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Un alfa de cabello castaño estaba atrapado debajo del fuerte agarre de un pequeñito omega moreno de mejillas sonrojadas que intentaba desnudarlo a toda costa. Zayn ronroneaba mientras dejaba un reguero de besitos húmedos en la mandíbula de su alfa, cada vez que Liam intentaba apartarlo, lo mordía.

—Zaynie, no puedo hacerlo...—
Zayn frotó su trasero sobre la dura erección del Alfa, se rió burlándose de él cuando Liam soltó un gemido ronco.—Esto no es gracioso...

—Alfa...

Zayn ronroneó mientras pasaba sus manos sobre el pecho fuerte y cálido de su alfa, en la neblina del celo estaba ansioso por sentir las fuertes y poderosas manos de Liam recorrer su pequeño cuerpo, y que lo llenara de caricias sensuales. Estaba en celo y tenía a su alfa. ¿Porque no estaba gimiendo y lloriqueando de placer aún? Ese alfa testarudo se la estaba poniendo difícil, pero el omega no era de los que se rendía. Ya que Liam no estaba interesado en desnudarse, lo haría por él.

—¡No me desabroches el pantalón, Zayn!

Intentó apretar las manos de su omega y recibió un gruñido. Esta faceta de Zayn era nueva para él.

El omega era una bolita de ternura, sabía que no era sumiso, pero está agresividad lo tomó por sorpresa.

—¿Donde guardas tus supresores?—Zayn se encogió de hombros, indiferente.—Estoy hablando enserio, dime dónde están.

El omega se cruzó de brazos haciendo un puchero y dio una cabezada, enfadado, en dirección del baño. Liam logró desenredarse de los brazos de Zayn y fue por el frasco de pastillas, bajo a la cocina por un vaso de agua y cuando regreso con la intención de hacerle tomar algunos, Zayn aventó el frasco al suelo.

—¡Deja de ser un caprichoso y tomate los supresores!

Zayn negó con la cabeza y le saco la lengua.

Liam dio un suspiro exasperado.

El aroma de Zayn estaba a punto de llevarlo al borde, su lobo le exigía que domara al pequeño caprichoso. No quería que la primera vez de su omega fuera así y que cuando la semana pasara, Zayn se sintiera ultrajado por haberse aprovechado de la situación. O peor aún, que le temiera de nuevo.

—Zaynie anda, tomate los supresores.—Zayn giró la cabeza, dispuesto a ignorarlo si seguía mencionando los fastidiosos supresores. ¿ Tan difícil era entender que lo que deseaba era que su alfa le quitara el calor ?—Te daré un beso si lo haces.

Zayn entrecerró los ojos, dudó unos segundos, pero sonrió y aceptó.

Después de darle dos pastillas, el omega se acercó y le rodeó el cuello con los brazos. Quería su beso. Ahora. Liam se encontró ronroneando al sentir el olor característico de su omega.

Incapaz de resistirse, le dio un beso que tenía la intención de ser suave y tranquilo, pero el omega no estaba de acuerdo. Pronto se encontró exigiendo que profundizara el beso, dio un suave gemido cuando la lengua del Alfa exploró su boca.

—Zaynie tenemos que parar...—El omega chillo en protesta.—Estás en celo y no recordaras con claridad lo que pase. ¿Quieres que nuestra primera vez sea así?

En respuesta Zayn lo volvió a besar.

Ah demonios, a quien quería engañar se moría por enterrarse en aquel trasero suave y redondo.

Pero no podía aprovecharse de Zayn. Se arrepentiría después. Se obligó a alejarse y como recompensa recibió una mordida de parte de un frustrado y enojado omega.

—¡Basta Zayn!

*****

—No, por favor no llores...

Un Alfa Para Mis Días De Celo (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora