Capítulo 25: De proyecciones y telépatas.

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Ronald Weasley

Se podría decir que Ron era un amigo leal, que tenía un excelente apetito, de preferencia comidas caseras, y en concreto la de su madre. No significaba que él consideraba que Hermione cocinara mal. De hecho lo hacía muy bien. Pero ella era una mujer con estándares diferentes. Con su alto potencial académico, Ron no esperaba que su futura esposa, se delegara al cuidado de la casa. De hecho él no quería eso. Él soñaba con verla progresar en cada cosa que se propusiera. Y en el momento en que ella decidiera hacer un alto en su carrera y tener hijos, él estaría más que dispuesto a complacerla. También se consideraba protector de la gente que amaba. Sobre todo su familia y amigos más cercanos. No le gustaba estudiar, pero si, se tomaba en serio las actividades que debía hacer, como su preparación para ser auror, o toda la ayuda que le pudiese dar a George en la tienda. Estaría siempre para sus hermanos y padres, para su prometida y por supuesto para sus amigos, todas las veces que lo necesitaran.

En síntesis, su espíritu era multifuncional. Fue eso lo que vio Lieba al tocar su hombro. Y en definitiva era eso lo que Tutty iba a intentar expandir.

La pequeña monje se despertó muy temprano como todos los días, y llena de energía. Pero sobre todo con mucha ansiedad. Hacia una semana que el gran líder de los Gúrnas, la había seleccionado para integrar el consejo. El último poseedor del don de la proyección astral, había partido hacia el mundo espiritual. Y si bien Ikani jamás había querido participar del consejo, decisión que Eulen estuvo más que dispuesto a respetar, Tutty no dudó ni un segundo en decir, "sí acepto". Jamás un Gúrna tan joven fue elegido. Y mucho menos una mujer. Lieba fue elegida luego de que se unió a Ryse en enlace. Incluso su don base, salió a la luz en su adultez. Como bien había dicho Eulen, de niños se practicaban todos los dones. Y en plena adolescencia se realizaban pruebas, nada agradables, para saber cuál de todos los dones tomaba el control sobre los otros. Pero la pobre Lieba luchó contra varios Gúrnas, incluido Eulen, sin tener éxito. Hasta que un día a la edad de diecinueve años, en una de sus salidas románticas con Ryse, se estaban besando y ella pudo notar que la telekinesis era el don base de su novio. A partir de ese momento las prácticas fueron suspendidas, y Lieba se convirtió en la única Gúrna con el don de la clarividencia.

Ahora Tutty iba a enseñarle a un mago a utilizar la proyección astral. Estaba más que entusiasmada. De hecho no lo podía creer. Caminaba por el pasillo para ir a despertar a Ron, y se encontró con Eulen que iba de camino a la playa. Le pidió que le avisara a Harry que lo esperaría donde los recibieron el día anterior.

Antes de que su puño diera unos golpecitos en la puerta, ésta se abrió. Harry Potter apareció, y luego de saludarlo, le dio el aviso del gran líder. Él agradeció y salió disparado hacia el sanitario. Tutty caminó unos pasos hacia donde dormía Ron, y sonrió al ver que las parejas habían juntado los catres. Esperaba no despertar a Hermione hasta su entrenamiento. Pero eso fue imposible. Ron era un tronco de roble. No se despertó, ni aun cuando le sacudió el brazo, ni cuando le estiró la oreja. Lamentablemente Hermione se dio cuenta de la lucha de la niña, y comenzó a sacudir a su prometido hasta que se despertó.

- Lo siento. – dijo Tutty.

- No te preocupes. También tengo que levantarme. – respondió la bruja. Ron parecía un zombie. Estaba sentado a un costado del catre, con los ojos abiertos mirando un punto fijo. "Quizás se ha vuelto a dormir" pensó la Gúrna.

- Ron. Vamos. Tenemos un gran día por delante. – dijo Tutty. La mirada de Ron pareció volver a la normalidad y se posó el ella, emitiendo un gruñido. – Te dejaré desayunar. – Y esas fueron las palabras mágicas que lo activaron.

Ronald se sentó a la mesa esperando que la comida apareciera. Pero inmediatamente recordó que no estaba ni en su casa, ni en Hogwarts, y con un bostezo se volvió a poner de pie. Pasó por al lado de la mesada que dividía el comedor de la cocina, y encontró a Tutty preparando un humilde desayuno. Té y pan de ayer con una rodaja de queso y dulce de fresas. "Algo es algo" pensó el joven. Y cuando su bandeja estuvo lista ambos volvieron al comedor.

Contigo, SIEMPRE! [Drarry] Segunda ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora