Capítulo 20

3.6K 270 129
                                    

Ariel

No la he podido sacarla de mi cabeza.

Ha pasado una semana desde que fui a buscar a Julieta a su hotel en Bogotá, cada acontecimiento, cada palabra, cada sentimiento siguen reproduciéndose en mi cabeza, como una tormenta que nunca para. Verla de nuevo fue tan surreal, ya no se parecía mucho a la Julieta de antes; ha pedido mucho peso, su piel un poco pálida, su cabello mucho más largo desde la ultima vez que la vi. Pero siguen allí esos grandes ojos negros que me han enamorado, esa mirada que siempre me miraba con cariño ahora me miraba con desprecio, algo que me lo merezco. Me dolió tanto verla sufrir, verla llorar por mi culpa, por algo estúpido que yo hice hace tres años y que ahora estoy pagando con intereses. Nunca me voy a perdonar por las cosas que hice, por abandonarla y quebrar su corazón, nunca me lo voy a perdonar y viviré con eso por el resto de mi vida. El recuerdo que más se repite en mi cabeza fue nuestro beso, cuando paso pensé que ella se iba a alejar, pero no, se dejo llevar por nuestro dulce y apasionado beso. Cuanto extrañe sus labios contra los míos, cuanto extrañe su calor y el olor de su perfume, cuanto la extrañe a ella y podía jurar que era un lindo sueño y a la vez una pesadilla.

Joder que complicado es todo esto.

No he vuelto a ver a Candy desde que regresamos de Bogotá, ella ha estado ocupada con la boda y la universidad que a habido mucha distancia entre nosotros. Ella sabe que algo esta mal contigo, solo que ella piensa que es estrés, cuando en realidad es algo más grande que eso. Antes que supiera que Julieta despertó de su coma, yo era cariñoso con Candy, atento y pasamos mucho tiempo juntos, pero ahora cada vez que la veo siento pena por lo jodido que la he tratado estos meses. La he evitado, tratándola con indiferencia, y creando grandes barreras entre nosotros, ¿Por qué? Se preguntarán. Bueno, yo me hecho la misma pregunta por los últimos dos meses y medio, y hasta el día que vi de nuevo a Julieta me di cuenta que de verdad no la amo, (algo que yo ya lo sabía hace tiempo, solo que no lo quería admitir y causarle daño a alguien más que no se lo merece) la quiero y siempre será alguien especial para mi, pero no puedo casarme con ella. Estaría cometiendo un grave error para la vida de ambos, y ya es hora de decirla la verdad y cancelar esta boda de una vez por todas.

Levanto mi mirada de mi escritorio y veo colgando desde la puerta un traje negro con una corbata roja, fue enviado por Candy hace unos días para que pudiera utilizarlo en una cena con mis padres y los padres de Candy esta noche. Veo el reloj y ya es tarde, yo tenía que estar allí hace 15 minutos, algo que ya no tiene sentido. Agarro mi cel y veo 5 llamadas perdidas de Candy, algo que me lo imaginaba, abro la aplicación de whatsapp y le mando un audio.

"Paso algo, ¿podrías venir a mi apartamento? es una emergencia" –se que no es lo correcto traerla para acá de esa manera, pero conociendo a Candy, es mejor decirle la verdad aquí en mi apartamento, que hacer un escandalo en un restaurante publico. Ella responde de inmediato diciendo que viene en camino.

Me levanto de mi escritorio y me dirijo a mi armario y saco una pequeña caja donde he metido todo lo relacionado con Julieta y nuestra relación. Era mi forma de seguir adelante con mi vida, metiendo todo relacionado con ella en una caja y olvidándome de lo nuestro por completo, cuando en realidad nunca la olvide. En la caja hay foto que nos habíamos tomado juntos cuando fui a Honduras a visitarla, una camiseta de metálica que ella me regalo, unas cartas que nos habíamos intercambiado y en lo mas profundo de la caja estaba su libro de Orgullo & Perjuicios. Julieta era fan de la película, tanto así que creo que lo ha visto la película un millón de veces, pero no había tenido la oportunidad de tener el libro en físico para su colección de libros. Así que antes que fui a visitarla le compre el libro y se lo regale la primera vez que la vi en el aeropuerto. Nunca la había visto tan feliz, y hubiera dado todo lo que soy para verla feliz, ahora solo soy él desgraciado que le quebró su corazón. En todos estos años es lo único que me ha quedado de ella, es lo más valioso que poseo.

La Promesa✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora