Aiden
No tengo ni idea de cuantas horas llevo sin dormir. Tampoco he ido a clase. Mi única prioridad ahora mismo es encontrar a Kiara. La policía también está ayudando, pero no sirve de nada, ni siquiera yo puedo comunicarme con ella a nuestra manera. Es lo que más me preocupa, no poder comunicarme con ella, no debería estar pasando y eso me está sacando de quicio. No exagero cuando digo que ya he recorrido todo el pueblo y las afueras al menos dos veces. Pero no hay forma de encontrarla. El cansancio me está consumiendo y a pesar de que me niego a cerrar los ojos, no creo que pueda aguantar mucho más sin dormir. Entro en mi habitación y me siento sobre la cama. Siento e l cuerpo muy pesado y me tumbo de espaldas. Mis ojos se cierran automáticamente y no recuerdo nada más.
- ¿Peluche?
Me levanto de un salto como si tuviera resortes en la espalda.
- Kiara, ¿puedes oírme?
No se si es porque estoy nervioso, pero el tiempo que tarda en contestarme se me hace eterno.
- Si. Dios Aiden, necesito que me encuentres- su voz se rompe al pronunciar la última palabra.
- Estoy haciendo todo lo que puedo, pero no damos contigo. ¿Sabes dónde estás? - las lágrimas trazan su camino por mis mejillas.
No soporto que su voz suene rota y que llore.
-No lo sé Aiden, creo que la habitación está en un sótano porque no hay ventanas y se escucha el crujir de unas escaleras cuando el hombre baja a dejarme comida.
- ¿Estás segura de que se trata de un hombre? -la respuesta es obvia pero aun así pregunto.
- Totalmente segura. Intenté escapar, y cuando le empujé habló. De hecho, su voz me resulta conocida, pero no logro ponerle cara.
- Vale, no te preocupes. Te encontraré. Por ahora me basta con saber que estás bien. No sabes lo mal que lo he pasado desde que supe que te secuestraron.
- Date prisa Aiden, no sé si estaré bien por mucho tiempo- siento una punzada en el pecho al escuchar sus palabras, y no quiero pensar en qué puede pasarle.
- No pienses eso, te voy a encontrar y vas a estar bien. Te lo juro.
- Vale- responde abatida.
Bajo las escaleras lo más rápido que puedo y salgo en dirección a la casa de Kiara.
- Entonces ¿sabes dónde está? - pregunta su padre.
- No, pero está bien.
- ¿Cómo lo sabes? – ahora es su madre quién pregunta.
¿Cómo demonios les explico que puedo hablar con su hija telepáticamente? Ni siquiera yo sé cómo es eso posible.
- Por favor, confiad en mí, he hablado con ella y está bien, no la han hecho nada. Me dijo que la secuestró un hombre porque intentó escapar, pero no pudo. También me dijo que su voz le resultada muy familiar pero no recuerda a quién pertenece.
- Entonces podemos rastrear su móvil y así sabremos dónde está- propone su madre.
No me queda más remedio que decirles la verdad, aunque ahora no es algo importante.
- Eso no será posible- ambos me miran- Puedo hablar con su hija telepáticamente.
Los dos me miran aun con más asombro que antes. Su padre es el primero en darse cuenta de que debe hablar.
- ¿Cómo es eso posible? - pregunta.
- No lo sé, se supone que solo podemos comunicarnos de esa forma entre nosotros.
- Exacto. Entonces ¿cómo es posible que tu y Kiara podéis comunicaros así?
- Ya basta Mason, lo que importa ahora es encontrar a Kiara. Al menos sabemos que está bien dentro de lo que cabe. Así que debemos ponernos manos a la obra y encontrarla cuanto antes- dice la señora Lynwood con tono tajante.
Se me ocurre una idea, aunque no estoy muy seguro de que funcione.
- ¿Lobita?
- Dime.
- Tengo una idea, pero no sé si va a funcionar.
- Lo que sea con tal de salir de aquí.
- Me has escuchado aullar por lo que sabes más o menos cuando soy yo quien lo hace. Voy a ir al lugar en el que encontré tus auriculares y aullaré. Tienes que decirme si lo escuchas o no. No es muy eficiente que digamos, pero podemos intentarlo. Para ello tienes que concentrarte en mi o en mi voz, cualquier cosa relacionada conmigo para que puedas escucharme.
- Vale.
- ¿Logan? - pregunto cuando le veo en el lugar en el que encontré los auriculares.
- Hola, ¿sabemos algo de Kiara?
- Solo que está bien- mi primo me mira sin entender- Puedo hablar con ella a nuestra manera- Logan abre mucho los ojos como señal de completa sorpresa. Piensa decir algo, pero le corto antes de que las palabras salgan de su boca- No tengo ni idea de por qué podemos, pero es así.
- Estas rarezas solo te pasan a ti- sonríe levemente meneando la cabeza.
Mi primo está de acuerdo que conque pienso hacer e incluso se muestra más positivo que yo ante mi idea. Aúllo una vez espero escuchar la voz de Kiara. Pasan unos segundos y nada.
- ¿Acabas de hacerlo?
- Si- respondo demasiado entusiasmado- ¿Me has oído?
- Si, pero algo muy leve. ¿Eso qué significa?
- Qué estás lejos de donde estoy yo. Pero al menos ha funcionado. Te prometo que en unas horas te encontraré. Tu solo concéntrate en mi y en mi voz.
- Vale.
- ¿Y bien? - pregunta mi primo.
- Me ha escuchado, pero no tan claro como me gustaría.
- Está lejos entonces- asiento- Movámonos un poco y veremos si algo cambia.
Durante las siguientes horas nos movemos en todas las direcciones posibles. Las distancias no soy muy largas porque cada paso que damos cuenta, por lo que no avanzamos tanto como querría, pero al menos estamos más cerca de Kiara, cada vez me escucha más fuerte.
Logan pensó en avisar a sus padres, pero decidimos que es mejor esperar porque por ahora no tenemos casi nada, bueno eso no es del todo cierto porque nos vamos acercando, pero hasta que no sepamos dónde está o estemos muy cerca de ella no creo que sea buena idea.
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El vínculo-Editando
Teen FictionKiara Lynwood creía que sus dos últimos años de instituto iban a pasar sin incidencias, pero parece que la vuelta de Aiden Hunter va estropear sus planes, ¿o tal vez no? Aiden Hunter dejó el pueblo sin dar explicación alguna. Ahora que está de vuel...