11: Sentirse como niño

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Capítulo dedicado a: Sirnight_

Me separe rápidamente de sus labios, tan rápido que... no me percate que había un mueble detrás de mi.

— ¡Mierda! — Me queje cubriendo mi cabeza.

— Oh, por Díos... — Musito Carrie.

— Creo que perdí — Dijo Izan rascando su nuca. — ¿Otra ronda? 

Actuaba como si no había pasado nada.

— ¿¡Kate!? — Chillo Carrie. Al observar bien la escena: Kate estaba tumbada en el suelo... con sangre en la nariz.

— ¿Qué le ocurre?

— Ella... ella es fujoshi.

— ¿Y eso es...? — Pregunto Izan.

— Es un termino que se refiere a una mujer fascinada por el yaoi, osea... Gays. — Nos explico Carrie mientras cubría la nariz de Kate con un pañuelo intentando detener el sangrado. 

— ¿Por nuestra culpa está así?

— ¿Ves otra pareja gay besándose por aquí? 

— ¡No somos pareja! — Chille ocultando un pequeño rubor en mis mejillas.

— Fue un accidente ¿No es cierto, Jessito? — Izan me abrazo por los hombros.

— S-si. 

— Jm.

— ¿Estara bien? — pregunte.

— Lo estará, siempre le pasa... 

Confiare en eso...

*

Una semana después...

Eran las siete de la mañana y no he logrado dormir, un sentimiento de incomodidad recorría mi cuerpo, mis venas.

«Algo extraño ocurrirá hoy»

— Psss — Mi mirada se dirigió a la ventana: Era Kate. 

— ¿Eh? — Me levante de mi cama y me dirigí a la puerta para después abrirla. Ella jalo de mi playera alejándome de la cabaña. — ¿Qué sucede? 

— Solo vengo ha decirte que... Hoy no será un día normal.

Oh. 

Mis instintos no me fallaron esta vez. 

— ¿A que te refieres? 

— Lo notaras cuando Izan despierte. — Sin más se alejo de mí, dejándome confundido.

Al volver a la cabaña me encerré en el baño y me dí una ducha. Solo faltan treinta minutos para que tengamos que levantarnos para las actividades de hoy. El agua tibia recorrió mi cuerpo relajándome más que lo creí que fuera posible. 

«¿Qué pasara hoy?»

No lograba quitarme esa pregunta de la mente. Agite la cabeza y salí del baño, me enrolle una toalla en la cintura y fuí a la habitación, donde, Izan seguía dormido. 

Suspire.

Me vestí, revise el reloj: 10 minutos.

— Izan — Le llame. No respondío. — Oye, Avatar. — Me acerque a él y le toque su hombro. 

— ¿Ah? — Abrío sus ojos poco a poco. — ¿Que sucede, Jessito?

— Es hora de que te levantes — Quite mi mano de su hombro.

Campamento Weel'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora