Vigésimo capítulo

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Chan y Seokmin se encontraban justo en medio de una de esas discusiones nocturnas que en el cuarto que compartían se solían llevar con habitualidad.
El ambiente pesado y la tención ligera se mezclaban en el espacio que compartían sus miradas que se encontraban con cierta facilidad y sin miedo a lo que se podía desencadenar.
La sangre de Seokmin ardía en las llamas de la ira mientras Chan y sus ojos inocentes esperaban su reacción agresiva sin refunfuñar. No se daban cuenta que lo estaban empezando a disfrutar.

-Eres un demonio, tus acciones no se pueden controlar- Seokmin se acercó a Chan mientras lo acorralaba contra una de las paredes del cuarto.

-Crees que puedes intimidarme, no llegas tan siquiera a alarmarme, no generas miedo en mi... Lee Seokmin- Chan con una brillante sonrisa deslizo su agarre sobre el brazo del mayor haciendo que sus vellos se erizasen al contacto.

-Realmente quiero golpearte -Seokmin perdió sensibilidad en su brazo cuando las uñas de Chan empezaron a enterrarse sobre su piel.

- ...¿Y quién te detiene? -Chan no sentía absolutamente nada cuando se encontraba frente a la furia de Seokmin. Su mente se perdía, su cuerpo se paralizaba.

Seokmin se acercó a él solo separandolos unos centímetros, Tomo el cuello de Chan y sus manos apretaron suavemente haciendo que Chan tirase su cabeza hacia atrás mientras rodaba sus ojos y mordía sus labios sabiendo el efecto que estas acciones tenían en Seokmin.

Con una sonrisa que al mayor le pareció letal Chan perdió algo de cordura y dejo de apretar sus uñas contra la piel de Seokmin. El hecho de que el aire le estaba faltando fue lo que lo hizo reaccionar.
Tomo la mano de Seokmin y el retiro de su cuello deslizándola hacia su pecho para después retirarla.

-He dicho que quien te detiene. ¿Por qué no te mueves?, Haz algo en este instante porfavor -Chan tomo la estantería del cuarto y paso su mano sobre ella para que todo lo que la ocupara se derribase.

Seokmin se acercó a Chan y este lo empujo de manera amenazante. Como respuesta el menor le lanzo un golpe en la cara haciendo que su labio sangrase automáticamente.
Seokmin sintió sus labios arder y limpio la sangre con su pulgar para luego llevárselo a la boca, gesto que le pareció completamente excitante al menor. Chan trago saliva concentrado en aquella acción de parte del mayor.

Seokmin esta vez lo tomo por el cuello de su playera y lo estrello sobre la mesa de estudio acerco sus cuerpos y lo acorralo entre sus piernas.
Chan rio cuando su cuerpo crujió sobre la madera del mueble y estrello su cabeza contra la de Seokmin para luego lanzarse sobre el cuándo ambos cayeron al piso por la falta de estabilidad de sus cuerpos. Seokmin forcejeo con el menor y se giró para subirse sobre el menor acorralándolo con su cuerpo.
Levanto su puño para propinarle un golpe y se detuvo justo antes de golpearlo.

Seokmin estaba harto de sus peleas sin sentido, ni siquiera se acordaba porque la riña había comenzado, de lo único que estaba seguro era de que Chan sabía exactamente cómo sacar lo peor que habitaba en él.
Sabía exactamente como volverlo un desquiciado, no le había costado nada, ya lo había logrado. Seokmin se quedó totalmente paralizado mientras ejercía presión sobre el cuerpo de Chan para que no pudiese defenderse.
Él menor era buen peleador y no le costaba defenderse. Respiro bruscamente a la par de su contrincante y bajo su mano para tomar la cara del menor y besarlo ferozmente. Chan no dudo un segundo en seguirle el beso abriendo su boca seductivamente en busca de más calidez de parte de la boca del mayor.
Chan se separó de repente cuando el mayor mordió sus labios hasta que estos se desprendieron aquel líquido con sabor a metal.

-Ahora estamos a mano- Seokmin seguía encima de Chan, era la única manera de que permaneciese quieto.

Chan alargo su mano y le propino una cachetada al mayor quien se llevó la mano a la mejilla por lo caliente que la zona estaba y lo miro desafiante.

Placer Vacío - MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora