Capítulo XVII

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A Sehun le gustaba pasar tiempo en el agua, parecía que a ésta le complacía llevarse todo el cansancio y el estrés que le provocaba el trabajo. Sí, era el hijo del dueño de una gran compañía, el sucesor de la presidencia, pero eso no significaba que sus tareas eran menos que las de los demás.

Aun cuando contaba con una alberca en la casa de su padre, prefería usar la que se encontraba en el hogar de su mejor amigo, y así pasar tiempo con Chanyeol. Él compartía su gusto por la natación, por lo que resultaba ser el compañero perfecto. Antes, Baekhyun solía asistir con él, pero dejó de hacerlo cuando le resultó imposible apartar sus manos de los pectorales del pelinegro, o de su anatomía en general.

Le resultaba adorable todo el esfuerzo que su novio ponía en alejarse de su persona para intentar concentrarse en algo más, ya que siempre fracasada. Los ojos de Baek se veían atraídos por él como por magnetismo, acompañados en todas las ocasiones por una sonrisa traviesa o por una mordida de labios.

—Así que tomaste el liderazgo del proyecto del inserto placentario— comentó Channie, mientras se sentaba en el borde de la piscina—. No puedo creer que por fin te animaras a aceptar las peticiones de tu papá para unirte a las investigaciones de tu familia.

Sehun peinó su mojado cabello hacia atrás para eliminar el exceso de agua que caía en su rostro. De estar rodeado por otras personas, el mayor y él llamarían fácilmente la atención, sus cuerpos estaban bien trabajados por lo que sus dorsos desnudos siendo recorridos por pequeñas gotas serían difíciles de ignorar, pero ese no era el caso.

—Lo hice, pero no por él— dijo el menor. Se sumergió nuevamente, con la excepción de su cabeza.

El más alto guardó silencio e, inconscientemente, sus ojos se perdieron en el incandescente brillo que los rayos solares de la tarde le proporcionaban al agua. Habían pasado meses desde que su hermano se mudó al penthouse de Hun, ambas familias tomaron la decisión con tranquilidad, su amigo creyó que Se debía a que todos confiaban en la madurez de los dos, pero se equivocaba. Nadie objetó porque así estaba planeado que ocurriera, después de todo, Sehun no dejaba de ser el último en la lista de Baekkie.
Por tal motivo, le dolía ver al otro pelinegro tan entusiasmado, porque sabía que la felicidad de su acompañante se encontraba basada sobre cimientos tan resistentes como el papel china. Si se enteraba de la verdad, el ser del contrario se derrumbaría por completo, y esta vez no había garantía de volverse a reparar.

—Entonces, ¿por quién?— cuestionó, cruzándose de brazos—. ¿Tiene algo que ver con Baekhyun y tú viviendo juntos?

El bajo sonrió. Nadó la distancia que lo separaba del otro mientras imaginaba la reacción que Chanyeol haría si le confesaba la intención de formar una familia junto a su Hyunnie. Porque si bien eran amigos desde la infancia, el mayor tenía una faceta de hermano protector que ignoró durante todos esos años.

Hunnie no le respondió, pero el mutismo habló por sí solo. Llevaban en el lugar casi una hora, pero cuando tuvo al menor a su lado sin que ninguna prenda cubriera la parte superior del cuerpo, fue que notó las finas líneas rojizas que habían herido los brazos del contrario. No existía posibilidad alguna de que esas marcas hubieran sido creadas por Baekhyun, ya que su hermano era incapaz de sentir aquel placer que nublaba el juicio y te hacía arañar a la persona con la que te fundias en pasión. Era muy consciente de ello porque las uñas de sus amantes dejaban esos mismos rastros. Su entrecejo se arrugó.

—¿Estás engañando a Baekkie?— soltó, mientras se ponía en pie. El otro lo miró absolutamente confundido—. ¿Le eres infiel a mi hermano?— cuestionó con el semblante serio.

—¿De qué hablas?— dijo el menor. El sonido del agua cuando salió de ésta fue lo único que logró romper la tensión que empezaba a invadir el lugar—. ¿Estás loco? Adoro a tu hermano.

Know you «SeBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora