Fue el primero en retirarse.
Se sentó en un rincón antes de irse al cuarto que ocupaba con Mildred Walter, y no pronunció una palabra más.
Zayn hacia lo imposible por sacarlo de su mutismo, pero sin conseguirlo. Cuando lo vio alejarse dando las buenas noches, al alzar la cabeza se encontró con la mirada burlona de Louis.
Claro, Louis sabía lo que estaba sintiendo o lo presentía. ¿Se reía de él? Tal vez. Pero era un buen amigo, si bien debía comprender que estaba recibiendo el castigo que merecía.
Poco a poco se fueron todos, solo quedaban él y Louis.
—¿Quieres dar un paseo antes de irnos a dormir, Zayn?—pregunto Louis entre burlón y comprensivo.
Lo necesitaba.
El aire helado en el rostro ofrecía como un consuelo físico.
Mudamente se puso de pie y juntos se alejaron hacia la puerta. Hundieron las botas en la nieve. La luna parecía más brillante y más clara, iluminando el impoluto manto que envolvía la llanura.
—Tienes algo que decir ¿Verdad?— murmuró Louis quedamente—. Lo noto en ti. Estas desecho...
—Es... Tan absurdo.
—¿Yo?
—Lo que siento...
—Dilo, si eso te consuelo.
—Lo quiero con toda mi alma. ¿No te parece estúpido de mi parte? Lo deje por Gigi...
—No menciones a Gigi. Fue, en efecto una estupidez. No era una persona para ti. Podía encender la pasión en ti, pero nada más, ella era una persona superficial, no era para formalizarse. Tú no eres de esas personas que se conforman con poco, todos lo vimos, todos menos tú.
Zayn se pasó la mano por el rostro.
—¡He sido un idiota!— lo miró con fiereza—. ¿Sabes ya lo que me ocurre? Estoy locamente enamorado de mi ex novio. Eso sí que es lo gracioso. Lo deje por una mujer, le hablé con toda claridad y aún conciente que Liam me diga que él, a pesar de todo sigue amándome. Pero yo lo dejo ¡¿Y qué?! Sólo verlo junto con ustedes, contigo, me encendió la sangre ¡¿Que esperaba yo?! ¿Que Liam se metiera a su casa a llorar? ¡¿Que tipo de sádico soy yo, Lou?!
—No grites.
—¡Es que si no lo hago! ¡Voy a terminar muriendo por dentro...de rabia...!— añadió pensativamente—. Dejé de desearlo, de amarlo... Sí, pero después, en seguida, al compararlos. Me llevó los ojos, y la vida. Te parecerá imposible, pero lo cierto, lo abrumador, lo desconcertante, es que para mí, Liam es el compendio de toda mi vida. Lo deseo como un tonto. No sé no tener consideración con él. Ahora todo es distinto. Y pensar que fue mi novio, que lo tuve en mis brazos miles de veces sin emoción, por deber o por rutina y a la sazón sería capas de hacer cualquier locura por dar marcha atrás por empezar otra vez.
—No es eso, Zayn—dijo Louis pausadamente—. Si volviera a empezar como antes, harías, dirías y pensarías las mismas cosas. Es que estás empezando, pero de distinta forma. Como si el pasado existiese, como si él fuera un persona distinta al de antes.
—Sí— se alteró Zayn—. Es así. La misma persona pero yo lo veo de otra manera. ¿Que puedo hacer Louis? ¿Podrías tú iluminar está mente nublada?
—Díselo.
—¿Decirle..., qué?
—Lo que siente. Lo que deseas. De la forma que lo amas. Puedes incluso explicarle el fenómeno que se operó en ti al verlo salir con otros, al verlo libre, al comprarlo con la mujer que creíste que amabas más que a él.
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No sufras por mi dolor »Ziam«
Fiksi PenggemarEsta historia es una adaptación de una mini-novela de 1969 que leí y me gustó, lleva el mismo nombre. Todo los derechos a su escritora: Corin Tellado.