Capítulo 15: La Inscripción

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Narrado por Atlán

Cuando Annika y su hermano comenzaron a discutir supuse que no era momento para quedarme ahí, así que me retiré lentamente y regresé al mar.

Sabía que no podía alejarme de Annika, después de todo, ella aún tenía mucho que aprender. Pero tenía que admitir que no era sólo eso... También comenzaba a sentir algo por ella... Algo que no había sentido jamás por nadie...

Mi mente no paraba de abrumarme con las mismas preguntas una y otra vez, quemándome por dentro: ¿Qué me estaba pasando? ¿Qué era lo que sentía cuando ella estaba junto a mí? ¿Por qué el corazón me latía tan fuerte cuando escuchaba su voz? ¿Por qué me sentía tan vulnerable con su cercanía?

Sin duda había muchas cosas que no entendía, pero estaba seguro de que el tiempo lo resolvería todo. Necesitaba aclarar un poco mi mente y decidí entrar al Estanque de Luna.

En él, las cosas parecían más sencillas y fáciles de resolver, y esta ocasión no fue la excepción. Llegué a la conclusión de que el único camino para entender del todo lo que sentía por Annika era pasar tiempo con ella y averiguar qué más podía provocar en mí, y además, qué podría provocar yo en ella.

Tomé la decisión de realmente acercarme, no sólo por las noches mientras le enseñaba a controlar su nueva vida como sirena.

NO.

Decidí qué, si quería realmente descubrir hasta dónde podía llegar ese sentimiento, tenía que entrar en su vida a profundidad.

Así que, en la mañana, me conseguí un poco de ropa más casual y me inscribí a su escuela. ¿Cómo logré obtener lo necesario? No daré detalles, prefiero guardar ese secreto.

Sabía que tarde o temprano vería a Annika y estaríamos en las mismas clases. Sólo hacía falta darle la sorpresa....

🌊🌊🌊

Narrado por Annika

Cuando abrí los ojos, me alegró ver a Erik junto a mí. Ambos nos habíamos quedado dormidos después de tantas revelaciones. Lo miré fijamente mientras él aún seguía dormido y sonreí con ternura al verlo conmigo de nuevo, después de tantos años llena de rencor hacia él; no pude evitar que los ojos se me nublan un poco al ver que todo mi rencor no era más que un simple malentendido y que ahora, nuevamente tenía mi hermano junto a mí y esta vez para siempre. Sabía que no se quería ir, estaba segura de eso.

Acaricié su rostro relajado, pasé mis dedos entre su cabello, tan negro como el mío y como el de papá. A pesar de tener muchos años sin verlo seguía siendo él, pero ahora su parecido a mi padre era aún mayor, podría fácilmente afirmar que eran casi idénticos.

Quizás habría pasado mucho tiempo viendo dormir a Erik pero miré la hora en el reloj de la pared y me dí cuenta que si no me apresuraba llegaría tarde a la escuela. Me levanté suavemente de la cama para no despertarlo y me dirigí a la ducha.

Cuando salí me puse lo primero que encontré y me encamine a la escuela.

Cómo era de esperarse, llegué tarde. Así que tuve que colarme a la clase sin que la profesora Miss. Gray me viera. Y sin pensarlo, me ubiqué junto a Carter, el cuál me miró mal.

— ¡Demonios, Annika! ¿Dónde diablos estabas? Tienes suerte de que no se ha dado cuenta de tu ausencia —dijo susurrando.

— Lo siento Carter, anoche tuve una S.U.I. —susurré devuelta.

— ¿Una Situación Ultra Importante? Tienes que contarme ¡ya! —dijo elevando un poco en volumen de voz.

— ¡Cállate o nos va a oír! —susurré. Sin embargo, la suerte hizo que la profesora alcanzara escuchar ese último susurro.

H2O: Una Sirena DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora