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Después de su charla con Josh, Liam ansiaba regresar a casa, darse un buen baño y satisfacer su hambre con lo que Zayn haya preparado para cenar. Más tarde se preocuparía por arreglar su desastrosa vida. No logró llegar a la cabaña porque lo esperaba una multitud. Frunció el ceño, no recordaba haber ofendido a nadie últimamente...

—¡Liam!—Niall llegó corriendo hacia él, lucia preocupado.—Que bueno que estás aquí. Harry y Zayn llevaron a los cachorros al bosque, pero algo sucedió. Harry logró regresar con seis cachorros, pero está herido...

—¿Y Zayn?

—Él y dos cachorros más están en problemas.

—¿Y que demonios hacían?

Louis, el alfa que lo había amenazado con echarlo el día que volvió, se acercó a él a pasos apresurados.

—Encontraron una cueva que les pareció buena para explorar y cuando estaban saliendo hubo un derrumbe. Harry logró sacar a la mayoría de cachorros, pero Zayn se quedó atrapado con dos de ellos...

Liam no se molestó en terminar de escucharlo, corrió atravesando el bosque en una carrera mortal, usando sus sentidos rastreo el olor afrutado de su omega, pronto estuvo frente a la zona del desastre. Era una cueva inmensa, en el lado sur del bosque, rocas y escombros bloqueaban la entrada. En ese momento deseó que la marca de Zayn fuera permanente, así podría sentirlo y saber cómo se encontraba.

—¡Zayn!—Intentó con desesperación mover las rocas.
——¡Zayn! ¿Puedes escucharme? ¡Responde!

—Vas a lastimarte, idiota.

En su desesperación por llegar a Zayn no se dio cuenta de que el Alfa lo siguió. Louis buscó un par de troncos firmes para usar como palanca.

—Aquí, busca un punto de apoyo y haz presión. Debemos mover está roca primero.—Trabajaron juntos hasta que lograron quitar del camino una enorme roca.
Obtuvieron por respuesta el gimoteo de dos cachorros que se asomaron en su forma lobuna llorando por el miedo.

—Todo va a estar bien, tranquilos. Pronto los sacaremos de aquí.—Liam los tranquilizó, se dirigió al otro alfa.—Vamos a mover esas otras para despejar la entrada y sacarlos, ayúdame.

Louis no estuvo de acuerdo con el tono que usó para exigirle, su lobo se sintió retado, pero la situación era más importante que su orgullo.

—Cuida tu tono, alfa. O tendré que despellejarte.

—Como quieras. —Liam no estaba intimidado.—Te pateare el culo si quieres, pero antes ayúdame a sacarlos de aquí.

Ambos trabajaron juntos para desbloquear la entrada, los cachorros fueron los primeros en salir gimoteando y moviendo sus colas por el alivio, estaban todos cubiertos de escombros.

—Tranquilos, están a salvo.—Liam los acaricio cuando estos lo tumbaron al suelo para lamerle la cara.—¿Y Zayn, pequeños? ¿Él está bien?

Los lobitos bajaron sus orejas y dejaron de menear la cola. El corazón de Liam se oprimió.

—Yo me hago cargo de los cachorros, entra y busca a tu omega.

La cueva estaba demasiado fría y oscura. Con sus ojos humanos no era capaz de orientarse a la perfección, por lo que se dejó guiar por sus otros sentidos. A cada paso rogaba porque Zayn estuviera ileso.

—¡ZAYN!

—¿Li?

Zayn estaba en el suelo sujetando su pie derecho, los ojos llorosos y cubierto de polvo. Liam llego a el en medio latido.

—¿Te encuentras bien, Zaynie?—Liam lo palpó en busca de otras lesiones.

—Una roca me cayó encima, mi pie...—Zayn jadeo de dolor.—creo que... se está empezando a hinchar... ¿los cachorros...?

—Ellos están bien. Vamos, te sacaré de aquí.—Liam lo cargó con mucho cuidado y salieron de la cueva. —¿Te sientes bien, no estás lastimado en otro lugar?

—No...

—Te dejo solo unas horas y mira lo que sucede. Tuve que pelear por ti hace algunos meses y ahora me tienes atravesando medio bosque para rescatarte...—A pesar de su tono enfadado, no lo estaba.

Zayn escondió su rostro en el pecho del Alfa para que este no viera su sonrisa traviesa, le estaba gritando, pero otra vez acudía a su rescate. No se había equivocado al elegirlo. Cuando llegaron a la aldea los recibieron dos omegas bastante alteradas.

—¡No sé que sería de mí si le pasa algo a mi cachorrito!—Sollozo una de las omegas.—¡Gracias por rescatarlos, Liam!

—¡Y tú Zayn!—Gritó enfurecida la otra, mientras acunaba a su lobito entre sus brazos.—¡No dejaré que mis cachorros vuelvan a ir de excursión con ustedes dos! ¡Harry y tú son unos irresponsables...!

Mientras una omega se alejó con agradecimientos, la otra se llevó histérica a su cachorro.

—¿No se supone que es a mi al que odiaban?—Bromeó Liam. Lo acomodó mejor en sus brazos y camino en dirección a su cabaña.

—Tengo que vendar ese pie y asegurarme de que no este roto.

Afortunadamente Zayn no perdería el pie, como temía Liam, se la pasó en grande asustado a su pequeño omega diciéndole que no se preocupara, que el mismo le daría el hachazo de gracia de ser necesario. No hace falta decir que Zayn lo golpeó por ser tan estupido y burlarse de él.

Acomodado sobre una pila de almohadas y mantas, Zayn observaba cómo su alfa masajeaba su pie con manos expertas. A pesar del dolor, tener a su pareja cuidándolo con mimos provocaba que su cuerpo se calentara. Se mordió el labio cuando las grandes manos de Liam acariciaron su pantorrilla y besos húmedos eran depositados por toda su pierna, cerro los ojos imaginando la boca caliente del Alfa en otros lugares más interesantes...

—No es justo...—Susurró Liam.

—¿Que cosa?

—Que me provoques mientras estás en este estado, soy un bruto, Zayn. Y si sigues provocándome no creo que pueda ser muy cuidadoso.—Sus ojos estaban llenos de advertencia.

Pero Zayn estaba harto de tener miedo. En el pasado le temía a la presencia tan arrolladora de Liam.

Ahora, le aterraban las emociones que despertaba en él.

Los meses pasados conteniéndose fueron una tortura, después de la discusión en casa de Niall, lo evitó lo más posible. Sabía que si Liam se acercaba con segundas intenciones, cedería a lo que su cuerpo quisiera. Debía estar avergonzado por su comportamiento, el siempre fue recatado y tímido, pero algo se había encendido en su interior, algún interruptor que se volvía loco cada vez que Liam estaba cerca. ¿ Sería su lobo, que empezaba a reconocer a su alfa?

—Ven aquí, alfa.—Zayn extendió sus brazos, quizás aún seguía en shock por lo de la cueva y la medicina para el dolor le estaba nublando un poco el juicio, pero ya no se negaría a sus impulsos.

—Deja que te muestre cuan agradecido estoy contigo...

Un Alfa Para Mis Días De Celo (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora