Celo ↬ SOOJUN

VII

Capítulo Siete

"No, SooBin te cambio por completo—esta vez el tono de voz de TaeHyun cambio y se volvió duro, sonando molesto.— Tu sabes que con los sentimientos no se juega, Kai"

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—¿Quién comenzó?—Los dos alfas se señalaron sin siquiera verse.

La directora fulminó con la mirada a los dos presentes y siguió anotando el reporte que se habían ganaron. Tienen 2 días de suspensión por no seguir las reglas.

Si no fuera por la gran separación entre los alfas, estos ya se anduvieran molestando codo a codo. TaeHyun —con una bolsa de hielo— en el extremo derecho y SooBin –con sangre en su labio— en el extremo izquierdo, mientras que lo separaban esos 5 metros. SooBin miraba —o más bien, se comía con la mirada— a TaeHyun, quien sostenía la pequeña bolsa de hielo sobre su ojo.

Lo que sucedió no tiene tanta ciencia: TaeHyun y SooBin al principio comenzaron a discutir en un tono muy alto—llegando a ofenderse muy fuerte— para después recurrir a los golpes, quien a resaltar comenzó el mayor, SooBin. Los dos salieron perdiendo, aún que SooBin se veía exhausto. Ya habían llevado tiempo golpeándose el uno al otro, hasta que a algunos compañeros de SooBin pasaron por el pasillo donde los dos alfas peleaban —por sus razones— decidieron separarlos de inmediato.

TaeHyun de vez en cuando mordía parte del cuerpo de SooBin y también jalaba su cabello, corría y hacía tácticas para hacer cansar a SooBin. En cambio, SooBin tomaba del cuello a TaeHyun para seguir golpeando su 'hermoso' rostro, el cual quería destrozar. Los dos querían lo mismo, querían descargar toda su ira y furia en el otro, dándole a entender quien era el que mandaba en ese combate.

La hiperactividad de TaeHyun llevaba la delantera, pero los fuertes y astutos brazos de SooBin no se quedaban atrás, pues había dejado su mejilla y algo de ojo de un tono violeta. Y claro, TaeHyun para nada del mundo se iba a dejar perder por aquel tonto alfa—el cual, no dejaba de enfadar por saber de YeonJun. No tiene el derecho para saber eso.— Así que tomó todo su valor y fuerza, y se lanzó a SooBin, dejando sangrado su labio y —aún que suene extraño y loco— dejando marcas de mordidas en sus brazos.

Los dos se gruñían, queriendo transmitir que tenían tanto valor para —incluso— llevar a algo mucho más grave. Pero su enojo estaba a un nivel que ni el gato más adorable podía calmar, su cerebro solo captaba la señal de hacer sufrir al otro.

Los minutos se hacían eternos, tanto que parecía que el reloj se había congelado, el ambiente dentro del cuarto de dirección era muy tenso y estresante. Los tres alfas presentes podían sentirlo más que bien.

No pasó mucho para que MoonByul, la directora del colegio, se parara de su silla y llamara la atención de TaeHyun y SooBin.

—Si vuelvo a escuchar que ustedes dos comienzan nuevamente otra de sus peleas—dijo MoonByul, mirando con frialdad los ojos de los dos alfas.— Tendré que llegar a una situación más grave que esta. Así que si continúan ladrándose el uno al otro como perros en plena pelea, tendré que llamar a su padres y expulsarlos oficialmente de aquí.

SooBin hizo una mueca y rodó los ojos para luego ver con odio a TaeHyun, aún que este solo se limitara a seguir viendo a la directora, quien no quitaba su vista de ellos dos.

—No volveré a tolerar otra de sus peleas, y quiero que al finalizar las clases los dos regresen a mi oficina. Tendrán un castigo.—comentó MoonByul, para después sentarse en la silla y darle a cada uno su reporte.— Ya lárguense.