Fue mucho tiempo después.Cada uno de deslizaba por donde quería. Liam torció a la izquierda y se interno entre los pinos.
Los montículos, bastante bien pronunciados en aquella zona. Se sucedían sin cesar. Era difícil mantener el equilibrio. Fue así, que en un momento donde se le deslizó el bastón y los esquís quedaron como en el vacío. Apareció ante él un hoyo muy profundo. Lanzó un gemido de dolor y cayó en cual largo era.
Casi en enseguida, algo se le vino encima.
—¡Liam!— grito una voz.
Liam no perdió el conocimiento. Estaba seguro de lo que ocurría, pero la fuerza de la caída lo mantenía fijo, clavado en la nieve
—¡Liam!— gritó Zayn arrodillándose a su lado—. Liam.
¿Cómo fue?
La fuerza de sus sentimientos, aquella ansiedad dominada con saña, el deseo que tenía de él. La pasión que, después de dejarlo, Liam encendió en él por qué lo vio diferente, como si jamás lo conociese.
Todo pudo a contribuir.
Inclinándose haciendo eyl y lo rodeo los hombres con sus brazo, al momento de apretarlo contra sí, fue un impulso, que rozará sus labios con los de Liam.
Ambos se había alejado, podía jurar que tan solo ese roce vio una chispa al separarse. Sentía sus labios hormigeantes. Ambos como paralizados, sentían ansiedades distintas. Cómo si jamás se tocaran y estuvieran deseando eso por toda una vida.
—Liam—susurró Zayn pegado a él—. Te has hecho daño. Por favor..., ¿Dónde te has hecho daño?
—Nos hemos perdido de los demás— fue Liam el que rompió el silencio embarazoso que se había formado al no responder a la pregunta de Zayn y los dos callaron.
Zayn no contesto tampoco. Tenía una mirada brillante y rara. Y sus dedos aún se prendían del brazo de Liam con ansiedad.
Liam no quería mencionar el casi beso, no, nada que pudiera recordarlo. Lo tenía dentro, si dentro de su ser, haciéndolo temblar de pies a cabeza. ¿Tenía Zayn derecho? No, no lo tenía, a inquientarlo de aquella manera, pero..., Pero..., Liam no podía reprocharse lo.
—Vamos Zayn—susurró esquivando su mirada de Zayn—. Nos estarán esperando para comer.
Empuñó los bastones y se deslizó por la nieve. Lo sentía detrás. Mudo, como absorto.
Todo era distinto y todo tenía una emoción distinta, profunda. Una emoción que jamás tuvo su relación sentimental.
Cuando llegó al refugio, todos tomaban cerveza, charlando. Al verlos llegar, nadie se sorprendió. Nadie pregunta en donde habían estado.
—¡Pasen una para mí!—gritó Liam.
Su voz tenía una vibración rara.Zayn no pidió, pero alguien le dió una al llegar.
Liam sentía como fuego en la espalda. Era la mirada de Zayn. ¿Qué le pasaba a Zayn? Tenía bastante tiempo que no sentía ese cosquilleo en sus labios, sus recuerdos fueron a cuando recién empezaban. Parecía que calaba y se iba a su corazón y precipitaba los latidos de este.
Esquivo la mirada de Zayn todo lo que pudo y se sentó lejos de él.
La proximidad de Zayn, su contacto, su mirada, todo encendía su sangre y lo inquietaba, agudizando su fina sensibilidad.
* * *
Fue después cuando se organizó una pequeña fiesta, cuando la noche comenzaba hacer aparición. Retiraron todos los sofás, los sillones y la mesa donde comieron, la mesita de centro y los cojines.
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No sufras por mi dolor »Ziam«
Hayran KurguEsta historia es una adaptación de una mini-novela de 1969 que leí y me gustó, lleva el mismo nombre. Todo los derechos a su escritora: Corin Tellado.