición de hoy de Historia y el examen de Matemáticas de mañana, estoy agotada de todas las maneras posibles.
- Te entiendo, la presentación la tengo pasado mañana y el examen de mañana no lo llevo demasiado bien. Según he oído, el profesor Martin es bastante capullo, así que tendré que pedirte que me ayudes.
- A Logan se le dan mejor las mates que a mí- es cierto, soy muy buena en la asignatura, pero Logan es mejor, sabe explicar mejor.
- Créeme, si voy a su casa haremos de todo menos estudiar.
Siento como el calor sube hasta mis mejillas.
- No necesitaba saberlo.
- Te has puesto roja- se ríe- Me ayudarás ¿verdad?
- No tengo otra opción.
Emma me da un abrazo y vamos a nuestra clase con ella dando saltitos llamando la atención de los demás alumnos que se encuentran en el pasillo.
- Señorita Lynwood, he de admitir que esta es la mejor exposición que he visto en muchos años- la miro extrañada- No tenía puestas muchas esperanzas en usted, pero creo que estaba equivocada, buen trabajo.
No doy crédito a sus palabras. Es cierto, la asignatura se me da fatal y también sé que no le caigo muy bien a la profesora, pero lo que acaba de decir me parece excesivo, más aun cuando lo ha dicho en voz alta y delante de mis compañeros. Inspiro varias veces mientras voy a mi asiento. Emma se muerde el labio inferior con fuerza, como si estuviera conteniendo la risa, y luego pone los ojos en blanco y menea la cabeza. Ella tampoco le cae bien a la profesora así que ambas estamos al mismo nivel. Durante las tres siguientes exposiciones que quedan, la profesora no para de ponerle pegas hasta a las comas mal colocadas. Solo una de ella se salva, que al parecer es igual de perfecta que la mía. No voy a mentir, las horas en las que hay exposiciones son las que más me aburren, puede parecer una falta de respeto hacia mis compañeros, pero no puedo con ello, simplemente me aburro, también me pasa con las que hace Emma. Supongo que ya no tengo remedio.
Las horas que quedan para la comida pasan rápido. Aiden y yo seguimos sin dar demasiadas muestras de afecto por los pasillo del instituto, a pesar de que probablemente a todo el pueblo sabe que estamos juntos. Ya en el comedor vemos que los chicos no están. Emma se encoge de hombros quitándole importancia a su ausencia. Si ella lo hace yo no tengo por qué preocuparme. Cogemos las bandejas y cuando nos sirven la comida nos dirigimos a la mesa de siempre. Comemos en silencio cuando me doy cuenta de que Emma tiene una expresión algo rara.
- ¿Estás bien?- pregunto.
Sacude la cabeza para volver a la realidad y me mira.
- Si, solo estaba pensando.
No me da tiempo a preguntarle en qué estaba pensando porque Logan nos interrumpe.
- Creo que tendré que pedirte que hagas mi trabajo de Historia- dice mientras saluda a su novia.
Una manos cogen mi cabeza y la echan ligeramente hacia atrás. Es Aiden, y me da un beso en la frente a modo de saludo.
- Ponte en la fila, yo voy primero- bromea Aiden, lo 'se por el tono de su voz.
Ambos se ríen.
- Sinceramente no entiendo cómo ha podido alabar tu trabajo cuando en clase no para de llamarte la atención.
- Todos sabemos que sus clases son de lo más aburridas, no es de extrañar que hablemos, lo que pasa es que tenemos mala suerte y siempre acaba pillándonos, pero no somos las únicas- nos defiende Emma.
Los dos me miras.
- Lo que ha dicho ella- miro a Logan- ¿Todavía no has empezado?
- No, sabes que me gusta dejar las cosas para el último minuto. Nos viene de familia ¿verdad Aiden?- él asiente y se lleva un suave golpe en el brazo.
- Mañana es el examen de Matemáticas, decidme que lo lleváis igual de mal que yo.
Los tres asienten.
- Lo peor es que no sabemos cómo va a ser, ese hombre puede acabar con nosotros con un solo papen con tinta- se lamenta Logan.
- Haremos todo lo posible por sacar al menos el aprobado.
Y así es como pasamos la tarde del miércoles, estudiando. Por lo que sé, los chicos, nuestros chicos, hicieron lo mismo.
- Estoy atacada- dice Emma .
- Yo estoy igual, esperemos que no se pase con las preguntas.
- A mí lo que más miedo me da son los problemas, porque las hojas que nos dio generaban demasiada confusión- Logan está igual que nosotras.
Por el contrario Aiden parece muy tranquilo.
- No pareces nervioso.
- No lo estoy.
- Presumido- murmuro con mala cara sabiendo que él lo ve.
Giro sobre mis talones con además de irme pero siento como me agarra del brazo de forma suave. Me paro pero no me giro para mirarle. Su aliento hace cosquillas en mi cuello y su susurro provoca una oleada de electricidad que se extiende por todo mi cuerpo.
- ¿Qué has dicho?
- Que eres un presumido.
- Un presumido del que estás totalmente enamorada.
Antes de que pueda responderle, me gira y me da un beso. No es muy largo pero logra dejarme sin aliento. Todavía estoy cerca de él cuando escucho una voz.
- El instituto no está para las muestras públicas de afecto- Aiden se pone tenso al escuchar la voz del profesor Martin, yo ni siquiera soy capaz de mirarle por lo avergonzada que estoy- Si quieren hacer este tipo de cosas mejor quédense en casa.
Solo rezo para que Aiden no le responda, porque como lo haga, se va a armar una buena. Por suerte no abre la boca y escucho como el profesor se dirige al aula, lo malo es que le toca clase con nosotros.
- Mañana nos vemos lobita- se despide de mi como siempre con un beso en la frente. Pongo mala cara.
- Eso no hará que cambie de opinión, beso de despedida en la frente, y aunque hagas pucheros no pienso hacerlo de otra manera.
Le sonrío. La verdad es que me encantan esos besos en la frente, y me gusta que sean los del hasta mañana, porque si fueran de los que me da cuando estamos solos, no le dejaría irse nunca.
- Buenas noches peluche.
Espera a que entre en casa, cuando cierro la puerta tras de mí, no me hace falta mirar por la ventana para saber que sigue allí, nunca desaparece hasta que ve que enciendo la luz de mi habitación. Subo las escaleras y enciendo la luz. Cuando llego a la ventana, Aiden ya no está.
Me estoy haciendo una coleta cuando escucho que el móvil vibra sobre mi cama.
De Emma: "Hoy llego tarde, no me esperes"
Yo: "Vale :("
De Emma: "Nos vemos en clase"
Y añade una carita con corazones a su alrededor. Sonrío a la pantalla.
No es la primera vez que voy sola a clase, pero no es muy de mi agrado, y menos hoy, que el cielo está encapotado. Salgo de casa con los auriculares puestos sumergida en la letra de la canción que suena en estos momentos. De la nada siento como alguien pone algo mojado sobre mi boca, intento zafarme pero ni siquiera tengo tiempo de gritar o avisar a Aiden, todo se vuelve negro y pierdo el conocimiento.
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El vínculo-Editando
Teen FictionKiara Lynwood creía que sus dos últimos años de instituto iban a pasar sin incidencias, pero parece que la vuelta de Aiden Hunter va estropear sus planes, ¿o tal vez no? Aiden Hunter dejó el pueblo sin dar explicación alguna. Ahora que está de vuel...