-¿Asustada? -No – le miré y quizás debería. No todos los días la ama a una un vampiro y menos tan guapo como él.
Nunca temía por mi vida, hasta que volviera a cruzarme con ese ¡que insensata!
Gemí cuando sus dedos alcanzaron la zona crítica, era indescriptible lo que me hacía sentir. Aquella noche acabo haciéndome el amor, jamás creí que sería posible sentir aquello, esa sensación me llenaba, era como morir de placer entre sus brazos con cada caricia, con cada beso a cada movimiento de su cuerpo dentro de mí. Era éxtasis, mi cuerpo temblaba levemente, era como fundirse en uno solo, tan intenso que casi dolía…
Mis manos supieron entonces lo que era el cielo.
-¿Tan complicado ha sido? – le miré acariciando su rostro.
-No sabes cuánto. Tú no sabes lo mucho que te deseé desde la primera vez, creí volverme loco, no podía dejar de sentirme como un monstruo, la sed era demasiado fuerte. Tú olor, tu mirada, parecías tan disponible, me invitabas, era una incitación. Toda tú me invitabas a... y yo… me cuesta mucho controlarme contigo pero lo hago, no quiero hacerte daño.
Sonreí y dejé que el sueño se adueñase de mí.
Cuando me desperté amanecía, él seguía a mí lado, mirándome y acariciándome distraídamente, le sonreí ruborizándome. Era imposible no recordar todo lo que me había hecho sentir ¡eso si fue excepcional! Admiré su cuerpo desnudo, fuerte, viril, era una imagen imponente y me senté sobre él, aún podía ver su cara mientras lo hacíamos…
ufff indescriptible me hizo enloquecer aún más.
-Creí que…
-No podíamos hacerlo… - sonrió acariciándome la mejilla y echándome la melena atrás.
-Sí, aunque con lo que dijo mi tío lo descarte – sonreí mordiéndome el labio – Es frustrante tener que reprimirse...
-Bueno, me temo que se habrá enterado todo el barrio igualmente – rió – Nadie jamás me había hecho sentir lo que tú, fue…. Tan… increíble– me cogió la cara con las mano y con facilidad me cogió tendiéndome en la cama observándome, sólo llevaba las braguitas y la camiseta de tirantes que se me había subido bastante.
Deslizo su mano desde mi pecho hasta mi vientre, jadeé arqueando la espalda con un repelús placentero, mi cuerpo volvía a vibrar.
-Aunque no se hubieran enterado mi cara nos delataría – sonreí - ¡Me pondré roja como un tomate! Y que conste que no soy muy vergonzosa…
Rió y se recostó a mi lado dándome un beso, me acurruqué a su lado poniéndole una mano en su pecho y me adormilé, era temprano. Eso sí, primero volvimos a dejar llevar por el fuego del deseo.
Cuando me levanté inspiré antes de bajar al comedor, di los buenos días como si nada y me preparé el desayuno. Por cortesía todos evitamos el tema pero el cachondeo estaba servido. Después de desayunar me llevé a Jess y Bib de compras, al día siguiente era Navidad y con todo lo que había pasado no había comprado nada. Lo complicado fue comprar algo para Ithan…
Cogí una tontería por que quería hacer algo personal ¿Qué le podías regalar a un vampiro?
-Bueno que, ahora que estamos solas ¿no vas a decir nada? – me miró Bib los colores me subieron de los pies a la cabeza y se rieron.
-¿Qué queréis que os diga?
-Alú, ahora no te hagas la tonta – me dio un codazo, me reí.
-Fue increíble, es que no tengo palabras, estoy por atarlo a la cama _ arqueé la ceja con una sonrisa traviesa en la cara.
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Golpes del Destino
ParanormalAlú tenía una vida normal y corriente, hasta que un día en el bosque, siente una presencia que la observa y la acecha. Un nuevo grupo que hace estremecer al resto de sus compañeros, regresa a Granollers y ella se ve irremediablemente atraída por uno...