Capítulo V

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A Sehun le pareció que esperó una eternidad para que el fin de semana llegara, como solía ocurrir cuando aguardas con emoción el arribo de algo. Ver una película en el cine, disfrutar de una buena comida con la mejor compañía y visitar el arroyo donde se conocieron, fue su plan para ese día y no lo consideraba malo para una primera cita. Aunque, el que Baekhyun no supiera que se encontraban en una, disminuía su ilusión.

Habían conversado sobre trivialidades, bromeado y reído juntos; antes, consideró imposible que una risa pudiese alegrar el día de alguien, hasta que le ocurrió a él con Baek.

La lluvia los atrapó debajo del puente, acompañados por el constante sonido de las gotas al impactar el suelo. Los pies helados y las manos entumecidas, incluso estando cubiertas, le recordaban constantemente la baja temperatura y le permitían adivinar el frío que su acompañante sufría. Desafortunadamente, en esa ocasión no contaba con un abrigo que ofrecer o un par de guantes siquiera.

-¿Terminaste con tus tareas?- preguntó Hun, mirando de reojo al mayor.

-No, hay un trabajo que se me está complicando- dijo Baekkie, observando al otro con detenimiento. Sonrió finamente. 

El castaño perdió su mirada en el grisáceo paisaje, no se percató del recorrido de los ojos ajenos sobre su silueta, redonda a causa del abundante ropaje. Sehun se concentró en las rosadas mejillas y en la nariz roja... Adorable. Todo en Baekhyun le parecía así, convertían la piel del contrario en un imán para sus yemas. Quería acariciarlo y descubrir la suavidad de los pétalos de las rosas en aquella epidermis.

El alto vio el vaho escapar de la boca impropia, los labios competían con el color del rubí y se cuestionó si también lo harían con el sabor de las fresas. Desvió su mirada al sentir su propio sonrojo... Estaba perdido, atrapado en una red invisible que había sido tejida por Baek desde  que eran niños. De acuerdo a sus investigaciones en Internet, lo ideal era esperar un tiempo considerable antes de iniciar otra relación, pero habiendo disfrutado tanto la compañía del mayor, se preguntaba si realmente le importaba lo que pensaran los demás, después de todo, era su vida.

Si el cielo continuaba llorando, el agua se saldría del arroyo y cubriría el camino, a su compañero parecía no importarle. Enfocado en la vista, recordó un gusto secreto y le surgió la necesidad de compartirlo con Baekhyun.

-¿Sabes? Cuando me siento agobiado y el clima está así, me agrada pararme bajo la lluvia y sentir como si se llevara mis problemas.

-Y terminas con un terrible resfriado- bromeó Baekkie, su sonrisa desapareció cuando el panorama fue bloqueado por la figura de Sehun. El diluvio caía sobre de el menor pero éste lucía alegre al estirar su mano.

Tardó varios segundos en comprender lo que sucedía, después aceptó la invitación. Se estremeció al entrar en contacto con el agua fría, sus dientes comenzaron a tiritar y su cuerpo a temblar... Apretó el agarre sobre Hun, intentando encontrar calor y valor para enfrentarse a la tormenta.

-Cierra los ojos y deja que se lleve todo, Baek.

Las orbes del aludido se ampliaron levemente, impulsados por un fuerte palpitar en su pecho... era la primera vez que le llamaba de esa manera. El alto tenía el rostro hacia el cielo, la lluvia lo empapaba y el menor no se inmutaba. Sehun se veía bien, fuerte y vulnerable a la vez, sereno, masculino y muy atractivo... Estar enlazado al otro se sentía extraño. Soltó su mano.

¿Por qué no podía quererlo? El pelinegro sufriría eventualmente gracias a su trabajo y no toleraba la idea. Selló sus párpados, intentando creer en las palabras del contrario.

Sehun bajó su faz y contempló al mayor. Frágil, así lo describiría en ese instante, no existía ni una pizca de la arrogancia que los demás pensaban que poseía. Al enfocarse por completo concluyó que, sino fuera por la caída imparable de las gotas, hubiese pensado que Baekhyun lloraba.

Know you «SeBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora