Cap. 2

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  • Dedicado a Dulce C. López
                                    

Ambos entraron en casa y dejaron las chaquetas en el armario.

-Uf  – dijo Bib desde el salón donde ellos entraban ensanchando la nariz. 

Las chicas y los otros dos chicos estaban tirados en el sofá viendo la tele. Ni siquiera volvieron la cabeza.

-Veo que os ha traído esa chica…

-Es guapa, muy guapa. Sexy – sonrió Jack

-Sí, estaba en el cine, nos la cruzamos cuando veníamos – dijo Adam sentándose junto a la chica rubia que era Bibian y le paso un brazo tras los hombros.

-Habéis llegado pronto – miró el reloj Bib

-Si – río Adam – Para ser un coche tan pequeñito tiraba el jodido.

Ithan también se sentó en una butaca.

-Ya dije yo que esa película iba a traer cola… - suspiró la chica morena.

-Hola chicos ¿Qué tal el día? – entro en el salón un atractivo hombre de pelo oscuro seguido de una hermosa mujer de pelo rojizo.

-Bien.

-Me alegro – se recostó en el respaldo del sofá – Que olor tan bueno… es…sensual.

-Sí, pregúntale a ellos – señaló uno de los chicos a los aludidos.

-Una chica nos trajo a casa en coche, eso es todo – lo miró Adam.

-Bien – sonrió el hombre. 

-¿Es guapa? – los miró la mujer sentándose en uno de los sofás.

-Muy guapa.

-Parece una chica con clase, se podría decir que dinero no le falta y sin embargo parece muy sencilla y tiene algo tan… – se encogió de hombros Jess, la morena sin encontrar las palabras adecuadas.

Bibian puso los ojos en blanco y cambio de canal.

-Bib… no seas así.

-Es humana madre.

-¿Y? Siempre has sido demasiado celosa.

-Tenéis que mirar de integraros – les dijo él.

Cuando llegué a casa me cambié y me hice un sándwich, me senté en el sofá aún con la adrenalina por la nubes y me puse una peli. Al día siguiente habían organizado una fiesta en el local del padre de Alex, iba a ir casi toda la peña.  Era una suerte estar ya de vacaciones, las luces de navidad se reflejaban en el cristal del balcón así que baje la persiana. 

Mi móvil sonó, era Beli, lo cogí, me explicó que se habían cruzado con Marc, y todo lo que había pasado, yo no sé porque no le dije nada de lo de Ithan y me estuvo preguntando sobre que se podía poner mañana para la fiesta y todas esas cosas de chicas. Hablamos un rato y seguí mirando la peli, hice sesión non stop. Me estiré y me fui a la cama poniéndome bien la braguita, me metí bajo el nórdico y me hice una pelota. Azureus se puso a mis pies.

Me desperté inquieta de madrugada, tenía la sensación de que había alguien observándome, suspiré y volví a acurrucarme nerviosa, os juro que sentía a alguien en mi casa…un aliento gélido tras mi nuca pero Azureus parecía tranquilo. No dormí muy bien, por la mañana me levanté, bostecé y me metí en la ducha. Pase el resto del día en casa y a la hora me vestí, me puse los vaqueros y un bonito y sugerente jersey y me recogí el pelo en una cola de caballo dejando algunos mechones sueltos, me puse las botas y me remarqué los ojos. Bajé a Granollers y aparqué en el primer sitió donde vi un hueco, los demás ya estaban en la fiesta, entré y me reuní con ellas tras saludar y me puse a bailar con un vaso en la mano, me encantaba bailar. Habrían pasado ya unas tres horas cuando ellos entraron, todo el mundo se giró hacía ellos, nadie sabía quién los había invitado pero les saludé como quién no quiere la cosa y los animé a acabar de entrar cogiendo de la mano a la chica morenita, estaba gélida ¿Sería de familia?, era preciosa y tan elegante. Me sonrió amigablemente y yo tras dedicarles un guiñó de ojos volví a bailar y todo pareció volver a la normalidad. 

Golpes del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora