Celo ↬ SOOJUN

VI

Capítulo Seis

¿¡Cómo que estuviste a punto de tener esas cositas privadas con ese feo y tonto alfa, Junnie?!

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—¡YeonJun!—gritó muy preocupada JooHyun.—¿Dónde esta mi bebé?

SeokJin—aún adormilado—al escuchar aquel grito, se despertó. Retiro la sábana que cubría su cuerpo para después sentarse en el borde de la cama. Se quedó mirando la pared por unos segundos y parpadeo varias veces para poder despertar bien y así abrirle la puerta a la progenitora del omega—pues era más que obvio que ella era—. Se puso sus pantuflas y salió casi corriendo a la puerta de entrada. Tomó las llaves y con algo de pereza abrió la puerta. Pero, algo que no esperaba, fue que la omega se le aventara casi encima desesperada en busca de su hijo. SeokJin se impactó.

—¡SeokJin!—dijo la omega.—¿Dónde está?

JooHyun miraba atenta al rostro del omega, sin que se le escapara alguna reacción facial. Tenía sus puños a la altura de su pecho y fruncía sus labios, ansiosa.

—Bueno, yo diría que ese 'pequeño' ya creció, ¿no crees linda?—contestó SeokJin con gracia. Pero al parecer, fue una muy mala idea haber dicho aquello, pues JooHyun comenzó a empujarlo para poder entrar a la casa de este y por fin buscar a YeonJun.

JooHyun en cuanto entro al hogar, percibió un nuevo y muy llamativo olor el cual nunca había olido dentro de la casa de SeokJin, y supo que —por obvias razones— eran los feromonas que su pobrecito hijo estaba desprendiendo y básicamente dominó —ese olor de fresas y flores— cualquier rincón de la casa. Y claro que aquello no era bueno.

Una cosa era que YeonJun amaba —y ella suponía que aún lo seguía amando, mas su hijo negaba aquello— al alto y atractivo alfa. Y otra cosa era que cualquier alfa de por ahí podía oler los feromonas de YeonJun. Para la omega era una señal de peligro. JooHyun ya tenía en mente cuánta ropa era necesaria comprar para sus inesperados nietos y aparte el dinero que se tendría que ocupar en los cachorros, pero se quitó un peso de encima ya que aquello afortunadamente no había pasado, según le contó SeokJin. Su hijo aún seguía —por fortuna— virgen.

SeokJin aún parado en la puerta de entrada, miró como la bajita omega arrugaba su nariz. Y como por arte de magia, JooHyun había subido las escaleras, ya que en ese momento supo dónde se encontraba su hijo. SeokJin reflexionó aquello y por un momento se preguntó... ¿Cómo es que los alfas en la habitación no se habían despertado por el ruido?. Tal vez sea un poco grosero, pero NamJoon tenía el sueño pesado y su hijo había adquirido algo de eso de su padre. Entonces recordó aquello y respondió por si mismo su pregunta.

El omega supuso que solo JooHyun iba a "entrar" a su casa, pero cuando volteó para ver quien más estuviera afuera, SeulGi —madre de YeonJun— tenía una bolsa llena de cobijas, cajas, calcetas, jugos y ropa. La alfa sacó una cobija, un par de calcetas y un jugo —de mango— para después meter aquella bolsa adentro del carro y salir corriendo a dirección de SeokJin. El castaño suspiró con pesadez y dejó que SeulGi entrara. Se puso a un lado de la puerta tomando la perilla y espero a que la alfa entrara corriendo también en busca de su hijo.

—¿Sabes dond...—fue interrumpida.

—Subiendo las escaleras, puerta blanca. —contestó SeokJin mirando a SeulGi.