Se escuchaban los pasos apresurados de Gong-gi Mipung, 6:25 am miro la hora, debía llegar rápido a la habitación de la reina Lotus, sabía que se molestaba si no era despertada a 6:30 am.
Afortunadamente, la servidumbre de la reina y la habitación de esta se ubicaban en la misma ala del gran castillo de Him.
6:28 am, abrió la puerta de la habitación, la cerro colocando seguro y se dirigió a las cortinas para abrirlas, dejando entrar la poca luz de la madrugada.
- Mi reina - Estaba al lado de la gran cama de su majestad, llamándola para despertarla, no reaccionó, tocó su hombro dando pequeños golpes - Su majestad, es la hora de levantar - seguía sin moverse, Mipung suspiro fuerte, algo irritada y acercó su boca al oído de la mujer - Lotus... - Una sonrisa se dibujó en la mujer de inmediato y como sospechaba la castaña, se hacía la dormida.
- ¿Es tan difícil llamarme por mi nombre? - abrió sus ojos para encontrarse con los de Mipung que aún seguía muy cerca de su rostro - Me gusta cuando dices mi nombre - La mirada de la reina era penetrante e intimidante, pero ya se había acostumbrado a ella.
Ignoro sus palabras, la joven se incorporó quedando de pie en la cama - Alistare su baño - Dijo dando la vuelta en dirección al baño, antes de que pudiera avanzar, su majestad la agarró por la cintura y la atrajo en la cama.
Mipung quedo sentada, la reina se aferró a la muchacha afirmando su agarre en la cintura, coloco su mentón en el hombro de la mujer y cerró los ojos disfrutando el aroma, duro unos segundo así, su cabeza se movió un poco a la derecha - No quiero - le dijo con una voz sensual y mimada, una voz que solo Going-gi Mipung tenía el privilegio de escuchar, odiaba y amaba que su reina se comportará así, muchas veces solo quería hacerle caso y quedarse durmiendo en su cama todo el día mientras se abrazaban bajo la sábanas, pero como reina ella tenía obligaciones y la responsabilidad de Mipung es que estuviera lista para cumplirlas.
- Majestad... - Decía para detener los movimientos de su reina, cada vez eran más irresistibles.
- Lotus... - Dijo en susurro cerca de su oído, mientras lo rozaba con sus labios haciendo estremecerla - Cuando estemos solas dime Lotus... - decía mientras sus labios bajaban al cuello de la mujer y daba una pequeña lamida haciendo temblar a Mipung, tal era su reacción que sus manos apretaban fuerte las sabanas.
- Lo... Lotus - Decía entre gemidos - Debes de bañarte... - La reina seguía jugando en su cuello - El rey la espera para desayunar - ella paro sus movimientos e hizo un signo de mal gusto con su lengua, se alejó por completo de la chica y se colocó de pie, dirigiéndose al baño.
- Siempre mencionando a ese hombre tan desagradable - Decía mientras quitaba su ropa y la dejaba en una pequeña mesa que había en el baño.
- ¡Mi reina! - la miro con los ojos bien abiertos - cuide sus palabras, si alguien la escucha... - Decía persiguiendo a la pelinegra, en ese momento se olvidó que más debería de hacer, su reina era hermosa, ha perdido la cuenta de cuantas veces la visto desnuda, pero no importa, aún se sorprende de su piel canela y su cabello negro ondulado, su cuerpo es perfectamente proporcionado, "la reina más hermosa de todas" siempre se corría ese rumor en todos los reinos.
- Y bien - Dijo mirando a la castaña - Te quedarás ahí parada mirándome o me bañaras - Dijo con una sonrisa en sus labios. La mujer salía de sus pensamientos negando con su cabeza y empezando a llenar la bañera con agua tibia.
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Primer Libro - SWFS - Reencarnación
Fanfiction- Es un peligro para la civilización, debemos mantenerlos controlados, mi rey - Decía el consejero a su majestad, sabía que tenía toda la razón, pero le resultaba increíble que cuatro personas, mejor dicho, cuatro mujeres generan tanto miedo. Ellas...