Capítulo 7: La Sorpresa

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(Narrado por: Atlán)

Grité lo más que pude intentando detenerla pero sabía que lo mejor en ese momento era dejarla sola. La entendía perfectamente. A lo largo de los años hubo varias personas que cayeron a la Isla Mako y que tuve que sacarlas de ahí así como hice con Annika. Transformándolas. Pero por desgracia nadie asimiló bien su nueva vida y todos  terminaron suicidándose.

Hubo una chica en particular que parecía haberse adaptado bien, se llamaba Nina. A ella la conocí aproximadamente en 1715. Ella se adapto bien unos años, domino muy bien sus poderes y era feliz, o al menos eso creí hasta que un día fui a su casa y me encontré a su madre llorando fuera de su casa abrazando el cuerpo de su hija. Se había suicidado.

Destrozado, volví a encerrarme en la Isla Mako, pero fuera del Estanque de Luna. Me dediqué a sobrevivir con mis poderes. Mientras recordaba mi vida cómo esclavo de aquel brujo despiadado y cómo fue que escape de ahí.

*Flashback*

Estaba apurado. El amo llegaría en cualquier momento y tenía que tener tanto su taller como su casa limpios. No me quedaba mucho tiempo.

Mientras terminaba de limpiar su taller encontré un libro. Pero no cualquier libro, era el libro de hechizos del amo.

Lo abrí y dentro encontré un hechizo que podía ser mi salvación. Estaba por decirlo cuando escuché que el amo llegaba. Rápidamente cerré el libro y lo escondí donde yo sabría donde estaba. Tendría que esperar hasta la noche para poder salir.

Para mí suerte, el taller estaba a sólo un pequeño túnel de distancia, el cual no me tomo mucho recorrer. Llegué a la casa del amo y me sorprendió no verlo llegar sólo, sino que estaba acompañado por una hermosa sirena que sostenía a una pequeña bebé entre sus brazos. Su pequeña aleta brillaba con gran intensidad al contacto con la poca luz que se filtraba por aquel espantoso lugar. Su cabello, tan negro como el más profundo cañón del océano ondeaba al pasar la corriente del agua, pero lo que más capturo mi atención fueron sus hermosos ojos azules que me recordaban al azul del mar en un hermoso día de verano. Aquella bebé me miraba con una sonrisa tan tierna e inocente que hipnotizaba. Me dije a mi mismo que no podría haber criatura igual de hermosa en todo el océano...

- ¡Atlan! ¡Despierta! 

Era la voz del amo, me saco de mi trance y volví nuevamente a la realidad.

- ¡Ve por mi maleta de pociones peligrosas lo mas rápido que puedas!

- Si señor

Inmediatamente salí de ahí y tome la maleta con mucho cuidado para después regresar  y entregárselo.  Me dijo que los dejara solos. Salí directo al taller, tomé el libro y recite el hechizo. Sentí que todo se volvió negro y perdí la conciencia un par de segundos. cuando la recuperé me di cuenta de que los brazaletes que indicaban que era un esclavo habían desaparecido. lo había conseguido. Era libre.

Salí de ese horrible lugar por la puerta trasera y no miré atrás

*Fin del Flashback*

Desperté de mis recuerdos. Era de noche ya. Me concentré en pensar qué podía hacer para evitar que Annika se sintiera mal con su nueva vida. Se me ocurrieron mil ideas, pero ninguna me terminaba por convencer, así que me acosté sobre la arena de la playa. Estuve acostado un par de segundos, luego se me ocurrió que quizá mi solución no estaba en la tierra, sino en el mar. Por lo que inmediatamente entré al mar y mi cerebro volvió a pensar.  

Estuve nadando en las profundidades viendo muchos animales y muchos lugares que estaba seguro que si Annika viera, los amaría. En ese momento mi cabeza acertó. Llevaría a Annika a un paseo submarino.

Sin perder un momento, nadé a toda velocidad hacia el muelle. Al ser de noche no me costó mucho entrar a una tienda de trajes elegantes y llevarme uno sin ser descubierto. Lo sé, no fue buena idea robar pero estaba desesperado

Me vestí y esperé a que amaneciera para ir camino a casa de Annika. No sin antes pasar por un pequeño ramo de rosas rojas del jardín de una anciana que me las regalo amablemente después de que se las pedí como por dos horas. A lo largo de las épocas ví que muchos hombres regalaban flores a sus novias, esposas, etc, por lo que me pareció buena idea imitarlo. 

Estuve parado cerca de la casa de Annika hasta que vi que su madre salió a trabajar y, tal como imaginé, Annika no fue a la escuela. Imaginé que le dijo a su madre que no se sentía bien o algo así. Cuando se fue su madre me acerqué a la puerta y toque el timbre.

Segundos después apareció ella. 

- ¿Qué olvidaste ma...?

Se quedó callada a media frase. Con tan solo una sudadera holgada, un pantalón de pijama gris y su cabello negro como la noche ligeramente despeinado y sus hermosos ojos azules como los mas hermosos zafiros del mundo. Parecía sorprendida de verme ahí parado con un traje y un ramo de flores. No supe muy bien como empezar, así que dije lo primero que me vino a la cabeza

- Hola Linda

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ATTE: ANONIGALAXY 🐺🐺

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