Capítulo II

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Baek no podía estar más enterrado bajo sus deberes universitarios y su trabajo, sus músculos del cuello y de los hombros parecían pesadas rocas. Un masaje, eso era lo que necesitaba, porque su idea de dar un paseo por las cercanías fue un completo fracaso. Incluso en su caminata no podía apartar la vista de su pequeña libreta, tal vez abrigarse más hubiese hecho su regreso más grato ya que la calidez del café no le resultaba suficiente.

Tareas que finalizar al llegar a casa y cosas que memorizar mientras andaba, su cerebro absolutamente concentrado en sus pendientes le hizo dar un paso en falso. De no ser porque alguien sujetó con fuerza su brazo, hubiera sufrido una violenta caída y, en el peor de los casos, de adentrarse en el arroyo.

-¿Te encuentras bien?

-Sí, muchas gracias por ayudarme- le dijo Baekhyun al joven que lo ayudó.

Había derramado un poco de su caliente bebida, respiró aliviado al notar la perfecta condición de su atuendo. Su salvador tenía el cabello negro que contrastaba con su piel blanca, ojos grandes y labios esponjosos que enfocaban la atención sobre el rostro, parecía un par de años menor que él.

-Estaba distraído- se excusó el castaño intentando ignorar la molestia en su tobillo.

Se hallaba en una situación que no planeaba alargar más de lo necesario, ese fue su pensamiento antes de ver a otro hombre acercarse a ellos. No podría asegurar cuántas capas de ropa portaba Sehun bajo la oscura gabardina, pero la combinación le sumaba elegancia a su presencia. Aunque no le sorprendía que tales piezas encajaran a la perfección pues el alto era de esas personas con un cuerpo perfecto, que transformaba cualquier zona en una pasarela.

Había pasado aproximadamente un año y medio desde la última vez que coincidió con el heredero de los Oh, la altura del susodicho se incrementó, ahora ya superaba la suya por más centímetros; los cautivantes ojos se observaban bien definidos sin la presencia de los lentes; el cuerpo tenía más musculatura, se notaba a pesar de aquellas telas que intentaban ocultarlo.

-¿Baekhyun?- pronunció Hun, confundido por ver al aludido en el lugar.

-¿Lo conoces, bebé?- cuestionó Guanlin, ayudando a su novio con los calientes aperitivos que cargaba.

Desagrado, esa era la única palabra que podría justificar las náuseas de Baekkie al escuchar el apodo. ¿Por qué las parejas se empeñan en ponerse sobrenombres? ¿Era mucho exigir que se llamaran como sus actas de nacimiento dictaban? No lo entendía y nunca lo haría.

-Es hermano de Chanyeol.

-¿En serio?- preguntó el joven Lai, sorprendido por la respuesta-. Lamento haberte tratado de una manera tan informal, incluso ahora- sonrió torpemente.

-No hay problema- Baek alzó sus comisuras.

-Míralo, bebé. Está azul por el frío, deberías prestarle tu gabardina- sugirió el menor de todos, aunque su mano ya se encargaba de retirar dicha ropa.

A Baekhyun no le sorprendía la atención que recibía por parte del otro. Guanlin, hijo menor de la familia Lai, quienes iniciaron una relación de negocios con sus padres con tal de expandir su comercio fuera de Taiwán. El chico era de la misma edad que Sehun y, si no recordaba mal, asistían a la misma Universidad.

-No es ne...- el mayor calló cuando Sehun lo resguardó con la prenda.

El rostro ajeno estaba convirtiéndose en el de un hombre maduro, con facciones extremadamente definidas; no obstante, lo que capturó su atención fue la alegre mirada y la sonrisa dirigidas al más pequeño de los tres. ¿Acaso Hun no se percataba que el lugar en donde se conocieron yacía a metros de ellos? No poseía la memoria completa ya que parte de ésta la conservaba Haneul; sin embargo, Chanyeol le proporcionó las piezas faltantes: el menor lo había encontrado en el puente y le regaló su abrigo. ¿No notaba que repetía la misma acción de aquella noche? Aunque no debía considerarlo algo tan importante, su interior le exigía hacerle recordar al otro y pedirle que no arruinara la zona con la presencia del tercero.

Know you «SeBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora