Décimo sexto capítulo

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Wonwoo recorrió el lugar del evento inspeccionando todo con ojos detallistas y rigurosos. Ajustaba su vista a las salidas, revisaba las cámaras de seguridad y miraba el reloj con frecuencia. Podía parecer un paranoico, pero sabía muy bien cuál era su trabajo. Hoy tendría que escoltar en una junta de posibles inversionistas de la empresa Desire Collections de la cual Mina era ahora la propietaria. Diamantes multicolores encasillados en cualquier esquina del lugar, la luz atravesaba sus cuerpos creando arcoíris de brillo perpetuos en la sala principal. La sala estaba completamente ocupada de objetos de color blanco marfil que hacían juego con los hermosos colores de las piedras preciosas a presentar. Todo se veía perfectamente en su lugar a medida que las personas se dirigían a la entrada del local.

Mina había estado caminando de un lugar a otro tratando de organizar todo a la perfección mientras la mirada de Wonwoo solía posarse en ella solo para cerciorarse de que nada estaba saliendo mal. Él debía pensar en proteger a Mina, pero con el poco conocimiento que tenía sobre ella era algo que lo tenía al pie del cañón con su actual trabajo. Empezó a apuntar mentalmente las características que había visto en ella para que le pudiesen ayudar a comprenderla más.

Número uno: alto poder de persuasión.

Número dos: bajas tolerancias de alcohol.

Número tres: problemáticas.

Tres cosas no iban a ser suficientes, necesitaba saber más. Pero se limitó en usar los tres importantes datos que conservaba consigo. Observo a Mina hablar con los inversionistas, el encanto de la persuasión se colaba en sus palabras, encaminándolos a invertir en su empresa como una rotunda elección.

Mina bebía con gracia cada copa de champagne, la marca de su labial se posaba en cada copa que ocupaba y la elegancia del trazo de sus labios contra el cristal se asemejaba a una obra de arte abstracta de la actualidad. Debía conservar la compostura que consistía en elegancia y limpieza del protocolo original. Ese que había estudiado mil veces desde que se unió a la gente de la alta sociedad. Le enfermaba regalar sonrisas a quienes no se lo merecían o mantener una plática personal con alguien al que en verdad no le interesaba su vida. Las superficialidades de la alta sociedad, las etiquetas que imponían sin avisar, sin proponer, la manera en como aislaban a los que no eran como ellos los hacia ver como verdaderos monstruos, muy diferentes de como era su perfecto exterior. Mina solo deseaba que el estúpido evento se terminase para no seguir pecando en la hipocresía que tenía que profesar. No lo podía soportar.

El evento se terminó unas horas después de unas conversaciones más y ella sonrió hipócritamente una vez más, mientras despedía a la última persona en desalojar el lugar. Se voltio lentamente y diviso a Wonwoo ocupado observando a las personas desalojar el lugar.

-Vámonos de aquí, quiero ir a cenar -Mina intento llamar la atención de Wonwoo.

-No es una buena idea, la entrada de este lugar tiene muy poca iluminación, la salida aun esta atestada de personas tratando de salir de este lugar, podría ser peligroso -Wonwoo examino el perímetro de la entrada mientras explicaba todo a Mina.

-Aburrido, saldré yo misma de este lugar- Mina saco las llaves de su carro y se dirigió a la entrada mezclándose con las personas que esperaban sus carros en la entrada del lugar.

Mina se abrió paso entre las personas regalando sonrisas y reverencias. Wonwoo corrió detrás de ella y observo cada buen punto de tirador en los alrededores, su instinto le estaba guiando en esos momentos. La siguió justo a su lado mientras revisaba cada uno de ellos cuando una sombra en lo más alto del hotel, lo advirtió de lo peor. Las luces de los anuncios exponían el reflejo del tirador y este esperaba atentamente el momento correcto para disparar. Se movía como un profesional, no parecía querer fallar así que cuando Wonwoo vio la oportunidad, saco un pequeño espejo de su saco y con su escaso reflejo lo movió cegando por unos segundos al sicario haciendo que este se irritase y decidiese disparar de todos modos. El disparo perdió su rumbo correcto atravesando la ventana de un auto vacío alarmando a todos los presentes.

-Ese disparo era para ti así que será mejor que huyamos- Wonwoo tomo el brazo de Mina y esta lo siguió corriendo hasta su auto saliendo del lugar de inmediato.

Ya en el auto el pecho de Mina subía y bajaba de la adrenalina del momento, meditaba sin decir una sola palabra, pero quería preguntar un millón de cosas.

-Me querían... asesinar -Balbuceo Mina mirando hacia la nada. - ¿Cómo te diste cuenta? -Pregunto desviando su mirada hacia el joven.

-El individuo se encontraba en la azotea del hotel, lo divise casi de inmediato, se movía de una manera particular. Cegarlo no fue la mejor opción, pero fue la única que se me ocurrió en el momento- Wonwoo sabía exactamente como inhabilitar al asesino, pero no estaba orgulloso de cómo había aprendido todo eso. Pensó en el mismo apuntando para matar alguien y que podía hacer que el fallara el tiro. Las cosas habían funcionado, pero era solo el comienzo.

- No puedo creer que me salvaras la vida- Mina dudo por unos segundos, pero termino posando su mano sobre la de Wonwoo y le dio un pequeño apretón como agradecimiento.

-Era lo que tenía que hacer, más no hubiese sido necesario si me hubiese hecho caso desde el primer instante. Tomaremos medidas al respecto. - Wonwoo envolvió la mano de Mina involuntariamente y la apretó justo antes de terminar de regañarla por el atentado.

-No hay razones para vivir cuando ya no tienes a nadie. - Mina deslizo su mano alejándola de la de Wonwoo.

Bajo la luz de la luna, abrazados por la obscuridad de la noche se encontraban ambos sentados a la orilla del famoso río Hann. No había una sola pareja contemplando aquel río a esas tardías horas de la madrugada y el silencio del lugar combinaba perfectamente con la inquietud que los acosaba.

-Esta no era la cena que me estaba imaginando - Mina comió sus fideos negros de mala gana y se manchó un poco la cara.

-Aquí no te van a venir a acecinar, te lo dice un asesino -Wonwoo tomo una servilleta y se la tendió a Mina, pero la oscuridad no permitió que esta la divisara.

-Supongo que he contratado a la persona indicada- Mina hablo con sarcasmo sin sentirse intimidada por el comentario del menor.

-Enserio no sientes nada- Wonwoo se acercó a limpiar la mancha de salsa que rodeaba la comisura de los labios de Mina. Ella se quedó quieta mientras el deslizaba la servilleta como si nada mientras sonreía de lado con los ojos fijos en limpiar la mancha. La mente de Wonwoo se trasladó a otro tiempo y lugar. Los labios de Mina eran muy parecidos a los de su primer amor, Mina, incluso sus nombres eran iguales.

- ¿Por qué no comes? -Mina rompió el incómodo silencio tendiéndole la comida a Wonwoo y este la tomo para seguidamente empezar a examinarla.

-No sabía que bailabas -Wonwoo tomo los palillos y se dispuso a comer esperando que la conversación continuara.

-Si es por lo del club, es una larga historia, que no merece ser contada -Mina revolvió los fideos con rabia recordando todas las malas pasadas de su antigua vida.

-Talvez no me merezco escuchar esa larga historia- Wonwoo miro a Mina y está bajo la mirada.

-No ha vuelto a ser contada en realidad- Mina termino sus fideos y desplazo el plato hacia un lado.

-No tienes miedo de olvidarla o de olvidar a sus personajes- Wonwoo movió la cabeza hacia un lado en un gesto adorable ganandose una sonrisa de la mayor.

-Me gustaría saber cómo se ven ahora sus personajes, que estuviesen frente a mí, que yo pudiese reconocerlos - Mina se preguntó cómo se verían sus madres superioras, sus antiguas compañeras del club o cuán grande había crecido el pequeño niño Wonwoo del orfanato. No pudo evitar desviar su mirada hacia Wonwoo imaginándose que podían verse igual.

El chico que era su guardaespaldas estaba muy lejos de verse como un niño. Los rasgos de su cara estaban completamente marcados haciéndolo ver masculino. Su cuerpo alto y tonificado le daba un aspecto elegante. Su voz era profunda y de hablar calmado brindaba paz al ser escuchado.

Disculpen los errores.
SE TIENEN AL FRENTE Y NO SE DAN CUENTAAA

Placer Vacío - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora