Golpes del Destino

Cap. 11

-Hola, ya estamos aquí – dije acariciando a Azureus que salió a recibirme.

Todos sacaron la cabeza por la cocina y Jess miró a Bib con esa sonrisilla traviesa, me puse roja, lo sé.

-Espero que tengas hambre porque estamos aquí experimentando – dijo mi tío.

Me eche a reír sin poderlo evitar.

-Eso es para verlo – fui hacía la cocina mirando, había algo que de tan negro no se sabía muy bien que era pero no dije nada.

Por el rabillo del ojo vi a Adam pasarle un brazo por encima de los hombros a Ithan tras palmearle la espalda, Ithan pareció expirar aliviado. 

Sonreí para mis adentros viendo las miradas de esa curiosa familia.

-Quién lo iba a decir, vosotros cocinando para el “aperitivo” – reí

-Bueno, me parece que no tenemos mucho futuro como chefs – se rascó el cogote Issac. -Me temo que será mejor que te pidas una pizza – me miró Bib.

-Vamos, seguro que no todo está mal – probé alguno de los platos ante la atenta mirada de todos que ponían entre cara de asco y miedo – Esta bueno algo soso pero bueno – sonreí.

-¿Seguro? -¡Sí! Sino no me lo comería, ya lo sabe bien Adder.

-Ni que lo digas… - suspiró sentándose.

Comí y por la tarde pusimos una pelí para verla todos juntos, Beli me llamó y me escapé un momento a la habitación y acabé contándole parte de lo que se podía contar de mi avance con Ithan. Ella se alegró pidiendo detalles y luego bajé de nuevo sentándome junto a Ithan, me pasó el brazo por el hombro y yo me acurruqué mirando la pantalla.

Acabé dormida, yo ya había visto la peli, de nuevo no fue un sueño tranquilo, tenía flashes y era como si recordase o viese cosas… 

No se, era muy raro, como todo últimamente, a parte de las pesadillas, mi olfato me acabó de despertar de un modo brusco, olía tan bien. Seguí el olor y… oh, oh venía de la lata tipo red bull de Adam.

Suspiré y volví a darle vueltas a la cabeza, parecía que el legado paterno empezaba a imponerse ¿pero quería yo eso? A eso se refería cuando dijo que moría ¡¿pero y si no quería morir?! Me gustaba ser como era, bueno aunque hacerme vieja y pasar sin pena ni gloria por el mundo no me entusiasmaba ¿Qué quería hacer con mi vida? ¿Podía hacer algo acaso? ¿Soportaría ver todo pasar y perecer sin cambiar yo? ¿Me convertiría en una cosa? ¿Cúando pasaría?

-¿A qué le da vueltas ahora esa cabecita tuya? – me miró Pol

-Ya no se… - suspiré y me levanté dirigiéndome a la cocina y saqué de la mochila una bolsa de patatas, tenía hambre. 

Pero cuanto más comía más hambre tenía.

-Chica eres una ruina. Menos mal que no todos comen como tú sino... – bromeó Jack

-Y no se engorda, no me extraña que tus amigas te maldigan los huesos – sonrió Bib.

-No os riáis tengo hambre y no se me pasa y eso empieza a oler peligrosamente bien, demasiado – señalé la botella vacía y me dejé caer de nuevo en el sofá con un suspiró.

Isaac me miró, se acercó y cogiéndome la muñeca me tomó el pulso.

-Se te ralentiza – Ithan se acercó y entonces se disparó Isaac me miró y yo me puse roja como un tomate. -Si es que tanta fantasía no podía ser buena – bromeé para quitarle hierro al asunto aunque estaba algo ¿desquiciada? No se…