Nunca creí en las historias de dragones, unicornios ni...sirenas, aunque siempre me gustaron, jamás creí que fueran ciertas hasta ese instante.
No podía creer lo que mis ojos veían, mis piernas habían desaparecido. Y en su lugar había una aleta de sirena.
Era hermosa en todos los sentidos, tenía un color especial, ni verde ni azul, pero en definitiva era hermosa. Creí estar soñando de nuevo, era demaciado bueno para ser verdad.
- ¿Todo bien?
El genio me miraba con una sonrisa ladeada en el rostro.
Poco a poco me solté de el y comencé a mover mi aleta. Cuando logré mantenerme a flote miré al genio, pero ya no estaba.
Miré todo el lugar y no rastro de él. Solo estaba yo con una aleta de sirena.
Comencé a pensar. Si era una sirena se suponía que podía respirar bajo el agua, así que decidí sumergirme y hacer la prueba.
Bajo el agua abrí los ojos y aspire. Me sorprendí de que pudiera hacerlo, pero a la vez me alegré.
Así que sin pensarlo más, decidí salir de ahí por el acceso subterráneo.
No me fue difícil ya que, como dije antes, amo nadar y el nado de "delfín" o "sirena" es básico.
Estaba tan feliz que no me lo creía. Por fin era capaz de respirar bajo el agua.
Cuando salí de la isla, me asusté al ver pasar a lo no tan lejos una cola de tiburón
- ¿Todo bien Annika?
Casi grito al oír eso. No lo esperaba
Gire mi cabeza para darme cuenta de que aquella cola de tiburón que había visto no era otra cosa que la aleta de "sirena" del genio.
- ¿También tienes cola?
- Te dije que puedo transformarme de muchas maneras. Pero eso no importa ahora, debes irte a casa
Me quedé helada. ¿Cómo iba a volver a casa con aleta y una historia increíble? Me parecía una locura.
Creo qu el conocía mis pensamientos porque me dijo muy tranquilo
- No te preocupes, tu aleta desaparecerá cuando te seques, y reaparecerá cada que te caiga agua y a la media noche. Ven, tienes que irte a casa, tu familia debe de estar preocupada
Dicho esto, tomo mi mano. Mi pulso se aceleró y me tense ante su contacto, pero debo admitir que me gustó.
Comenzamos a nadar a través del mar y por primera vez pude ver las maravillas del mundo submarino sin que la sal me picara los ojos.
Todo iba perfecto hasta que mi cerebro empezó a pensar y mi boca empezó a hablar:
- Amm... Perdón genio de la isla Mako...
No pude terminar de hablar porque me interrumpió con una carcajada
- Jajaja Puedes llamarme Atlan
- De acuerdo Atlan ¿dices que me transformo en sirena que que toco el agua y cada que da la medianoche?
- Así es. Y tú aleta desaparecerá cuando te seques
- Entiendo
Sin siquiera poder evitarlo las lágrimas salieron de mis ojos. Atlán me pregunto porque lloraba, entre sollozos pude contestarle la verdad
- Siempre he amado el agua, ahora ya no podré salir a fiestas en la piscina, además soy una nadadora profesional en pleno entrenamiento, ¿Cómo se supone que voy a competir con una aleta sin que me quieran llevar a un laboratorio? Será el fin de mi carrera
Me miró con tristeza e incluso dejamos de nadar. Su profunda mirada azul estaba clavada en mis ojos, como si tratara de descubrir algo en mi corazón
- Es verdad que tendrás que sacrificar cosas, pero también ser una sirena te da muchas habilidades, es por eso que quisiera que vinieras aquí todas las noches, yo te mostraré las maravillas de tus nuevas habilidades y del mundo submarino. ¿Qué dices?
Me quedé pensando un momento. No quería renunciar a mi sueño de ser una nadadora famosa, no quería renunciar a las fiestas de piscina del colegio, ni quería dejar atrás todo lo que me gustaba, sin embargo no tenía otra alternativa; era aceptar su oferta o terminar como experimento e investigación en un laboratorio clasificado del gobierno. Ninguna de las dos opciones era muy viable, pero tenía que elegir la menos peligrosa, aunque eso costará mis sueños y mis más grandes deseos. Tenía que aceptar su oferta. Así que con un profundo suspiro le dije:
- Está bien. Vendré todas las noches
Me miró y dibujo en su rostro una sonrisa triste. Hablaba con tanta calma que me hacía sentir que todo saldría bien:
- Entiendo que esto sea difícil de llevar para ti, pero no te preocupes, yo estaré a tu lado
Sus palabras hicieron que mi corazón se acelerara, pero casi me da un ataque cardíaco cuando, sin esperarlo, me abrazó. Sus muy tonificados brazos rodeaban mis hombros.
Casi por instinto yo también lo abrazé, podía sentir su bien marcada espalda, pero más allá de la sensación física podía sentir la seguridad y tranquilidad de que todo estaría bien.
Podía casi sentir las lágrimas salir de mis ojos, pero gracias a que estábamos bajo el agua no podía sentirlo con claridad.
Continuamos abrazados durante unos minutos más hasta que el se separó de mi, me volvió a tomar la mano y con suma delicadeza me dijo:
- Ven, ya falta poco para llegar a la playa
Volvimos a nadar y cuando llegamos el se transformó de nuevo en humano haciendo desaparecer su aleta de tiburón. Se paró en el muelle y me tendió la mano, la cual tomé. Segundos después, gracias a su fuerza me encontraba sentada en el muelle.
Miraba mi aleta cuando Atlan tocó mi hombro.
- Tines que transformarte.
- ¿Cómo?
- Te ayudaré
Diciendo esto extendió su brazo hacia el frente con la mano abierta y poco a poco comenzó a cerrarla. Sentí que mi aleta picaba un poco. Comenzó a aparecer vapor y cuando se disipó pude ver que mis piernas estaban de vuelta.
Con mucho cuidado y ayuda de Atlan logré levantarme y de milagro no caerme. Él me dijo que era normal que me doliera, pues era mi primera transformación.
Me despedí de el con un beso en la mejilla y tome el primer taxi que me llevara a mi casa, la cual por fortuna no estaba lejos. Antes de irme miré de nuevo al muelle y ví justo el momento en el que Atlan saltaba de nuevo al mar.
Cuando llegué a mi casa llame a mi madre pero no contesto, imaginé que estaba dormida, por lo que mejor decidí ir a dormir yo también.
Al entrar a mi cuarto me tumbe en la cama y me puse a recordar todo lo que había ocurrido durante el día.
Era una sirena.
Y con eso en la cabeza me dormí
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Atte: Anonigalxy 🐺🐺
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H2O: Una Sirena Diferente
De Todo¿Que harías si en una excursión escolar a una isla te separas del grupo y te dejan, y gracias a eso recibes poderes y habilidades especiales? Tal vez parezca un locura, pero esto fue lo que le sucedió a Annika. Una chica normal que, sin esperarlo...