12: Diferenciar dominación

999 90 6
                                    

Clow

No recuerdo la última vez que tuve un sexo tan prolongado, además que dé para seguir y encima repetir. No sé si esto pasa porque es consensuado, por culpa de la Chinita o porque no tenía sexo hace tiempo. Dormir abrazados es cómodo, aunque hay un problema, esta no es Yuri. Abro los ojos dándome cuenta que me aferro a una almohada.

¿A dónde se fue?

Ya sé, decidió levantarse antes de que le insista de repetir. No la culparía si ese fuera el caso, puesto que ya lo hice antes, yo también sería precavido si fuera ella. A veces no se puede confiar en mí.

Oigo una risa y me descoloco de mis pensamientos, entonces reconozco la voz de ese tipo, así que frunzo el ceño, no lo soporto. Me levanto rápido de la cama y me visto, camino hasta la puerta, dejándola entreabierta por un momento, porque esta vez no pienso quedarme al marguen.

Kei Matsudaira.

Me tomé el atrevimiento de investigar a este chino rubio teñido, que en realidad también es japonés como la Chinita, aunque me da igual, ya que todos son chinos para mí, pero la verdad indague sobre él porque técnicamente anda alrededor de Yuri, de hecho siempre, es la única persona con la que ella interactúa. No sé qué me pasa, si estoy celoso o qué, ya que no me sirve de mucho averiguar sobre este hombre, ni que fuera Guillermo.

―¿Cómo has estado? ―dice Kei mientras sigo detrás de la puerta escuchando ―Me refiero a Manuel ―agrega ante el silencio de Yuri.

―Co... como se puede ―responde nerviosa ―¿Por qué preguntas?

―Porque me preocupo, soy tu amigo, ¿no?

―Sí, pero creo que no es momento de hablar.

Espío y veo como ella se cubre el chupón que le hice con la chaqueta que lleva puesta, lo primero que encontró, supongo. Observo también que para estar sentada en la silla de su living, a esta le ha puesto un almohadón y sonrío. No puede ocultar todo lo que hicimos de esa manera, pobrecita, mejor hago presencia, ya me cansé de estar escondido.

―¿Interrumpo? ―digo sonriente al dar dos pasos hacia ellos.

Yuri me mira sorprendida y el otro con cara de querer matarme.

―Parece que interrumpí su momento alegre ―corto el silencio que generó mi entrada.

Kei sonríe.

―Para nada, siéntate con nosotros ―Señala una silla ―. He escuchado mucho de ti.

―Y yo de ti ―contesto y me dirijo a la silla a sentarme, no por su gesto, haciéndose el despreocupado, sino porque tengo deseos de permanecer aquí. Me pongo cómodo en el asiento y me muestro tranquilo ―¿Y de qué hablaban? ¿Negocios? ―Miro a Yuri, ignorándolo a él ―¿Se sabe algo de Guillermo después de todo el alboroto que creo?

―Se ha esfumado del mapa ―responde el informante y lo observo de mala manera, pero luego vuelvo a sonreír ―. Investigaré a fondo sobre su problema en común, no te preocupes, y una vez que terminen con este asunto, podrás irte a donde quieras.

―Ah entonces lo sabes ―opino sobre que estoy viviendo en esta casa.

―Yo sé todo de ti ―expresa con confianza.

―Oh tengo un admirador ―me burlo.

―Más bien diría lo contrario.

―Se pueden calmar ―Rueda los ojos Yuri ―, estoy notando la tensión en la mesa ―Agarra una galleta y la muerde, luego la deja.

―Yo solo quiero preguntar ―dice el rubio teñido ―¿Cuándo te vas? ―Me mira de mala manera ―Calculo que cuando eliminemos a Gallagher, porque parece que te está gustando quedarte por aquí, pero la vida sigue, la venganza se acaba y todos volvemos a nuestra rutina, aunque no creo que tú tengas una.

―Tengo una ―Apoyo la mano en la pierna de Yuri, acariciándola, y ella se sobresalta ―, pero no tengo porqué explicarte mi vida extraordinaria, que a comparación de la tuya, la mía es más interesante y menos monótona.

―Clow... ―me llama la Chinita observándome de manera amenazante ―Clow ―repite ya que no quito mi mano.

―¿Sí? Chinita ―Le sonrío.

Abre la boca pero la cierra, luego mira a Kei.

―Creo que es hora de que te vayas, si tienes alguna información más, avísame, ¿sí? Y no escuches a este zángano ―Me señala para luego levantarse despacio de su asiento.

―¿Te duele algo? ―pregunta el rubio y me río.

Ella me pisa el pie.

―Auch ―me quejo.

―Te acompaño hasta la puerta ―le aclara Yuri y camina despacio hasta la salida, saluda al idiota, entonces al fin se va.

―Pregunta seria ―digo apoyando mi codo en la mesa y la mano en la mejilla, cuando ella viene de regreso hacia mí ―¿Te avergüenza decirle que tuvimos sexo duro, brutal y adictivo? ―Muevo las cejas.

―Yo no tengo porqué andar contándole a nadie sobre las intimidades que hago o no en mi casa, eso solo me incumbe a mí si decido decirlo.

―Bueno, podemos seguir, prometo dejar de atacar tu trasero, no quiero lastimarlo más de lo que ya está.

Bufa.

―Aunque la propuesta es tentadora, volvamos a los que nos compete con Guillermo Gallagher.

―No me lo nombres completo que me da asco ―Hago un gesto de desagrado ―, no veo la hora de deshacerme de él.

―Pues teniendo sexo no vamos a solucionar nada ―aclara y me río fuerte ―. No te burles, hablo en serio, ya el jueguito se acabó, perdemos el tiempo.

―Pero no podemos hacer nada, más que esperar, con el lío que se armó la última vez, seguro ya no visitara sus lugares recurrentes, así que de seguro ya está demasiado alerta como para buscarlo en vano ―explico seriamente y ella bufa otra vez.

―Por mucho que me pesé, tienes razón, queda esperar que Kei me informe si encuentra algún movimiento o el infeliz de Guillermo se digne a llamarme.

―O sea dependemos de dos imbéciles ―opino mirando hacia arriba.

Frunce el ceño.

―¿Qué problemas tienes con Kei? Ni lo conoces.

Me levanto de mi asiento y camino hasta ella, entrecierro los ojos sin dejar de mirarla, como me enfada ese tipo.

―No lo soporto.

―No te ha hecho nada ―Se gira ―. Como sea, me iré a duchar, no tuve ni tiempo de cambiarme hoy ―La agarro por el brazo, deteniéndola ―¿Qué? ―Me mira ―Me lastimas ―Observa la presión con la que la estoy tomando, la zona comienza a tener un color rojo.

Supongo que eso es lo que no diferencio, soy una persona agresiva, puedo serlo tanto cuando tengo o no sexo, es distinto con Yuri, ella es dominante en la vida, pero en la cama es todo lo contrario, de algún modo debería aprender de eso. La suelto rápido y retrocedo. Lecciones de vida señores, veo como se retira al baño y escucho como le pone un seguro a la puerta. Así de fácil arruino todo, está en mi ser.

___

Siento la tardanza, me encuentro terminando una novela y además estoy adictiva con otra más, y deje un poco esta de lado ¡Pero ya traje a Clow de regreso! Sé que no es un capítulo muy wow, pero por algo se empieza jaja. Gracias por aguantarme y seguir por aquí <3

Saludos, Vivi.

Perversa Oscuridad: Redención [#5.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora