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Liam termino de quitarse la camisa, la tiro a un lado sin importancia, y se arrodilló sobre el colchón. Retiró las sábanas que cubrían a su omega y descubrió que este se había desnudado y aliviado él solo, restos de semen cubrían su abdomen. Pero con Liam en la cabaña y su aroma por todos lados, el alivio no duró mucho y una nueva oleada de calor lo atravesó.

—¡Alfa... me duele!—Zayn estaba tan necesitado que lloriqueaba casi al borde de la locura, se mordía los labios y se retorcía, lo miró resignado.—¡Está bien! ¡Tomaré mis supresores!

—Ya no vas a necesitarlos. Yo me haré cargo de tu celo.

—¿Lo... harás?—Jadeó.—¡Ya te estabas... tardando!

Zayn fue silenciado por un par de labios que se unieron con los suyos en un roce húmedo y tibio, el alfa era exigente y esa lengua rasposa exploró cada rincón de su boca, embriagandolo.

Liam quería ir despacio con Zayn, después de todo era su primera vez, pero el omega no estaba para delicadezas. Como un experto giró la situación y lo tumbo de espaldas, acomodándose en su regazo mientras frotaba su redondeado y voluptuoso trasero contra la erección del Alfa, la lubricación de Zayn le empapaba el pantalón, el instinto dominando sus acciones.

El chasquido de los besos no cesó mientras el omega luchaba por quitarle el pantalón, cuando tuvo el miembro de Liam a la vista, se mordió el labio, imaginando cómo se sentiría ser llenado y quedar saciado hasta el cansancio. Bajo su boca y lamió todo el glande, saboreándolo.

Liam se inclinó hacia delante con una maldición y aferró las sábanas entre sus puños. Zayn se rió contentísimo al ver la reacción que tuvo, así que animado, intentó averiguar si el falo le cabía en la boca y descubrió que le llegaba hasta el fondo de la garganta.

Hizo una nota mental de que a su alfa le gustaba, lo sabía por los gemidos roncos que llegaban a sus oídos, lo saco de su boca con un suave "pop" y un hilo de saliva cubriendo la punta. Se arrastró sobre su alfa y lo beso, ansioso por tenerlo en su interior.

—Alfa déjame montarte...—Lo sedujo Zayn depositando besos húmedos por toda su barbilla y acomodando su miembro en su lubricada entrada.

Engatusado por los pequeños amagues que Zayn hacia moviendo las caderas, Liam se sintio a punto de explotar.

Deseaba con desesperación estar dentro de esa caliente humedad, lista para recibirlo.

Un movimiento y estaría enterrado entre los muslos cremosos de Zayn...

Gruñó en cuanto comprendió las intenciones del omega. Para los alfa era una cuestión sumamente importante ser los dominates durante el sexo, ellos siempre iban arriba. Que un omega te montara viéndote frente a frente, se consideraba dominación, era algo así como que el Alfa aceptaba someterse ante el omega.

—No, eso no, Zayn.

Había cosas que no le permitiría, ni siquiera en esos momentos tan acalorados. Con un agilidad cambio posiciones y lo tuvo debajo de él otra vez.

—¡Déjame montarte, Li!—Lloriqueó Zayn encaprichado.

—¿Así que tu plan era someterme, bebé?—Zayn negó con la cabeza, mordiéndose el labio inferior.—Mentiroso.

Liam se contuvo de reír, su omega era tan tierno y astuto.

Con las mejillas sonrojadas, una capa de sudor sobre su frente y los labios hinchados y brillantes, era sin lugar a dudas, la criatura más hermosa que alguna vez haya visto. Ninguna experiencia anterior era comparable a estar con Zayn.

Y se volvía más especial por ser el primero en la vida del omega. Y el último, se juró. Porque nadie, jamás , tocaría a Zayn como él lo estaba haciendo.

—Déjame tomarte así, quiero ver tu linda carita mientras te hago mío...—Liam se acomodó en la entrada del omega, su lubricante natural dándole la bienvenida a ese punto caliente y necesitado.

—Yo quiero... ¡Ah!—Zayn separó las piernas mientras sentía los dedos de Liam torturando y explorando su entrada.

—¿Me quieres aquí, Zaynie?

—¡Amgh!—Zayn se retorció.

—¿No estabas tan enfadado que no querías verme?Ahora no suenas igual. ¿Y que hay de las mordidas? ¿Acaso mi lobito ya guardo los colmillos?

Zayn le gruñó, fuerte, cuando dejo de penetrarlo con los dedos.

—Calma, angelito... te voy a dar lo que tanto quieres.

Zayn se arqueó y soltó un alarido de placer cuando fue llenado de una sola estocada.

—¡Ahmgm... Li!

No fue necesario el juego previo, el celo tenía muy bien lubricado a Zayn. Se dejó llevar por la sensación de ser llenado por primera vez. Aún perdido entre las sensaciones abrasadoras, por el empuje lento de caderas, fue consciente de la lucha de Liam por controlarse.

Los únicos sonidos que se escuchaban eran los quejidos agudos de Zayn, respiraciones agitadas y el erotico chasquido de piel contra piel. El aroma de ambos, mezclándose, dominaba la habitación.

Un chorro caliente lo lleno y luego sintió el miembro del Alfa hinchándose, sus paredes expandiéndose para alojarlo, bloqueándolo en su interior. Liam lo mantuvo abrazado mientas el cuerpo y alma de Zayn explotaron en pedazos gracias a su propio orgasmo. Y no fue solamente las olas de placer las que lo llenaron, por primera vez fue capaz de sentir el lazo que los unía. Y la experiencia fue tal, que le hizo tener múltiples orgasmos.

—¡Liam!—Gritó el nombre hasta quedarse afónico. Enredó sus piernas en la cintura del Alfa instándolo a moverse una vez más. El alfa dejó escapar un gemido lastimero. —¡Li!

Piel tibia y sudorosa contra la suya, respiraciones agitadas y erráticas, mezcladas por besos húmedos y sus cuerpos unidos por el nudo. Todo se sentía correcto, este momento compartido con su alfa... se sentía tan preciado. Fue como una calidez llenando su alma. Su lobo al fin reconociendo a Liam como su pareja destinada.

El alfa frunció el ceño ante la mirada brillosa del omega. Zayn parecía estar a punto de llorar.

—Mierda, fui muy rudo contigo. Te dolió porque fue tu primera vez, debiste decirme que estaba lastimándote...

¿Como es que su lobo se negaba a aceptar lo evidente, cuando eran tan perfectos juntos?

—El nudo no se a desinflamado, pero te buscaré algo para el dolor en cuanto...—El alfa fue interrumpido por un omega ansioso y emocionado, que no pudo aguantar otro segundo sin besar a su pareja.—¿Zayn?

Zayn lo aferró entre sus brazos y piernas, enterrando las uñas en su espalda mientras le devoraba la boca, temblando de deseo.

—¡Házmelo otra vez!

Liam se sintió atacado por la ferocidad de su pequeño compañero, pero sonrió entre besos, gustoso de complacer a su caprichoso omega.

Ahora que su terco y testarudo lobo aceptó a Liam, no pensaba dejarlo ir.

Un Alfa Para Mis Días De Celo (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora