¡Mierda, cómo me duele la cabeza!
Vuelvo a recuperar mi conciencia, solo que con un dolor de cabeza que me lleva el diablo. Estoy en la misma habitación, solo que ahora ya es de noche y ya no tengo ese maldito tubo en mi boca, siento un poco más movilidad en mi cuerpo, aunque todavía todo me duele mucho. Mis brazos están todos vendados y, por lo que veo, ya no tengo todas las máquinas a mi alrededor. Trato de mover mis piernas y se sienten tiesas y difícil de moverlas, por lo menos sé que puedo mover los dedos de mis pies, y eso es un alivio porque eso significa que no estoy paralítica; y todos sabemos que no necesito otra situación jodida en mi vida.
Me pregunto ¿dónde está mi madre? O sea si tu hija estaba en un accidente de carro, ¿no crees que sería prudente que estuviera aquí preocupada por tu única hija? joder que triste es mi vida, por lo menos sé que no he perdido mi sentido del humor.
Empiezo a analizar la habitación y es cuando noto a un joven sentado en el sofá, perdido en su literatura. Anda unos de eso trajes de enfermeros, o eso creo. Lo quedó observando y no puedo negar que es muy guapo, pero no tan guapo como mi Ariel. Su cabello es liso color negro con un toque café, anda lentes, no sé si son para leer o solo son paja para verse más profesional.
Me da tanta curiosidad saber qué hace aquí, puesto que normalmente solo dejan a los familiares quedarse en las habitaciones.
-Eh... hola -el extraño se sobresalta cuando escucha mi voz y se pone de pie rápidamente, y se le cae su gran libro al suelo. Me queda observando asombrado, como si le hubiera matado su perro -No sé si te han dicho, pero quedarte en la semioscuridad de la habitación de una chica que no conoces es un poco raro, solo los acosadores hacen eso -el chico misterioso sonríe con diversión y levanta el libro del suelo. Se acerca un poco hacia mi cama y puedo verlo más cerca, es considerablemente alto, y ahora que puedo verlo con un poco más de claridad, me doy cuenta que es mulato con ojos color miel.
-Tu madre me ha dicho que tienes un gran sentido del humor-su voz es suave, y un poco ronca.
-Así me han dicho, pero no a todos les gusta -él parece asombrado por la situación y me parece tan interesante -por cierto me puedes decir dónde está mi madre, o sea pensé que la encontraría a mi lado todo tipo Grey's Anatomy, pero no, solo me encuentro a mi acosador personal, qué manera de despertarse -ambos nos reímos.
-Puedes dejar de decir que soy un acosador, además soy demasiado guapo para ser un acosador -ayy dolor, es arrogante.
-No me digas Brad Pitt, ¿y podrías decir que haces en mi habitación? -pregunto con diversión.
-Soy tu enfermero de compañía -¿wtf?
-Espera, espera, ¿qué putas es un enfermero de compañía? suena como una manera elegante de sacarle más dinero a las personas.
-Wow, si que eres un caso especial -exclama riéndose abiertamente, y me gusta su sarcasmo -tu madre me contrató para quedarme contigo para cuando ella tiene que ir a descansar, hacer mandados y otros asuntos, así nunca te quedas sola -si mi madre tuvo que contratar a este vato, me pregunto ¿Cuánto tiempo llevo aquí? ¿Y cómo rayos mi madre está pagando por todo esto? -y si algo pasa, hay un profesional que pueda atenderte.
-¿Y cuánto tiempo llevo aquí? ¿En qué hospital estoy? ¿Cuál es la fecha de hoy? ¡¿Por qué estoy haciendo todas estas preguntas y nadie me está contestando?! -grito un poco frustrada porque estoy confundida.
-Tranquila ¿sí? no queremos que pase lo que paso la primera vez -respiro profundo y trato de tranquilizarme, pero eso es difícil - no puedo contestar estas preguntas, no estoy autorizado para hacerlo, pero tu madre no tarda en llegar y ella te contestará tus preguntas -me habla con cariño e increíblemente me siento tranquila, y eso solo me pasa con mi Ariel, ¡joder Ariel!
-Bueno está bien -digo algo rendida, pero tengo un plan B - ¿me podrías hacer un favor?
-Si está en mi poder, sí.
-¿Me podrías prestar tu celular? necesito llamar a mi novio, él es de Colombia y creo que he pasado unos días aquí y lo más probable nadie le ha dicho que estoy en el hospital, y no sé si él utilizó el número de emergencia que establecimos si no nos podíamos comunicar. Así que no estaré bien si no sé nada de él, ¿me ayudarías por favor? -su expresión cambia, su sonrisa juguetona desaparece y es reemplazada con tristeza. Las alarmas de mi cabeza resuenan, y sé que algo no está bien.
-Mire Julieta, lo siento pero... -fuimos interrumpidos por el sonido de la puerta.
-¡Hija! -dirigimos nuestras miradas hacia la puerta y veo a mi madre con lágrimas en sus ojos, y si no supiera que era mi madre no la reconocería. Está muy delgada, con canas en su cabello y con un semblante súper cansado, parece que no ha dormido en años -mi amor, estás bien, gracias a Dios estás bien -mi madre corre hacia mi cama a abrazarme y llenarme de besos, y lágrimas. Actúa como si he estado aquí por mucho tiempo.
-Estoy bien madre, deja de tanta cosa ¿sí? -expreso pensando que mi madre esta exagerando como costumbre- madre me podrías explicar ¿qué pasó? ¿Cuánto llevo aquí? ¿Por qué nadie me quiere decir nada? -exclamo con frustración. Mi madre y mi acosador personal comparten una mirada, y solo veo preocupación en sus rostros.
-Señora Brooks, ya me voy ¿sí? Hablamos mañana -él recoge sus cosas y se acerca de nuevo a la cama -adiós Julieta, estoy tan feliz de por fin poder hablar contigo.
-Adiós mi acosador personal -él me sonríe con melancolía y se va. Mi madre se sienta en una silla que está cerca de la cama, agarra mano y la llena de besitos antes de empezar hablar.
-Mi amor, no sé si te acuerdas pero estuviste en un accidente de auto, bueno en ese accidente lastimaste mucho tu pierna derecha y tu cabeza-comienzo a sentir mucho miedo -bueno cuando llegaste aquí al hospital, estabas más muerta que viva, y es cuando nos informaron que habías caído en coma.
-Espera, ¿que? ¡No puede ser posible! -grito llorando y con mi corazón en la manos -no puede ser posib.... -mi madre me interrumpe con ternura, y parece que se está empujando a sí misma a no derrumbarse.
-Mi vida, después de tantos exámenes y diferentes consultas nos dimos cuenta que estabas en estado vegetal, y que había un muy bajo porcentaje que volvieras a levantarte de nuevo. Todos habíamos perdido las esperanzas, hasta ayer, cuando recibí la llamada de que te habías levantado de un estado vegetal, amor eres un milagro, un verdadero milagro.
-¿Cuánto tiempo estuve en coma? -Pregunto con mi voz entrecortada -solo unas semanas ¿verdad? lo mínimo unos meses ¿verdad?
-Mi amor deberías descansar ¿sí?, ha sido demasiado información para un día ¿no lo crees?
-¡No mamá, no estoy cansada, no tengo sueño, solo quiero respuestas! -Grito- ¡ahora solo dime cuánto tiempo! -odio gritarle a mi madre, normalmente nunca lo hago, pero ya no puedo con todo esto.
-Lo siento mi amor -mi madre se limpia las lágrimas que se le han escapado -pero estuviste en coma por 3 años - mi madre se derrumba en lagrimas, y en ese momento siento que me mi vida se acabó, cuando apenas la vida me estaba dando una nueva oportunidad.
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Xoxo Lissa💛
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La Promesa✅
Romance¿Qué harías tu si te despertarás de una coma 3 años después? Julieta Brooks va de rumbo a una entrevista de trabajo que necesita para ayudar a su familia y ahorrar dinero para poder viajar y visitar a su novio en colombia, Ariel Velez. Cuando esta e...