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Desperté de mi inconsciente a las 12 de la tarde, estaba muy confundido por los hechos pasados anteriormente, que debería hacer.

Mi celular comienza a sonar, me acerco a ver quién puede ser, pero es un número desconocido, no conozco el número, quién podrá ser?. Contesto y se escucha una voz algo alterada y a los gritos de la gente de fondo.

-Quien es?-le pregunte, pero ni siquiera se molestó en responder mi pregunta, solo comenzó a hablar demasiado rápido, no podía entender nada.

-eres jungkook?- acaso esa persona me conoce, pero no reconozco su voz ni su numero de celular.

-si, habla Jungkook.

-grasias al cielo estás bien, tu hermano vino de Nuevo a la escuela, creo que nadie sabe que quiere. Tienes que venir-corte la llamada en un instante y salí como un rayo de mi habitación, salí por la puerta y no le detuve hasta llegar a la escuela.

Al llegar, vi como todo era un conflicto, alumnos desordenados, padres yendo y viniendo, los profesores parecían haber presenciado una escena devastadora. No había rastro de Jimin por ningún lado, pero si vi al maestro Min, algo desesperado.

-No, No-musité trágicamente al ver a lo lejos a mi hermano tirado en el suelo y ensangrentado. Corrí hasta el y me arrodillé a su lado. Quien había hecho esto?, porque lo había hecho?. Juro que en ese momento sentí mi vista perdida y mis labios sangrar de tanto haberlos mordido. Nadie sabía cómo me sentía, mi hermano era mi única familia, ¿como haré para que mi familia cambie, sin mi hermano?.

-Veo que ya te diste cuenta de lo que acaba de pasar aquí- dijo detrás de mi una voz gruesa-debes sentirte devastado, pero es hora de que nos vayamos de aquí- me dijo, luego agarro mis manos, que se encontraban en el abdomen de Jeon Minho, no le importo mancharse de sangre, solo me levanto y me acurruco entre sus brazos. Hasta ese momento sabía perfectamente quién era esa persona.

-Kim Taehyung, se puede saber qué haces?- le pregunte en un susurro, el solo se encogió y dejó caer su cabeza sobre mi hombro, mientras que yo traía el fantasma de unas lágrimas en mi rostro.

-te abrazo, o me vas a impedir que te abrase-cuestionó algo agresivo. Sollocé tristemente, quería que esto fuese un sueño, que todo volvería a la normalidad en un abrir y cerrar de ojos, pero..no fue así.

Las ambulancias llegaron en cuestión de segundos, recogieron a mi hermano del piso. Uno de los enfermeros se me acercó y me pregunto "si era su familiar", solo asentí aún en los brazos de el director.

- debes acompañarme, niño- volví a asentir. Estaba dispuesto a irme, Salí de los brazos del director, y traté de irme, pero unos brazos me abrazaron por el abdomen impidiéndome moverme.

-debería ir contigo-dijo el director, lucía cansado, estaba con el cabello alborotado y por primera vez pude ver una mueca en su rostro-además necesitan un adulto y tú no eres un adulto aún , y también necesitan alguien que pague todo lo necesario. Ese adulto soy yo, déjame acompañarte-de ahí venía el dilema, que iba hacer no tenía fuerzas para luchar ni para discutir, así que mejor deje que fuera conmigo, igual no iba hacer mucho, tal vez así, Era una oportunidad para conocernos mejor, aunque no era la apropiada, porque me sentía mal, muy mal.

- tranquilo todo estará bien

UN GRITO DESESPERADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora