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-que demonios hiciste?-preguntaba con reproché, el mejor amigo de Jungkook, Park Jimin. El entendía que su amigo iba en contra de las reglas y que el había participado junto a él en algunas situaciones, pero eso ya era demasiado.

-es solo un portafolios, no es el fin del mundo-profirió, sin tomarle importancia a lo que decía su amigo. El sinceramente no tenía idea como había terminado con ese portafolios, y menos a quien le pertenecía-de quién será?-le preguntó, más no recibió respuesta, sino un regaño por parte del mayor. Era azul, con estrellas a los costados y en el medio había una pequeña y brillante luna. Jungkook no era de los chicos que se interesaban intensamente en algo pero..habría que admitir que ese diseño tan curioso le llamo la atención.

-lo abriré-le dijo a su amigo en un susurro, ya que, estaban en medio de el patio y alguien podría escuchar. Hojas y más hojas era lo que contenía el portafolio, notas de algunos exámenes, el nombre de algunos alumnos desaprobados, entre ellos su nombre, pero nada más interesante-eso es todo?-se cuestionó el solo, al parecer el había esperado algo más, un poco más importante, claro, no es como que las notas de los exámenes no fueran interesantes, es más el podría usarlas para su propio beneficio, pero no había más.

- que esperabas? Un secreto oculto o algo llamativo-exclamó Jimin, Jungkook suspiró y volvió su vista al portafolios, había algo en el que le llamaba la atención y no sabía que era-mejor vámonos-le sugirió su amigo, el solo asintió y cuando comenzaron a caminar, algo cayó del portafolios, los dos amigos se detuvieron, y a lo lejos apreciaron una carta de color celeste, con flores a los costados,Jungkook corrió hacia ella y la recogió, estaba dispuesto a leerla, cuando sonó el timbre, era hora de ir a clase-tu no te salvas de mi-le dijo, como si entendiera a la carta. Busco con la vista a Jimin, quien para su sorpresa ya se había ido, tenía que correr o entraría tarde a clases, que le tocaba...ahh, literatura. "Hay no, con ese maestro de Mier-" pensó el castaño antes de entrar a su salón, pero para su mala suerte, el profesor ya estaba ahí.

-joven Jeon-le dijo con su voz gruesa que siempre acostumbraba cuando estaba molesto- estás no son horas de llegar- le recalcó, golpeando el piso con su píe repetidas veces, esperando otra perfecta excusa de "su alumno estrella".

- se me hizo tarde, estaba en la enfermer-fue interrumpido por su profesor.

- ahora que fue Jungkook, tu brazo o tu pierna?- le preguntó sarcástico, esa tonta excusa la había dicho desde el primer día de clases.

- el lo lamenta, Señor Kim-dijo Jimin, que se encontraba en la primera fila del salón-verdad, jungkook?- le preguntó, a lo que su amigo, aún parado en la puerta del salón asintió con la cabeza, se notaba que lo hacía en contra de su voluntad, pero era eso o recibir un sermón enorme de la vieja de la directora.

-puede pasar joven, siéntese al lado de Jimin, por favor-le dijo el profesor Kim, el solo camino lento pero seguro hasta donde estaba su amigo. Cuando el profesor se volteo, los dos suspiraron aliviados y luego soltaron algunas carcajadas, era algo de costumbre lo que había pasado, quizás pasaba unas 5 veces a la semana.

-y que, ya leíste la carta?-preguntó interesado el pelinegro-y el portafolios?, no me digas que lo perdiste-.Jungkook levantó el dedo y lo movió de un lado a otro, Jimin disimulo acomodarse el cabello y cuando su amigo estuvo distraído, se la arrebató hábilmente.

-devuélvemela!- vociferó demasiado fuerte el castaño, todos se voltearon a ver a Jungkook, quien solo les grito a todos "y a ustedes que les importa" y siguió con lo suyo.

- Joven Jeon-espetó una voz fuerte y potente-a dirección-le dijo el profesor Kim, la mayoría ya ni se asombró, era algo normal en el ir a dirección cada dos minutos. Jungkook se levantó, levantó su maleta del suelo y salió por la puerta, con el portafolios escondido dentro de su camisa, una vez que se fue el Señor Kim continuo su clase.

- Ahora si, en que estaba- se indagó, levantó la carta, se dio cuenta que dentro tenía una nota que decía"Jodete Park Jimin", se rió de lo que tenía dentro- lo mismo digo, Jeon, lo mismo digo-susurró. Otra vez Jeon Jungkook se salió con la suya.
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-a quien le pertenece esa carta, Jungkook?- le preguntó la directora algo inquieta. Ya habían estado hablando sobre su mal comportamiento, hasta que la directora, encontró en uno de sus bolsillos de su casaca una carta.

-no tengo ni la menor idea-le respondió, ella se colocó los lentes y desdobló la carta-adelante léala, no sé ni que dice-prosiguió, la directora, leyó en voz alta todo lo que decía la carta. Cuando terminó, sonrió algo conmovida e entristecida.

- es suya, joven?, si es así déjeme decirle que tiene usted una hermosa caligrafía y una perfecta manera de escribir-Jungkook ladio la cabeza confundido, no se imaginaba que esa carta estuviera así de bien. Le arrebató la carta a la directora con algo de rudeza, y presenció la caligrafía perfecta que brillaba delante de él, su lectura le había dejado un extraño sabor
metálico en el paladar, ¿quien hubiera pensado que en ese portafolios robado iba encontrar una carta tan Personal? Y tan dolorosa(metamorfosis)

-puedes retirarte , joven Jungkook

-puedes retirarte , joven Jungkook

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UN GRITO DESESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora