Décimo octavo capítulo

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Hansol conducía su auto mientras las serenidades de la madrugada caían. Un carro paso a su lado y al mirar de casualidad se dio cuenta de que sus ocupantes mantenían una violenta discusión, el sonido de los autos ahogaba los insultos que el chico le propinaba a lo que parecía ser su novio, pero nadie escuchaba lo suficiente como para que alguien se enterara de su riña acalorada. Hansol era el único que escuchaba ya que estaba cerca del auto que aquel chico manejaba. La pareja acelero desviándose del carril que ocupaban y en ese momento Hansol hizo una maniobra que termino estacionando su auto frente al de la pareja haciendo que este frenara quedando completamente acorralado. Seguidamente ambos propietarios de los vehículos se apuraron a salir de sus vehículos y enfrentarse como era de esperarse.

- ¿Qué demonios te sucede? -El chico de más o menos la altura de Hansol se acercó a él en busca de explicaciones. Miraba a Hansol como si fuese un gusano mientras que el contrario ni siquiera lo estaba observando.

-Deberías ser un hombre de verdad y comportarte como un caballero- Después de lo dicho Hansol sonrió amablemente mientras observaba la expresión de duda del sujeto.

Hansol lo tomo de la camisa y estampo su cuerpo en la tapa de carro para luego darle un golpe en la cara que lo dejase completamente sedado deslizándose desde la tapa del carro hasta el suelo de la carretera. El chico solo se quedó ahí viendo el espectáculo con los ojos bien abiertos. Hansol se voltio a verlo y el no lucia intimidado en lo absoluto.

-Siempre andas por ahí rescatando chicos indefensos? Se ve que tienes talento en eso - El chico tenía un golpe en el labio y esta estaba empezando a sangrar.

-Mira tus heridas necesitas atención medica- Hansol se acercó a el lo suficiente como para ver sus cortadas y moretones.

- Y que pasara cuando vuelva a estar solo- Hansol respiro profundo y se agarró el puente de la nariz en señal de estrés evidente. Extendió su mano y el chico dudo unos segundos antes de tomarla e irse de ahí lo más pronto posible.

-No quiero ir al hospital, preferiría comprar las cosas en una farmacia- El apretó la mano de Hansol y este lo reconoció de repente. El era el chico que lo había golpeado en el bar.

Se quedó callado y viajaron en busca de insumos para poderlo curar y en poco tiempo estaban fuera de la farmacia aparcados en el estacionamiento del lugar. Hansol limpiaba sus heridas y colocaba ungüento en sus moretones.

-Tú fuiste el chico que se quería aprovechar de mí en el club, supongo que ya estamos a mano. -El ocupo toda su atención en el aspecto de Hansol preguntándose cómo era que se había comportado tan diferente ese día.

-En realidad fue un malentendido, confundiste mi mano con la de mi hermano el cual solo iba a tomar su trago y accidentalmente te toco -Hansol lo juzgo con la mirada y prosiguió a recoger todo lo utilizado.

-Oh, lo siento- El busco la mirada de Hansol y parecía estar lamentando lo ocurrido.

-No es nada, ya está, listo- Hansol seguía serio, pero conforme con que lo perdonara.

El chico vivía en un departamento junto con otros jóvenes de su edad y fue fácil darse cuenta que era un universitario.

-Mi nombre es Seungkwan, gracias por ayudarme- El hizo una pequeña reverencia ofreciéndole una encantadora sonrisa mientras sus amigas lo atacaban para sacarle información.

-Copie mi numero en la curita de tu frente, si tienes algún problema con ese idiota no dudes en llamarme- Hansol le regalo una amplia sonrisa y el se tocó la frente con una  cara de confusión que a este le pareció adorable.

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Sentado en una de las sillas del Pub Black Roses en el que trabajaba, Seungcheol estaba rodeado de tragos y mujeres a las que él tenía que complacer. Las chicas hablaban animadamente entre ellas y el las escuchaba con atención y asentía de la nada. Lo hicieron comprar botellas bastante caras y tuvo que tomar un trago de cada una de ellas y así consistía su trabajo además de tener que acostarse con ellas si es que a alguna le interesaba. Esa noche las clientas que le toco atender no estaban tan interesadas en él, y solo demandaban de su compañía. Seungcheol ajusto su reloj y miro a su alrededor en busca de un chico al que había estado esperando toda la noche.

Placer Vacío - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora